El deporte ha demostrado, en numerosas ocasiones, ser más que un trabajo, ya que para muchos es una vía de escape de sus problemas, de su rutina o de sus enfermedades. Historias como las de Loida Zabala, en los Juegos Paralímpicos, emocionaron al público. La joven española asistió a París, pese a su diagnóstico e, incluso, aseguró que se estaba preparando para Los Ángeles 2028.
El que tampoco se rindió, pese a su enfermedad, fue el triatleta Jonathan Pascual. El sábado 26 de octubre, el estadounidense completó los 3,8 km de natación, 180 km de bicicleta y 42,2 km de carrera a pie del Iron Man Hawái. En total, 16:12.46 horas. Al deportista le diagnosticaron un cáncer de mediastino en etapa 4, que afecta a los pulmones y huesos en 2022, es decir, una enfermedad terminal e incurable, según ABC News.
“Fue el nado más difícil que he hecho jamás. Pensé que no lo lograría, pero ahora me siento mejor”, afirmó tras la prueba. El norteamericano salió del agua tras 2 horas y 18 minutos, solo 120 segundos antes de finalizarse el tiempo estimado para los 4 km de natación. Tardó 7 horas en completar los 180 kilómetros en bicicleta y 30 minutos más en finalizar la carrera a pie.
Un triunfo de vida
“Cruzar la línea de meta de Kona significaba más que completar una carrera; simbolizaba un viaje de 20 años de amor, resistencia y propósito”, escribió el triatleta en sus redes sociales. “Luchando contra el cáncer en la etapa IV, me enfrento a obstáculos físicos y mentales a diario, pero me niego a rendirme. El nado fue una lucha. Un tumor cerca de mi corazón y mi cuello hizo que respirar sea difícil”, confesó.
“Este Ironman fue más que una carrera para mí. Fue un reflejo de la resiliencia que todos tenemos ante la adversidad, ya sea cáncer, enfermedades crónicas, lesiones, dificultades emocionales, batallas de salud mental, discapacidad o las injusticias de la vida”, reflexionó en sus redes sociales.
“A pesar de las dudas, el apoyo de mis seguidores me empujó a seguir adelante. Respirar se hizo más difícil a medida que mi cara se hinchaba. Me volteé varias veces para recuperar el aliento. Me preparé para las palabras, ‘Siento que no hayas hecho el corte’, pero cuando finalmente llegué a tierra, con 2 minutos de sobra, rompí en llanto, sabiendo que tenía la oportunidad de terminar lo que empecé”, prosiguió.
“En la bicicleta, tenía la intención de volver a las 5:30 PM, era consciente de que los vientos en Hawái se volverían más fuertes. Mi bolsa de necesidades especiales con nutrición se perdió, pero gracias a los voluntarios, encontré reemplazo. En la milla 65 (104 kilómetros, aproximadamente), me encontré con un ciclista herido. Proporcioné primeros auxilios, pero el dolor en mi espalda hizo imposible moverlo. Otro ciclista ayudó, nos aseguramos de que estuviera a salvo y esperamos asistencia médica”, continuó relatando.
“Mientras pasaba a otros corredores, me sentí aliviado. (...) Mi mensaje es simple: ya sea a través de una carrera o un desafío de la vida, encuentra tu propósito y síguelo con todo lo que tienes. Cada uno somos capaces de mucho más de lo que sabemos, especialmente cuando estamos corriendo por algo más grande que nosotros mismos”, finalizó.
A sus 50 años, logró terminar una de las pruebas de atletismo más exigentes. Pese a no poder luchar por la victoria, al cruzar la meta casi ocho horas más tarde que el alemán Patrick Lange, Pascual lleva desde 1999 corriendo triatlones, así lo contó en Good Morning America. “Si corro demasiado rápido, mi ritmo cardíaco se dispara y me mareo o incluso me desmayo”, explicó.