El mundo del fútbol no se limita a los 90 minutos de partido, para los aficionados, sus colores van más allá de los campos y llegan a ser un estilo de vida. Esto debió pensar la pareja española que viajó hasta Singapur tras su boda. Los jóvenes son seguidores del Valencia CF, y aprovechando su estancia decidieron reivindicar una de las peticiones más extendidas entre la afición del club. A través de su cuenta de X (anteriormente Twitter) compartió como fue hasta la residencia de Peter Lim, dueño del equipo, y se fotografió con una bandera que decía: “Lim go home”.
Pese a que solo se trató de una instantánea, las autoridades de Singapur retuvieron a la pareja. Ambos llevaban recluidos seis días en el país asiático por pegar un adhesivo con la frase Lim Out y mostrar la bandera. El aficionado reconoció que había sido un error: “Si alguien pensaba que este club estaba muerto, solo tienen que ver como ha reaccionado la gente ante este abuso de poder. Esta injusticia tan grande que hemos pasado, a pesar de siempre reconocer que el que me equivoque fui solamente YO, Sois enormes, gracias”.
El viernes 4 de octubre las autoridades de Singapur abrieron una investigación tras lo ocurrido. Cuando ambos se disponían a abandonar la ciudad camino de Bali, sus planes fueron frustrados y se les instó a regresar al hotel donde se hospedaban. Allí, la policía les retiró el pasaporte. Desde ese momento habían estado en contacto con la Embajada de España en el Estado. Se les acusó de un presunto delito de participación en una reunión pública, según informó The Straits Times. Finalmente, pudieron abandonar Singapur con una amonestación, como comunicaron los familiares de los afectados.
Un país con restricciones
La isla es conocida por sus paisajes y su centro financiero, no obstante, también destacan las normas que restringen las manifestaciones de cualquier tipo en sus calles. Estas pueden llegar a castigarse con multas o hasta años de cárcel.
La asociación Libertad VCF, opuesta a la gestión del accionista, fue informando sobre lo que ocurría con los jóvenes. Sin embargo, denunciaron que las noticias eran confusas y que no se sabía de qué se les acusaba “No pueden salir del país. Al parecer ayer declararon ante la Fiscalía. No tenemos opción de contactar con ellos directamente”, comentó Álvaro Sendra Albiñana, abogado de la asociación por la Libertad del Valencia Club de Fútbol, a EFE.
El país ejerce un control sobre la prensa local, además, solo permite a los locales protestar sin permiso en el conocido como Rincón de los Oradores, siempre que no se trate de temas controvertidos. En su legislación se recoge que no está previsto conceder permisos de manifestación organizada a extranjeros o que les involucren y tengan fines políticos.
La violación de la ley supone una multa de hasta 5.000 dólares norteamericanos. En caso de vandalismo, es decir, “escribir, dibujar o marcar en propiedades públicas o privadas con cualquier palabra, eslogan, caricatura, marca, símbolo, etc.”, supondría un pago de hasta 2.000 dólares o hasta tres años de prisión.