En numerosas ocasiones, la figura del entrenador ha ocupado un segundo plano, sobre todo en aquellos deportes donde su actuación no se ve a simple vista. Mientras que en algunas disciplinas, como el fútbol, los técnicos están a pie de pista, dirigiendo la acción, en el tenis, ocupan un lugar más modesto, desde la grada y lejos de sus pupilos.
Ese lugar es el que ha ocupado durante muchos años Ivan Ljubičić, antiguo entrenador de Roger Federer, el mito del tenis suizo. El croata habló de su pasado en Retour Gagnant, un programa de Eurosport. Su colaboración con el deportista no fue fácil, en total, estuvo seis años a su lado, desde 2016 hasta el final de la carrera del de Basilea.
Entre sus recuerdos, destaca el de la final del Abierto de Australia en 2017, el primer Grand Slam de la temporada. Sobre la pista aussie se volvió a ver las caras contra su amigo, y eterno rival, el español Rafa Nadal. Como no podía ser de otra manera, el encuentro no fue fácil, ni rápido. “Estoy orgulloso y feliz de este partido contra Nadal, porque estaba perdiendo 3-1 en el quinto set. Volver y ganar fue muy especial para mí. Fue el momento más emotivo como entrenador, pero casi también como jugador para Roger. Después de ello, la historia sigue y sabemos que Djokovic ha ganado más títulos que el resto, pero ese torneo fue muy importante”, comentó.
Más allá de la pista de tenis
El deporte de élite exige muchas horas de dedicación, no solo del atleta, sino de todo el equipo. Por ello, no es extraño que, tras muchos años de compartir vivencias, la línea que divide lo profesional de lo personal se acabe borrando. “Los detalles, la excelencia en todas las cosas que hizo. La preparación de las entrevistas, sus calentamientos, las cenas... todo lo que hacía, lo hacía con gran diligencia. A menudo me encontraba sin saber qué decir porque él era perfecto”, aseguró el croata.
El entrenador llegó hasta el suizo de forma improvisada: “Estaba trabajando en Londres para la televisión italiana durante las ATP Finals y Federer y su esposa nos invitaron a mí y a mi mujer a cenar. Me preguntó si estaba interesado en trabajar con él. Me quedé sorprendido porque no sabía que Stefan Edberg iba a parar. Y le dije ‘Sí, por supuesto’”.
“Después de eso seguimos hablando de objetivos y me preguntó si aún podría ganar Grand Slams porque no había ganado uno en cuatro años. Y le dije ‘Por supuesto’. De hecho, le dije que no me unía a él para ganar un Grand Slam, sino para ganar varios”. Desde su incorporación como técnico, el tenista se hizo con tres grandes competiciones: Wimbledon en 2017 y el Abierto de Australia en 2017 y 2018.
No obstante, no todo fueron buenas noticias en la relación Ljubičić - Federer. “También hemos tenido momento difíciles mentalmente, porque todos piensan que todo es fácil para Roger, pero también hemos tenido momentos complicados”, aseguró.