El escándalo con un árbitro en el Masters 1000 de Shanghái: apunta mal un punto y provoca la derrota de Wawrinka

Todo comenzó cuando Bernardes no contabilizó el primer punto ganado por Wawrinka, un descuido que pasaría desapercibido momentáneamente

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El tenista italiano Flavio Cobolli (REUTERS/Tingshu Wang)
El tenista italiano Flavio Cobolli (REUTERS/Tingshu Wang)

Más polémica en torno el Masters 1000 Shanghái. Tras retrasos por la lluvia y marcadores arcaicos, ahora el torneo ha sido escenario de un inusual y polémico suceso durante el enfrentamiento entre Stan Wawrinka y Flavio Cobolli. Un error arbitral protagonizado por Carlos Bernardes, el juez de silla del partido, desencadenó una serie de eventos que terminaron afectando el resultado final y ahora son tema de debate en el mundo del tenis.

Todo comenzó cuando Bernardes no contabilizó el primer punto ganado por Wawrinka, un descuido que pasaría desapercibido momentáneamente. Cuando Cobolli se hizo con el siguiente punto, el árbitro cometió un nuevo error al asignar dos puntos al italiano, alterando significativamente el marcador, que pasó de 15-15 a 0-30 en favor de Cobolli. Esta ventaja inesperada marcó un punto de inflexión en el juego, ya que Cobolli aprovechó la situación para realizar un break crucial que definiría su victoria.

El fallo de Bernardes no solo creó confusión en la cancha, sino que también dejó a Wawrinka en una posición desventajosa sin que se diera cuenta de lo ocurrido en el momento. La falta de registro del punto original resultó ser decisivo en el desarrollo del partido, ya que Cobolli, con la ventaja de dos bolas de break, rompió el saque de Wawrinka en un juego que determinaría el resultado final. A pesar de la controversia, Cobolli logró asegurar su victoria gracias al único break del encuentro, un desenlace que, aunque empañado por el error arbitral, le permite avanzar en el torneo. Tras ello, el tenista italiano afrontó un desafío mayúsculo: enfrentarse al múltiple campeón de Grand Slam, Novak Djokovic. El partido se saldó con la victoria del serbio por 0-2 (1-6 y 2-6).

Mientras tanto, Carlos Alcaraz sigue mostrando un rendimiento impecable en Shanghái después de su triunfo en el ATP de Pekín. El murciano ha derrotado a Shang y a Wu, consolidándose como uno de los favoritos del torneo. Su siguiente paso será enfrentarse a Gael Monfils, un jugador conocido por su agilidad y estilo dinámico en la cancha. Monfils llega a este encuentro con la moraleja de haber superado a Alcaraz recientemente, en un partido donde logró desestabilizar al joven tenista español, provocando incluso que rompiera una raqueta, una reacción poco común en él.

El tenista español Carlos Alcaraz de España durante su partido contra Yibing Wu (EFE/EPA/ALEX PLAVEVSKI)
El tenista español Carlos Alcaraz de España durante su partido contra Yibing Wu (EFE/EPA/ALEX PLAVEVSKI)

Qué está pasando en Shanghái

El transcurso de la competición se ha topado contra un enemigo inesperado, que no es la primera ni será la última vez que gana protagonismo en un torneo. Se trata de la lluvia, que ha puesto el torneo chino patas arriba hasta el punto de que Carlos Alcaraz todavía no conoce el que será su siguiente rival. El hecho de buscar una solución a las lluvias y mover algunos partidos a pistas indoor ha dejado imágenes para el recuerdo. Ha sido un pabellón el que ha acogido ciertos de los partidos programados, un hecho que ha dejado un detalle que ha dado la vuelta al mundo y ha arrasado en redes sociales: los marcadores manuales.

Desde hace años, el tenis se subió al tren de la tecnología y adaptó sus marcadores a los avances electrónicos. Sin embargo, el temporal de Shanghái ha llevado al torneo de vuelta a aquella época en la que los marcadores eran manuales y por cada punto se debía cambiar la cartulina que indicaba quién había ganado el punto y cómo iba el partido. Un arcaico marcador que hacía años que no se veía en una pista de tenis y que las lluvias han traído de vuelta al circuito de la ATP.

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