El tenis puede parecer un deporte de caballeros, pero, como en todo, hay personas que se saltan los estándares. El tenista ruso Andrey Rublev suma una larga lista de incidentes a lo largo de su carrera y nada apunta de que vaya a moderar sus reacciones sobre la pista.
El séptimo en el ranking de la ATP protagonizó una de las imágenes más sorprendes en lo que va del Masters 1000 de París. 2 horas y 18 minutos invirtió Francisco Cerúndolo, actual 29 del mundo, en imponerse al ruso por 7-6(6) y 7-6(5).
Tras perder un punto en el tie-break, o desempate, durante el primer set, el deportista de 27 años se autocastigó con su propia raqueta. El jugador comenzó a darse golpes en una de sus rodillas, en total, se dio hasta en siete ocasiones. Esta agresión le acabó provocando un corte en la pierna. No obstante, su frustración no acabó ahí. Durante el descanso entre los juegos, lanzó una botella contra el suelo.
La posible causa de ese estrés tiene que ver con el ATP Finals 2024. En las conferencias previas al torneo en París, confesó que estaba muy pendiente de todo lo que hacían sus rivales. “Durante el año apenas consulto la clasificación ni miro tenis, pero llevo semanas analizando constantemente qué puede pasar, viendo contra quién juegan mis rivales y ese tipo de cosas. Es algo estresante, pero forma parte del deporte. En todo caso, los jugadores que me pueden privar de estar en Turín son magníficas personas, si no me clasifico, me alegraré por ellos”, comentó.
Una historia que se repite
Este tipo de comportamientos no suele ser común sobre una pista de tenis, sin embargo, el ruso es un asiduo de estos espectáculos. Por ejemplo, durante su partido de octavos de final en el US Open de 2024, en el que se enfrentó al búlgaro Grigor Dimitrov, golpeó con fuerza su raqueta contra la mano y terminó provocándose heridas por la tensión de las cuerdas. El ruso tuvo que pedir asistencia médica en el cambio de lado del 3-2 del primer set. Rublev necesitó que revisaran y curaran sus heridas antes de poder continuar con el partido.
De nuevo, durante la cita en Wimbledon de este año, el tenista ruso se medía frente a Francisco Comesaña. El argentino logró adelantarse por 4-1 en el tercer set. Desde hacía varios juegos, el número siete mundial había estado lanzando insultos al aire. Sin embargo, eso no le ayudó a calmarse y acabó golpeando su rodilla izquierda en repetidas ocasiones.
Durante Roland Garros, las afectadas fueron las raquetas y no las extremidades del jugador. Rublev lanzó varias raquetas en la pista Suzanne Lenglen. A esa actuación se sumaron los gritos y patadas que profirió al banco donde se encontraban sus pertenencias. “Estoy completamente decepcionado por mi forma de jugar, mi comportamiento y mis resultados. En términos de comportamiento, no creo que lo haya hecho peor en un Grand Slam. Esta es la primera vez que realmente tengo una actitud tan mala. ¿Qué más puedo decir?”, se lamentó ante la prensa tras lo sucedido.
En el mes de marzo, durante torneo ATP 500 de Dubai, el ruso llegó a ser descalificado tras arremeter contra el juez de línea. Tras ese episodio prometió “aprender lecciones” para mejorar como jugador y como persona. No obstante, no parece que haya sido así.