Desde muy pequeño, Pedri ya estaba dando patadas a un balón y todavía no ha parado. Tras pasar por diversos equipos de Tenerife, isla en la que se crió, dio el salto a Las Palmas, donde deslumbró a todos con su fútbol y visión de juego, con esa forma de moverse en el campo. Tal fue la situación que el 1 de julio de 2020, el FC Barcelona hizo oficial su fichaje de Pedri, cuando tenía solo 18 años. A partir de ese momento, el jugador adquirió un rol relevante en el club azulgrana, hasta el punto de convertirse en una de sus piezas más importantes, primero de Xavi Hernández y actualmente de Hansi Flick, tras superar las múltiples lesiones musculares que ha padecido. Y esta trayectoria no es tan sorprendente, dado que siempre había mostrado dotes y cualidades para ser un gran jugador.
A los cuatro años, Pedri ya estaba dando patadas detrás de un balón en las instalaciones del CDAFB Tegueste. Por entonces su padre era el vicepresidente del club y su hermano mayor jugaba en las categorías inferiores. “Siempre estaba en el campo, aunque no entrenara, siempre estaba ahí con el balón”, asegura Ramón Martín (conocido como Món), coordinador del CDAFB Tegueste, a Infobae España. En el equipo de la localidad en la que vivía el ahora centrocampista del FC Barcelona, comenzó a dar sus primeros pasos en el mundo del fútbol. Al principio ni siquiera tenía la edad para poder formar parte de un club, pero en cuanto pudo le inscribieron.
Desde el primer momento, Pedri ya destacaba por encima del resto de sus compañeros, aunque eso nunca le impidió ayudar al resto. “Aunque se veía mejor que los demás, siempre estaba para ayudar”, recuerda Món. El centrocampista canario siempre jugó en categorías superiores a las que le correspondían por edad. Se desenvolvía mejor con niños mayores que él. “Cuando era pequeño tenía todo, tenía visión, tenía regate. Se le veía diferente a todos los niños. Era el mejor en todas las facetas del juego”.
En el club, no todo era fútbol: “Nosotros tenemos unos valores, tanto de formación deportiva como personal de cada niño. Intentamos que, antes del deporte, ellos aprendan a tener unas obligaciones, como los estudios”. Una serie de valores que le sirvieron para llegar hasta el FC Barcelona, aunque desde el Tegueste sabían lo complicado que sería de conseguir. “Sabíamos que tenía cualidades, pero también sabemos que es difícil”. Pero llegó, y ahora es un pilar del club azulgrana.
De un pequeño equipo de Tegueste al FC Barcelona
Tras salir del club en el que se había criado, Pedri dio el salto al Juventud Laguna, donde continuó desarrollándose como jugador. En 2018, aterrizó en el juvenil de Las Palmas, donde brilló con luz propia para asentarse como titular indiscutible del primer equipo durante la temporada 2019/2020. En ese momento, el FC Barcelona ya se interesaba por el centrocampista, así que finalmente llegó a un acuerdo con el club canario.
“Es emotivo tener jugadores que están en la élite y que sean tan importantes a nivel internacional. Para nosotros es un orgullo” asegura el coordinador del CDAFB Tegueste. Aunque añade que no solo están orgullosos por lo que ha conseguido en lo deportivo, sino por su forma de ser, que es un ejemplo para todos los niños que ahora forman parte del club. Sobre su evolución, considera que se ha convertido en una pieza fundamental del FC Barcelona y de la selección española, donde consiguió levantar la Eurocopa durante el verano pasado. De cara al futuro, solo espera que las lesiones le respeten, dado que en los últimos años ha ido encadenando problemas musculares que le han mantenido alejado del terreno de juego durante largos periodos.
Este sábado jugará ante el eterno rival, el Real Madrid, y Pedri buscará demostrar una vez más el tipo de pasta de la que está hecho. El centrocampista del FC Barcelona tendrá que liderar a su equipo, brazalete en mano, para conseguir ampliar la distancia que ahora mismo poseen respecto al Real Madrid, con el fin de mantenerse en lo alto de la tabla en solitario. En El Clásico, como suele ser habitual, se disfrutará de un gran duelo, con unas cotas de interés disparadas y un Barça que llega al encuentro en una forma física y futbolística que hacía años que no lucía sobre el verde.