La muerte de un ser querido es uno de los momentos más duros que experimentan los seres humanos. Afrontar la pérdida de un padre, madre, abuelo o abuela es un proceso por el que todos tenemos que pasar; pero, el hecho de que sea un desarrollo natural de la vida, no lo hace menos duro. Sin embargo, que un hijo o hija deba ser enterrado por sus padres no responde al transcurso natural de la vida, y esto sí que es algo inusual. Una de las figuras españolas, relacionadas con el mundo del fútbol, que tuvo que pasar por esta trágica situación, fue Luis Enrique, actual entrenador del Paris Saint-Germain y exentrenador de la Selección Española o el Barça, entre otros.
El técnico asturiano anunció, el 29 de agosto de 2019, a través de un comunicado, el fallecimiento de su hija de 9 años, Xana, a causa de un osteosarcoma —un tipo de cáncer de hueso—: “Nuestra hija Xana ha fallecido esta tarde a la edad de nueve años después de luchar durante cinco intensos meses contra un osteosarcoma. Te echaremos mucho de menos, pero te recordaremos cada día de nuestras vidas con la esperanza de que en un futuro nos volvamos a encontrar. Será la estrella que guíe a nuestra familia”. Xana era la hija pequeña del matrimonio entre Luis Enrique Martínez y Elena Cullell. Antes que ella, nacieron sus otros dos hermanos: Pacho y Sira, de 26 y 24 años de edad, respectivamente.
Ante todo, Luis Enrique quiso dotar a esta trágica situación un aspecto de normalidad. No obstante, las circunstancias se volvieron tan complicadas que Lucho se vio obligada a apartarse, momentáneamente, del banquillo de la Selección, en marzo de 2019, para apoyar a su familia, durante los meses de la enfermedad que padecía Xana. Unos meses más tarde, en junio de 2019, el técnico gijonés anunció su renuncia definitiva al banquillo de la Selección, afirmando que los motivos que le impidieron desarrollar con normalidad sus funciones como seleccionador continuaban en aquel momento. Su puesto fue ocupado su segundo entrenador, Robert Moreno, con quien tuvo, posteriormente, problemas personales que acabaron con la salida del último de la Selección.
“Yo me considero afortunado, muy afortunado”
Luis Enrique no es un entrenador ni una persona al uso. Esta afirmación se demuestra con las imágenes publicadas en el reciente documental “Luis Enrique. No tenéis ni **** idea”, en el que se han revelado vídeos impactantes, como la charla personal que tuvo con Mbappé pidiéndole que debía ser un “ejemplo defensivamente”, o el tremendo enfado en la charla del descanso del partido frente a la Real Sociedad. En estas imágenes, también se proyecta una entrevista con el propio Luis Enrique, en las que habla sobre el fallecimiento de su hija Xana.
Lucho reconoce que se siente “muy afortunado”, porque su hija Xana vivió con ellos durante 9 años “maravillosos”. Se le esboza una sonrisa al hablar de su hija, mientras se enseñan fotos y vídeos de la pequeña jugando en el jardín de su casa.
A algunos de sus familiares —en concreto, la madre del asturiano— les costó más tiempo aceptar la muerte de Xana. Luis Enrique narra una anécdota vivida en la casa de su madre: “Mi madre no podía tener fotos de Xana. Hasta que llegué a casa y le dije ‘¿por qué no hay ninguna foto de Xana, mamá?’ ‘No puedo, no puedo…’. ‘Mamá, tienes que poner fotos de Xana, Xana está viva’. En el plano físico no está, pero en el plano espiritual está. Porque cada día hablamos de ella, nos reímos y recordamos”.
Fundación sin ánimo de lucro, en honor de su hija
La familia Martínez Cullell decidió crear una fundación, constituida en 2023, cuyo propósito consiste en trabajar con compromiso, rigurosidad y sensibilidad para ayudar a las familias que están sufriendo el impacto de la enfermedad de un hijo o hija. La Fundación Xana desarrolla proyectos como la arteterapia, acompañamiento integral a las familias y brinda apoyo a estudios e investigaciones que tengan como objetivo un mayor conocimiento de enfermedades infantiles graves y sus posibles soluciones.