El pasado 29 de septiembre, el Atlético de Madrid recibió al eterno rival, el Real Madrid, en casa. El Metropolitano se convirtió en todo un hervidero, con una grada rojiblanca que llevaba caldeando el ambiente desde antes de comenzar. La polémica se esperaba y apareció en la segunda mitad, llegando incluso a detener el encuentro durante 15 minutos. Antiviolencia todavía está debatiendo qué sanción imponer al club. Aunque las consecuencias de aquellos actos ya se han hecho palpables. Durante el duelo entre el club rojiblanco y el Leganés, se ha notado la ausencia de una de las gradas más importantes del estadio.
Hace unos días, el Atlético de Madrid tomó la decisión de “no vender entradas en zona visitante a ningún socio abonado de la Grada de Animación”. En esta grada están situados, desde hace años (desde que el club dejó el Vicente Calderón), los ultras del Frente Atlético, además de otros aficionados. Una medida que se mantendrá durante cinco partidos. “Esta decisión viene motivada por las dos graves sanciones que el club ha recibido en los últimos días como consecuencia de distintos incidentes protagonizados por una pequeña minoría de aficionados”, detallaba el club.
Una medida que ha sido visible en el duelo entre el Atlético de Madrid y el Leganés, donde el fondo sur del estadio Metropolitano no vibraba, saltaba, cantaba y animaba a su equipo, porque simplemente no estaba. El estadio ha permanecido mudo, mientras el Frente Atlético asumía las consecuencias de sus actos, los cuales le han costado al equipo “dos graves sanciones” y avivado el debate sobre si los ultras deben estar presentes en los estadios, dado que muchos de los grandes equipos, decidieron echar a esta parte de su afición. El Real Madrid, con Florentino como presidente, echaron a los Ultra Sur del Santiago Bernabéu. Joan Laporta, en su primera legislatura como presidente del FC Barcelona, hizo lo mismo con los Boixos Nois.
Bajo el lema El fútbol que queremos, los jugadores del Atlético de Madrid saltaban al estadio Metropolitano para disputar el duelo ante el Leganés. Una imagen desoladora para los futbolistas locales, pero necesaria para el devenir del fútbol español, en particular, e internacional, en general. Sin embargo, esta no es la primera vez que el Metropolitano luce a medias, sin su grada “de animación”, sin el Frente Atlético saltando y animando a su equipo. Y es que, tras la inauguración del campo en septiembre de 2017, han sido cuatro las veces que el club ha tenido que cerrar una parte de las gradas.
Las cuatro veces que el Metropolitano cierra parcialmente la grada
La primera llegó al año siguiente de la mudanza. En la final de la Europa League en Lyon, los ultras rojiblancos mostraron un comportamiento racista y lanzaron bengalas y fuegos artificiales. La siguiente vez que se cerró de forma parcial el estadio fue debido a lo que ocurrió en la Champions en el año 2022. El Atlético de Madrid se enfrentaba al Manchester City y los colchoneros mostraron una conducta discriminatoria en el Etihad Stadium. Lo que provocó que la FIFA decretara el cierre de 5.000 asientos rojiblancos.
La última polémica protagonizada por los ultras del Frente Atlético fue por los insultos racistas contra Nico Williams, donde incluso se tuvo que activar la megafonía para pedir que cesaran los cánticos ofensivos. Ahora, el derbi ha provocado que una nueva sanción recaiga sobre el club.