La peor estrategia militar que se puede desarrollar es la de mandar a las tropas desorganizadas al campo de batalla. Algo parecido está viviendo el Real Madrid en sus horas más bajas, con una plantilla en la que hay muchos nombres de prestigio y faltan resultados.
El equipo, que logró conquistar y dominar en España y en Europa la temporada pasada, apenas está sabiendo controlar partidos contra los recién ascendidos. Las lesiones y la marcha de varios de sus futbolistas de referencia han provocado una inestabilidad que ponen en riesgo la temporada.
Ni dentro ni fuera del terreno de juego han descubierto la fórmula del éxito que parecían controlar. La mística del Real Madrid en casa había deslumbrado a propios y ajenos, y la mezcla entre novedad y veteranía dominaba en el viejo continente. Sin embargo, y aunque a muchos les pese, el fútbol, como el resto de deportes, no es una ciencia exacta.
Mbappé, sin pólvora
La generación de los Galácticos 2.0, aunque con muchos más millones de por medio, está siguiendo los mismos pasos de aquellos jóvenes Figo, Zidane, Beckham o Ronaldo. Si no, que se lo digan a Mbappé. Después de muchos años, siete concretamente, el Real Madrid se pudo hacer con la perla de Francia, que les había llevado incluso a ganar un mundial (Rusia 2018) y a ser finalistas en Qatar. No obstante, la estrella del nuevo proyecto de Florentino Pérez no ha conseguido los resultados esperados.
Desde su debut el 14 de agosto ante la Atalanta en la Supercopa de Europa, el delantero solo ha visto portería en ocho ocasiones. Haciendo unos cálculos sencillos, equivale a 0,533 goles por partido en los 15 que ha disputado. Sin embargo, estos datos están maquillados por los tres tantos de penalti, que han evitado que las estadísticas no terminen de desplomarse.
Aun así, su falta de puntería no es el único problema del galo en Madrid. Pese a ser su sueño jugar donde un día lo hizo Cristiano Ronaldo, la posición en el campo parece estar siendo un problema para él. Lo que se busca de un delantero centro es que esté siempre donde tiene que estar, alineado para no caer en fuera de juego y atento a todos los balones colgados al área. De ese resumen, poco se ha visto durante los 90 minutos de juego.
Posiblemente, la actuación ante el Barça, en uno de los encuentros más importantes para la afición de la temporada, sea el resumen perfecto del ánimo de un vestuario no habituado a sufrir grandes derrotas. Estuvieron imprecisos, acelerados y, en definitiva, desorganizados. El resultado no fue otro que hasta 12 fueras de juego del francés y varios goles anulados.
Las tácticas de Ancelotti, en entredicho
Las filas blancas no están sabiendo defender ni su bastión ni su bandera, sin embargo, no son los únicos que están fallando. En el banquillo también están sufriendo las turbulencias de las ausencias. Carlo Ancelotti no ha dado con el sistema de juego definitivo tras la marcha de Kroos. El alemán controlaba el centro del campo y ordenaba el juego a su imagen y semejanza.
Esa calidad se combinaba con el desparpajo de un Fede Valverde cada vez más cómodo con su disparo desde fuera del área. Además, la defensa veterana, pero infalible, dirigida por Carvajal fue la clave para levantar la 15ª Copa de Europa. Pero, la retirada del eterno “8″, la lesión de Dani y la salida de Nacho y Joselu han supuesto demasiados cambios en un solo verano. Tampoco están Alaba y Courtois, que eran una garantía defensiva.
Esto ha acabado provocando que la última línea en el campo esté desfigurada y con demasiados claros que aprovechan los ataques rivales. El centro del campo tampoco responde mejor. Ancelotti ha probado con Camavinga, Tchouaméni y Modrić de pivotes, pero el resultado no es el mejor, por ahora.
No cabe duda de que la punta de lanza del Real Madrid tendría la fuerza de marcar goles hasta para regalar, sin embargo, los errores a sus espaldas se están haciendo notar. Cada vez son más los goles que encajan los del Bernabéu y menos los que anotan. Ni siquiera en Champions, su lugar seguro, son capaces de remontar la situación.
De los cuatro partidos europeos que han disputado, no han acabado ninguno sin sufrir. En su casa, con su gente, han tenido que tirar de noche mágica para evitar la catástrofe, aunque la mística no siempre llega. El Dortmund acabó claudicando (5-2) en la segunda parte tras marcharse al descanso con un 0-2. Menos suerte tuvieron contra un Milan que va séptimo en la Serie A y no es ni la sombra de lo que fue en su día. Los rossoneri volvieron a dejar en evidencia al Madrid en su castillo al derrotarlos por 1-3.
Situación en La Liga y Champions
La situación es la que es, al menos, hasta que se abra la ventana del mercado de invierno. El Real Madrid no es muy asiduo a fichar a mitad de temporada y habrá que esperar para ver lo que ocurre este año. Tras once jornadas, una menos que el resto, ya que se tuvo que posponer el encuentro ante el Valencia tras la DANA, los de Ancelotti van segundos en liga, a nueve puntos de un Barça imparable. En Champions, el pase directo a octavos cada vez se le complica más, tras el patinazo contra los italianos, los blancos caen hasta el puesto 17º de la clasificación con solo seis puntos de los doce posibles.
Sus próximos rivales serán el Liverpool en Anfield, la Atalanta en Gewiss Stadium, el Stade Brestois 29 en el Estadio Francis-Le Blé y el Red Bull Salzburgo en el Bernabéu. Lo que se traduce en otras cuatro posibilidades de levantar cabeza en su competición fetiche.