Hoy en día es complicado encontrar a un futbolista profesional que haya sido algo más que eso, futbolista. Sin embargo, durante numerosas décadas los deportistas compaginaban su carrera con otras labores. Incluso siendo prometedores sobre el verde, existen nombres que priorizaron otro mundo al deportivo.
Para los aficionados más jóvenes, tanto al fútbol como al cine, la figura de Sean Connery puede sonar lejana y hasta desconocida. Para los más clásicos, el actor escocés fue uno de los iconos más reconocidos del Hollywood de los años 60. Entre sus producciones estrella están Los intocables de Eliot Ness o su aparición en Indiana Jones y la última cruzada, no obstante, ponerse bajo la piel de Bond, James Bond puede considerarse su papel más reconocido. No obstante, su salto a la gran pantalla no fue siempre la profesión del británico. En lugar de trajes y maquillaje, su sitio pudo estar entre el campo y el vestuario de un equipo de fútbol.
Un cambio de aires
Sean Connery nació un 25 de agosto de 1930 en Fountainbridge, Edimburgo, Escocia (Gran Bretaña). Su vida, como la mayoría de los jóvenes escoceses de aquella época, estuvo relacionada con el fútbol. A los 23 años, como comentó Sir Matt Busby, entrenador de aquel entonces del Manchester United (1945-1969; 1970-1971), ofreció un contrato a un joven Connery a principios de la década de los 50.
Esta llamada no surgió de la nada, previamente el que sería Agente 007 jugó en las categorías inferiores del fútbol de su país. En el Bonnyigg Rose era uno de los favoritos. Aun así, no se recordará a Big Tam, apodo por el que se le conocía, por su destreza sobre el campo, más bien destacaba por su estilo elegante y el séquito de chicas que le seguían por todo New Dunas Park.
El periódico local The Dalkeith Advertiser apenas se hacía eco del agente secreto. Aun así, en un partido de la Copa Junior de Escocia, en 1951, el escocés anotó desde, casi 30 metras de distancia, un gol ante el Broxburn Athletic. Acabaron perdiendo 3-1 aquel encuentro.
Se le dio licencia para emocionar en la banda derecha a principios de la década de 1950. El joven llevaba el 7 a la espalda. “Lo hizo muy bien para el club, estaba bien considerado en este ámbito y la mayoría de los otros clubes estaban muy celosos de que lo tuviéramos. Era un buen jugador, jugaba en la banda derecha y podía actuar en otras posiciones”, confesó Nat Fisher, un joven trabajador del club, a Telegraph Sport. “Era rápido, fuerte y muy capaz de cuidarse solo. Recibía golpes fuertes, pero se levantaba y estaba listo para volver a jugar. A pesar de ser de Edimburgo, era muy querido. Cuidaba a los jugadores más jóvenes y sabía cuidarse muy bien”, añadió.
The Red Devil a Gentleman
Los rumores de una posible llamada del Celtic y del Manchester United corrieron rápido, aunque, una de ellas era mentira. El propio actor tuvo que desmentir el interés de The Bhoys, aunque Sir Matt Busby sí le ofreció vestir de rojo en Old Trafford. El técnico estaba en Manchester para encontrar jugadores jóvenes e, impresionado por Connery, le ofreció 25 libras semanales, que cobraría después de los partidos.
“Tenía muchas ganas de aceptar porque me encantaba el fútbol”, recordó Connery. “Pero me di cuenta de que un futbolista de primer nivel podía estar acabado a los 30 años, y yo ya tenía 23. Decidí ser actor y resultó ser una de mis decisiones más inteligentes”, indicó, según recogen desde la Scottish Junior Football Association.
Aun así, siguió poniéndose las botas en varias ocasiones. Bill Williams, presidente del Maindstone inglés, recordó en el libro Nomada United que no era raro ver al escocés en partidos benéficos. “¡Y no era un mal jugador, en!”, recordó.
Pese a que su idilio con el deporte rey fue corto, pero intenso, su pasión por el fútbol siempre fue conocida por todos. El actor era seguidor confeso de la selección escocesa, por lo que no era extraño verle aparecer en el estadio cuando disputaban torneos oficiales. En su propia biografía relató: “He apoyado al equipo que mejor fútbol realizaba, y durante años ese fue el Celtic, que fue el primer equipo británico en ganar una Copa de Europa. Sin embargo, con los años me cambié al Rangers”.