Lujo. Ostentación. Y en medio de la pista, tenis. The Venue volvía a apagar las luces e iniciaba de nuevo la cuenta atrás para dar paso al segundo y último partido de cuartos de final: Rune - Alcaraz. Carlitos saltaba a la pista con ansia de victoria, sabiendo que si derrotaba al danés podría enfrentarse a Nadal, pero el duelo no iba a ser sencillo. Enfrente tenía a un rival sólido, que mostró su mejor versión para tratar de doblegar al español, pero no fue posible. Alcaraz se hizo con el primer set con una ventaja de 4-6, no excesivamente amplia, pero suficiente para ponerse por delante. El segundo, ya más cómodo al sentirse por delante, fue toda una exhibición del tenis del español.
El pasado 10 de octubre, Rafa Nadal anunciaba su retirada de las pistas de tenis. La Copa Davis sería el punto y final a una histórica trayectoria, marcada por el éxito. En la otra punta del mundo, Carlitos estaba a punto de saltar a la pista central del Masters 1000 de Shanghái para disputar el partido de cuartos de final ante Tomáš Macháč. La noticia cayó como un jarro de agua fría sobre el de Murcia y eso se palpó en la pista. Alcaraz no fue capaz de gestionar el cóctel de emociones que estaba sintiendo en ese momento. El español había sido capaz de dejar a un lado ese “miedo a fallar”, esos fantasmas que en tantas y tantas ocasiones se han interpuesto entre él y el partido, pero no pudo con la noticia del de Manacor. Con la cabeza en España y el cuerpo en China, afrontó el partido, que se le iba escapando de las manos a cada punto que ganaba el checo, que con un 0-2 acabó con Carlitos.
Apartado de las pistas del circuito de la ATP, en terreno desconocido para el tenis hasta la fecha, encaraba su siguiente compromiso. Se trataba de un torneo diferente, un evento innovador, nunca antes visto: el Six Kings Slam. Una competición en la que juntar a los mejores tenistas del mundo. Tan solo seis jugadores. Su primer rival: Holger Rune, actual número 14 del mundo, que incluso llegó a ostentar el cuarto puesto del ranking de la ATP. La pelota comenzó a rodar y el lujo y la ostentación quedaron a un lado para dar paso al duelo entre el danés y el español.
El partido comenzaba con ambos tenistas tanteando la pista, golpe a golpe. Se estaban probando, cogiendo las medidas y asestando golpes certeros, sin fallos. Uno a uno, cada tenista fue llevándose su servicio hasta ponerse en 4-4. El momento clave en todos los sets, ese en el que uno de los dos mete una marcha más para ponerse por delante. Esta vez lo hizo Carlitos, que consiguió llevarse el saque de Rune, después de que este se pasara de frenada y aterrizara en el suelo de la pista de Arabia, y tras ello el set. Con 0-1 por delante en el marcador, Alcaraz comenzó a mostrar su mejor tenis.
Punto, set y partido
Alcaraz dejó sobre la pista todo tipo de detalles. Desde puntos imposibles, como un globo pegado a la línea; hasta dejadas inalcanzables en la red. Rune fue capaz de devolver alguna de esas bolas, pero ahí estaba de nuevo el de Murcia, incansable, para ponerlas ahí donde nadie sería capaz de llegar. La primera rotura de servicio llegó nada más comenzar el set. Rune comenzaba sacando, pero Carlitos daba un golpe sobre la mesa y se lo arrebataba. Toda una declaración de intenciones, quería el set y lo quería rápido. El siguiente punto clave del partido llegó con el tercer saque del danés, donde de nuevo apareció el de Murcia para llevárselo y prácticamente sentenciar el encuentro.
Rune necesitaba casi un milagro para llevarse el partido. Con 0-1 por debajo en el marcador y 1-5 en el segundo set, la situación se tornaba casi imposible. El milagro no llegó, lo que sí apareció fue un impecable Alcaraz para terminar de barrer al danés y llevarse el partido. Con el punto, set y partido, Carlitos certificaba su pase a semifinal, donde ya le esperaba Rafa Nadal.