Los 5 penaltis más tontos de la historia del fútbol: el error de Tyrone Mings y Unai Emery no se lo explica

La Champions League reúne a varios de los clubes más exitosos de toda Europa, por lo que ver fallos surrealistas en partidos oficiales llama la atención. El Aston Villa dejó una de esas acciones que se quedarán para el recuerdo, aunque no por una cuestión positiva, en su encuentro con el Brujas.

El ‘Dibu’ Martínez, portero del conjunto inglés, inició la jugada con un saque de puerta que, su compañero Tyrone Mings no debió de comprender. El jugador, que no se había dado cuenta de que se había reanudado el partido, devolvió el balón con las manos al guardameta. El árbitro castigó el despiste con la pena máxima, que acabó siendo el único gol del encuentro. Sin embargo, este no es el único caso de penaltis extraños que se han vivido en el fútbol profesional.

El Arsenal y el Bayern de Múnich se enfrentaron en los cuartos de final de la pasada edición de la Champions. Sin embargo, la mala fortuna les obligó a marcharse al partido de vuelta con un empate en el marcador. Al igual que sus rivales en la Premier League, los gunners tampoco estuvieron acertados en su propia área.

David Raya sacó de puerta en el minuto 67 hacia Gabriel, central de su equipo. Este movimiento daba inicio a la jugada, por lo que ya solo estaba permitido tocar la bola con el pie, sin embargo, el futbolista de campo pensó que le estaba dando la pelota para que sacara él. En este caso, Nyberg, el árbitro del partido, determinó que no iba a pitar penalti. El sueco explicó que ese error infantil no se podía sancionar en unos cuartos de final de la Champions, aunque, un año después, Tobias Stieler, colegiado alemán, sí lo ha señalado.

En muchas ocasiones, el fútbol de ligas más pequeñas es una mina de oro para los que quieran encontrar jugadas imposibles y momentos cómicos. En Egipto, el Al-Ahly y el Kima Aswan, se convirtieron en el centro de todas las miradas después de un lanzamiento de penalti imposible de repetir.

El equipo local, el Al-Ahly, se adelantó por 4-0 a su rival, aunque pudo agrandar todavía más ese resultado. Los tiros desde los once metros no son una oportunidad segura de anotar, y menos cuando se quiere experimentar sin practicar. El jugador egipcio quiso hacer una paradinha, pero acabó con la cara en el suelo. En el disparo, el futbolista resbaló, su disparo ni llegó a la portería y, además de las burlas del público, se llevó una tarjeta amarilla.

Aunque haya quedado demostrado, a veces, las jugadas más surrealistas no se producen por cómo empiezan, sino por cómo acaban. Khalid Askri, portero del FAR Rabar, un equipo marroquí, experimentó lo que ocurre cuando se vende la piel del oso antes de cazarlo.

El guardameta logró detener el disparo de penal que habían concedido, pero, en tres segundos, se convirtió en el villano de su propio club. Mientras vacilaba de su hazaña con la afición, el balón se coló en la portería que él mismo defendía. Estas imágenes protagonizaron uno de los goles más absurdos de la historia mientras Askri observaba con incredulidad la jugada.

El partido entre el Magdeburg y el Greuther Fürth, en la Bundesliga 2, dejó no una, sino dos de las imágenes más cómicas del mundo del fútbol profesional. Ambos equipos protagonizaron dos penaltis por mano, los dos de una forma nada común entre futbolistas adultos.

Al igual que el Aston Villa y el Arsenal, los malentendidos les pasaron una mala jugada. Los dos conjuntos alemanes fueron castigados con la pena máxima después de agarrar el balón con las manos cuando no estaba permitido. Tanto unos como otros, acabaron convirtiendo el chute y acabaron empatando el encuentro.