El regreso al Bernabéu de Morata, desterrado del Real Madrid y en plena forma con el AC Milan: “Espero que me silben y de todo. Es normal”

El delantero español vuelve al templo blanco como jugador del AC Milan para disputar un partido de Champions

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El delantero del AC Milán Álvaro Morata (REUTERS/Alessandro Garofalo)
El delantero del AC Milán Álvaro Morata (REUTERS/Alessandro Garofalo)

Una noche más el Estadio Santiago Bernabéu acogerá una noche de Champions. Una de esas veladas mágicas que solo las estrellas pueden protagonizar y donde todo puede ocurrir y más si te llamas Real Madrid, el equipo de las remontadas imposibles, que tiene esa esencia, ese algo incomprensible que nadie entiende y que le lleva a salvar los partidos cuando todos han bajado los brazos. Este martes se visten de gala para recibir a un invitado muy especial: Álvaro Morata. La joven promesa blanca, que se ha enfrentado al club que le dio su primera oportunidad profesional con múltiples camisetas, vuelve al templo de Chamartín, convertido en jugador del AC Milan.

El madrileño nació el 23 de octubre de 1992. Sus primeros pasos en el mundo del fútbol los dio en las categorías inferiores del Atlético de Madrid, pero en 2008 fue transferido al Real Madrid para jugar en el juvenil C. Fue el eterno rival quien le dio su primera oportunidad profesional en el Castilla. En el filial del club blanco demostró su valía y capacidad como jugador. Una actuación que le sirvió para llegar hasta el primer equipo. La presencia de Morata en los entrenamientos del entonces entrenador del club, José Mourinho, comenzó a ser cada vez más frecuente. Durante la temporada 2013-14 se asentó definitivamente en el primer equipo, año en el que ganó la Décima con el club blanco.

Tras ello, se marchó a Italia para jugar con la Juventus. El club blanco no le quería, ni el delantero tenía hueco ni estaban dispuestos a hacérselo. No valía para jugar en el Real Madrid. Durante su primera temporada en el club italiano, el destino quiso que se enfrentara a su exequipo y certificara su venganza. Morata marcó en Turín y volvió a repetir la gesta en el Santiago Bernabéu. De hecho, no hubo un jugador más relevante en toda la eliminatoria que él. La Juventus anuló por completo al Real Madrid, mientras se plantaba el área de Iker Casillas con una facilidad alarmante. Liderando esas embestidas italianas se encontraba Morata. Fue él quien ponía el marcador en tablas tras el gol de penalti de Cristiano. Suficiente para eliminar a su antiguo equipo de la Champions y frustrar sus esperanzas de llegar a la final de Berlín, donde le esperaba el FC Barcelona.

El remate de Morata durante el partido entre el Real Madrid y la Juventus
El remate de Morata durante el partido entre el Real Madrid y la Juventus

La vuelta al Real Madrid

En el verano de 2016, se hizo oficial: el hijo pródigo volvía a casa. Bajo las órdenes de Zinedine Zidane, Morata volvió a incorporarse al primer equipo del Real Madrid. Volvía a casa, pero no por mucho tiempo. Si ya una vez le cerró las puertas, dejando claro que no disponía del nivel suficiente para vestir la camiseta blanca, la operación se repetiría una vez más. Un año después volvía a dejar Chamartín, esta vez para poner rumbo a Londres. Allí duró tan solo una temporada y media como jugador del Chelsea. En el mercado de invierno de 2019, un equipo español llamó a su puerta. Esta vez no era el club de Florentino Pérez, sino el eterno rival: el Atlético de Madrid.

Durante dos temporadas vistió la camiseta rojiblanca, pero no llegó a encontrar su papel en el equipo y después de dos campañas se quedó sin hueco en el vestuario. El delantero español salió entonces cedido al equipo en el que le auparon como jugador, el club donde certificó su venganza al Real Madrid: la Juventus. Tras las dos temporadas, regresó a la capital española para ponerse a las órdenes del Cholo Simeone. En su temporada de regreso, no defraudó al argentino, lo que le sirvió para permanecer en el club colchonero una temporada más.

Y ahí, ya sí, disfrutó de una temporada dulce con el Atlético de Madrid. Lejos quedaron esos momentos de frustración, de escenarios llenos de desconfianza, de enfado por los errores, de goles que no llegaban. Había llegado su momento, se abría un periodo de alegría para el delantero, un periodo en el que se sentía seguro de sí mismo, de su fútbol. Ese año, fue el protagonista de los derbis madrileños. Una vez más volvía a brillar ante su antiguo equipo. En el Metropolitano, endosó un doblete a los blancos para certificar la victoria de los rojiblancos.

El delantero español Álvaro Morata con la camiseta del Atlético de Madrid (EFE/ Mariscal)
El delantero español Álvaro Morata con la camiseta del Atlético de Madrid (EFE/ Mariscal)

En lo deportivo disfrutaba, brillaba, pero en lo personal estaba librando una batalla interna para tratar de mantener su salud mental. Fue precisamente por este motivo que, al final de temporada, el delantero español abandonó el Atlético de Madrid para poner rumbo de nuevo a Italia. “Tres meses antes de ir a la Eurocopa estaba pensando en si iba a poder jugar un partido. No sabía qué me pasaba, es muy delicado y complicado”, explicó. Y añadió que cuando se ponía las botas la situación le superaba: “Tenía que irme a casa y pelear con mi cabeza”, confesó. Lo cierto es que ganar la Eurocopa le ayudó, pero él ya había tomado una decisión.

El regreso al Santiago Bernabéu

Ahora, un renovado Morata regresa al Santiago Bernabéu, el estadio que tantas veces le ha visto brillar, aunque no con la camiseta del Real Madrid. Con la camiseta de la Juventus, el Chelsea y el Atlético de Madrid, pisó el templo blanco para enfrentarse a su exequipo. Ahora lo hará con la camiseta del AC Milan, su actual club. Y lo cierto es que es consciente de que los silbidos se producirán cuando salte al césped del estadio de Chamartín. “Al final creo que será lo mismo de cuando volvía con el Atleti. No creo que las cosas hayan cambiado mucho. Pero soy consciente de ello y espero que me silben y de todo. Es normal”, aseguraba en una reciente entrevista con The Athletic.

Una vez más, el hijo pródigo volverá a la que una vez fue su casa para enfrentarse al Real Madrid. Y, como ya ocurrió en anteriores ocasiones, espera que la ley del ex se cumpla, esa que asegura el gol cada vez que un jugador se enfrenta con su antiguo equipo. Morata ya lo ha verificado en otras ocasiones en el pasado y espera que se vuelva a cumplir este martes.

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