Y Carlitos certificó su revancha. Dos meses habían pasado desde la última vez que Alcaraz y Monfils se habían visto las caras. Fue en el torneo de Cincinnati, donde el francés tumbó al español y consiguió sacar su peor versión. Esta vez no iba a ocurrir. Seguro, firme y con las ideas claras, entraba el de Murcia en la pista dispuesto a ir punto a punto. Juego a juego, ambos tenistas fueron ganando sus servicios hasta que Alcaraz metió una marcha más para ponerse por delante y llevarse el primer set por 6-4. En el segundo, los errores de Monfils y el característico derechazo de Carlitos dieron la victoria al español por 2-0.
El 16 de agosto es una fecha señalada en la carrera de Carlitos. Aunque muchos no se acordarán, el español aterrizaba en Cincinnati y en primera ronda era Monfils el tenista a batir. El primer set fue cómodo para el español, que consiguió romper el servicio al francés en el tercer juego, para encarrilar el primer asalto. Pero en el segundo, la dinámica comenzó a cambiar. Después de que ninguno de los dos consiguiera romper el servicio a su rival, el set necesitó del tie break para decantarse. Y ahí Monfils volvía a poner el partido en tablas mientras Alcaraz se desesperaba por la velocidad de la pista y las pelotas. Ya en el tercer set, después de que el francés le rompiera el servicio y se pusiera por delante con un 3-1, Carlitos mostró su peor versión a la pista central.
Ante la incomodidad que le estaba suponiendo la velocidad de la pista y la impotencia de ver cómo se le escapaba el partido, Alcaraz rompió la raqueta al estrellarla en repetidas ocasiones contra el suelo. Un hecho inédito hasta ese momento en su carrera que sorprendió a los allí presentes y a los espectadores que estaban siguiendo el encuentro a través de la televisión. “Ha habido otros momentos donde quise romperla, pero pude controlarme. Hoy, no pude hacerlo. Ha sido muy frustrante para mí”, reconoció tras el encuentro donde Gaël Monfils se alzó con la victoria.
Esta vez, Carlitos no iba a permitir que ocurriera lo mismo. El primer set fue un duelo entre dos tenis con la estrategia en mente, sabiendo lo que había que hacer para vencer a su rival. Alcaraz lo había conseguido en dos ocasiones en el pasado, Gaël solo una, pero hacía tan solo unos meses. La suerte estaba echada. Monfils servía y la pelota volaba en la pista de Shanghái. Punto a punto, ambos han ido llevándose sus servicios sin demasiadas complicaciones. Hasta que Carlitos ha metido una marcha más y ha sacado a pasear su derecha. Con un impecable golpe que ha provocado que incluso el francés lanzara la raqueta para intentar golpear la bola, ha dado un giro al duelo para llevarse el primer asalto y empezar a encarrilar el partido.
Carlitos sigue brillando en Shanghái
El segundo set ha seguido la misma dinámica. Los dos se han mostrado sólidos, con golpes destacados, pero sin grandes florituras. Haciendo los deberes, metiendo las bolas y esperando el fallo del rival. Y ahí Gaël ha salido perdiendo. El francés ha cometido más errores que el español, que se ha limitado a devolver las pelotas y, en alguna ocasión, meter una marcha más con su derecha. Sin embargo, la rotura de servicio se resistía a llegar.
No ha sido hasta el 5-5 cuando, finalmente, el español ha conseguido romperle el saque tras un duelo de ventajas y 40-40. De nuevo por delante en el marcador y el set a punto de concluir, Carlitos no ha fallado y se ha hecho con el siguiente juego, con su el saque a su favor, para cerrar el set con un 7-5. Punto, set y partido para el español, que continúa avanzando en el Masters 1000 de Shanghái para medirse en cuartos de final.
