El Real Madrid se ha convertido en uno de los equipos líderes en Europa y en el mundo. Esta fama ha provocado que grandes futbolistas de esta generación, y otras pasadas, soñaran con vestir la camiseta blanca y jugar en el Santiago Bernabéu. No obstante, ha quedado demostrado en múltiples ocasiones que tener muchos nombres en un equipo no significa un éxito asegurado.
Con la llegada de Mbappé a España se esperaba que los de Ancelotti se convirtieran en una especie de máquina de matar invencible. Sin embargo, esto no ha sido así. En la liga no arrancaron con buen pie, lo que le ha llevado a ocupar el segundo lugar en la clasificación, a tres puntos del líder, aunque en algún momento fueron muchos más. Por otro lado, en Champions, su competición fetiche, tampoco han tenido toda la suerte que se esperaba.
Los merengues no supieron cómo manejar el encuentro ante el Lille en la segunda jornada de la renovada competición de la UEFA. El club galo se adelantó con un tanto de penalti y, pese a que el Madrid tiene acostumbrados a sus seguidos a las remontadas, su gol no llegó a tiempo. El 1-0 en el resultado les privó de los tres puntos, obligándoles a no fallar más veces si quieren lograr el pase directo a octavos de final.
¿Crisis?
Tres meses después de levantar su última Copa de Europa, el Real Madrid podría estar viviendo una pequeña crisis en el vestuario. La era de los Galácticos 2.0 puede no dar los resultados que se esperaban, sobre todo teniendo a jugadores en sus filas como Mbappé, Vinicius Jr. o Bellingham, entre otros.
La salida de Toni Kroos puede ser uno de los factores que hayan provocado una bajada en el rendimiento. El alemán era uno de los pilares fundamentales en el centro del campo. Pese a que Valverde ha tratado de ocupar su lugar, la veteranía y calidad del teutón se han notado en el Bernabéu. No obstante, él mismo confirmó en el pódcast que comparte con su hermano que “no le hace ningún bien a nadie decir: ‘No está’”.
“El Madrid se adaptó cuando no estaba Cristiano, Ramos... que son leyendas absolutas. El Madrid supo adaptarse con el tiempo y seguir ganando, ganamos dos Champions sin ellos. Conmigo pasará lo mismo. Puede que tarden un poco en adaptarse, pero los jugadores que hay son muy buenos”, añadió.
Un cambio en el sistema de juego
Muchos de los problemas que atravesaría el club nacerían del centro del campo. Tchouaméni no ha demostrado toda la personalidad sobre el campo que se le exige a un jugador de un equipo como el Real Madrid. Por otro lado, Camavinga no ha podido estar presente en varios de los choques tras su lesión antes de la Supercopa de Europa. Su intervención ante el Lille tampoco fue destacable, además de que provocó el penalti que adelantó en el marcado a los galos.
Por si no fuera poco, el equipo de la capital no solo ha tenido que afrontar una remodelación del vestuario, sino un cambio en el sistema de juego. Han pasado de su exitoso 4-4-2 a un 4-3-3, no obstante, esta alineación tampoco es del todo desconocida, ya que era la que se dibujaba cuando jugaba Benzema.
Fuera del campo también ha habido dudas, Ancelotti ha movido sus líneas, posiblemente porque no le hayan terminado de convencer. La carta de los cambios tampoco ha ayudado mucho. Pese a las recomendaciones de su hijo Davide, el técnico italiano no siempre ha sabido leer los partidos, por lo que los movimientos del banquillo no han resuelto los problemas de juego.
