De héroe a villano: la caída a los infiernos de Laporta en su segunda legislatura en el FC Barcelona

El presidente azulgrana afronta este sábado un momento difícil al someterse al escrutinio de la oposición, ya que deben aprobarse las cuentas correspondientes al ejercicio 2023-2024

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El presidente del FC Barcelona, Joan Laporta. (Enric Fontcuberta/EFE)
El presidente del FC Barcelona, Joan Laporta. (Enric Fontcuberta/EFE)

El 7 de marzo de 2021, Joan Laporta ganaba en las urnas y volvía a asumir el cargo de presidente del FC Barcelona tras 11 años alejado del club. Lo hizo con una aplastante goleada que le permitió entrar de nuevo al palco por la puerta grande. Quizá fue la nostalgia del buen momento que vivió el FC Barcelona durante su primer mandato, quizá la necesidad de un cambio o quizás un cúmulo de cosas, pero lo cierto es que Joan Laporta, el presidente del sextete, estaba de vuelta. Los mandos del club catalán volvían a estar en sus manos. Ahora, después de tres años y medio como presidente, vuelve a estar en el ojo del huracán y este sábado se somete al escrutinio de la oposición, donde deben aprobarse las cuentas correspondientes al ejercicio 2023-2024. Una reunión que va mucho más allá del escenario económico y que puede poner en jaque al abogado catalán.

Laporta llevó a cabo toda una carismática campaña para conseguir volver a la presidencia del FC Barcelona. Las promesas fueron también su punto fuerte: sanear las cuentas, un nuevo estadio y la llegada de nuevas estrellas como Haaland, a la par que se daba una oportunidad a las jóvenes promesas de La Masia. Pero su as bajo la manga era mantener a su estrella, esa que se lo había dado todo al club desde que era un niño: el astro argentino Leo Messi. El catalán incluso llegó a colgar en plena campaña una pancarta junto al estadio Santiago Bernabéu, que rezaba Ganas de volver a veros. Un chascarrillo contra el eterno rival, el Real Madrid, que terminó de encandilar a los aficionados y a aquellos que debían auparle en las urnas.

El problema es que con los años las promesas fueron quedando en el tintero. La primera incumplida por el nuevo presidente llegó tan solo cinco meses después de que asumiera el cargo. El 5 de agosto de 2021, Messi dejó el Barça y puso rumbo a París. Los excesivos gastos que había asumido el club y las consecuencias de la pandemia hicieron imposible que pudieran poner sobre la mesa una oferta de renovación al delantero.

Leo Messi. (Albert Gea/Reuters)
Leo Messi. (Albert Gea/Reuters)

Sanear las cuentas se ha convertido en una tarea prácticamente imposible, por mucho que Laporta se empeñe en afirmar lo contrario. Un reciente informe de la auditoría ha vuelto a poner en jaque al Barça. Las cuentas del ejercicio correspondiente a la temporada 2023-2024 cierran con pérdidas de 91 millones de euros. Unos datos que han obligado al presidente a cambiar su hoja de ruta. La estrategia de Laporta se ha centrado en el movimiento de jugadores y en tirar de los recursos de La Masia, que se ha convertido en el pilar fundamental no solo de las competiciones juveniles, sino también del primer equipo de Flick.

A este sinfín de despropósitos en que se ha convertido su mandato, se suma uno aún más importante, al menos para los aficionados culés: la falta de títulos. Desde su regreso al trono, tan solo ha ganado tres: Copa del Rey, Supercopa de España y LaLiga. La pasada temporada cerró el curso en blanco y los aficionados, socios y oposición comienzan a impacientarse con un presidente al que ya se le empiezan a ver las costuras, si es que alguna vez las tuvo tapadas. Este verano ni siquiera han sido capaces de fichar a esas grandes estrellas que prometía. Las llegadas se han reducido a Dani Olmo y Pau Víctor. Y para inscribir al primero, el Barça tuvo que hacer malabares, dado que el club no había generado el fair play necesario para cerrar la incorporación. Ahora, Laporta se someterá a una votación que puede marcar un antes y un después en su reinado.

Joan Laporta, en jaque

El primer golpe para el presidente blaugrana llegó a finales de septiembre de este año. A través de un documento, los grupos de opinión del club trasladaron su descontento por la gestión en estos tres años del abogado catalán. En el escrito pedían que tanto el presidente del club azulgrana como su junta se sometieran a una moción de confianza. “No estamos nada de acuerdo con el tratamiento que se ha dado a diferentes leyendas del barcelonismo”, recoge el documento. Entre ellas destacan la salida de Leo Messi, de Ronald Koeman o de Saras Jasikevicius. Y la más reciente, la de Xavi Hernández.

Otro de los puntos que preocupa a los firmantes es la situación económica, financiera y patrimonial del club, “con problemas y vicios de fondo que nos hacen temer por la viabilidad de su futuro”. Además, consideran que no se están empleando las palancas adecuadas para fomentar la viabilidad económica del club. Este fue el primer aviso de que el presidente no estaba haciendo las cosas bien, en opinión de un grupo de socios. Ahora, casi un mes después, llega su prueba de fuego.

Este sábado se votarán las cuentas de Laporta de la temporada 2023-2024, un momento clave del mandato que muchos intentarán aprovechar. Distintos colectivos de opinión, los mismos que pidieron la moción de confianza, han emitido un comunicado en el que piden a los socios compromisorios tumbar las cuentas para dejar en jaque a Laporta. No conseguir aprobar las cuentas podría ser el principio del fin de la segunda legislatura del presidente, ya que evidenciaría la falta de apoyos. Un momento de debilidad que podría aprovechar la oposición para presentar una moción de censura y destituirlo definitivamente.

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