El futbolista Toni Kroos colgó las botas tras la eliminación de Alemania en la Eurocopa. El jugador alemán ya había anunciado su marcha desde hacía meses y se había despedido del Bernabéu tras ganar la Champions. A sus 34 años, muchos esperaban que se arrepintiera y permaneciera en activo alguna temporada más, sin embargo, su meta era marcharse en un momento de triunfo y dejar un buen recuerdo en el club.
Además, los viajes y estar tanto tiempo separado de su familia también le incentivaron a decir adiós al fútbol, al menos desde dentro del campo. Ahora, que tiene tiempo libre, se pasó por el pódcast del tenista teutón Alexander Zverev, donde habló de su nueva vida y su futuro.
“Jugué al bádminton antes que al fútbol. Mi madre fue campeona de la RDA. Así que rápidamente encontré alegría en el tenis. Dicen que yo era un zurdo malo. Si fuera tenista, no habría parado todavía”, confesó. “Tú estás sentado aquí con tu hermano, grabando un pódcast. No es posible en deportes de equipo. Tú decides si llevar a tu esposa e hijos a los torneos. Tú decides quién es tu equipo, quién se sienta en el palco y quién duerme en tu cama la noche anterior al partido. Eso no ocurre en los deportes de equipo”, reflexionó el exfutbolista.
Pese a que pudo tener una carrera totalmente distinta, ni Kroos ni Zverev se cambiarían por el otro. “Una vez hice el ridículo delante de 30.000 espectadores en el Allianz Arena en un partido de leyendas. Todo lo que tenga pies no me sirve. Pero es divertido”, bromeó el tenista.
Una vida distinta
Después de decir adiós al club en el que lo ganó todo, El Káiser ha podido relajarse durante los meses de verano. Tras la Eurocopa, y en uno de los mejores momentos de su carrera, se despidió de los estadios de la forma que siempre había querido.
“Siempre quise terminar en el nivel más alto. He jugado con muchos jugadores de primer nivel, pero pocos lo han logrado. Todavía había cambios aquí y allá. Los constantes viajes y el estar lejos de la familia me han cansado con el paso de los años. Quizás dentro de cinco años diré que fue demasiado pronto, pero ahora me siento bien”, indicó. “En agosto me fui de vacaciones por primera vez en mi vida. Y ahora, cuando llevo a los niños a la escuela, después conduzco a casa y no al entrenamiento”, añadió.
Pese a su retirada, el alemán no se ha terminado de despedir de los que fueron sus compañeros. Junto a Zverev confesó que se pasa por Valdebebas a verlos, pero no se ve dentro del equipo técnico del club. Otras antiguas estrellas del club, como Raúl o Xabi Alonso, se han hecho cargo de las categorías inferiores del Real Madrid.
“No sé si les parece genial si aparezco de vez en cuando y digo que quiero unirme. Actualmente, también existe el riesgo de que Carlo me diga: ‘Ahora quédate aquí’. Ahora mismo no me apetece formar adultos. Voy a abrir una academia juvenil en Madrid, así que tendrán que creer en ella si les sigo el juego”, admitió.
Un amor incondicional
Toni Kroos logró meterse en los libros de historia del equipo y convertirse en una de las estrellas más prolíferas del conjunto merengue. Este amor que profesan tanto jugador como club ha sido una de las claves de su éxito durante todos sus años bajo la camiseta blanca.
“Siempre lo ha hecho muy inteligentemente. Siempre tuvimos que sustituir mucha calidad, pero entonces ya estaba listo un nuevo jugador joven. Una rueda engranó con la otra. No solo cuentan las piernas, sino también lo que hay entre las orejas”, respondió
También se acordó del que fue su compañero: “Cristiano estaba cuando llagaba al entrenamiento y seguía cuando me iba. Todos queremos ganar títulos y marcar goles, pero para él era una adicción positiva el marcar goles. Me atrevo a decir que eso es lo que él también quiere en Arabia Saudí”.
El debate del Balón de Oro
El futbolista teutón fue clave en los títulos del Real Madrid durante el anterior ejercicio. Pese a su posición en el campo, ha logrado una nominación para el Balón de Oro, aunque en esa lista aparecen nombres como Vinicius Jr., Carvajal o Rodri.
No obstante, Kroos tiene claro que hay una cosa que no le gusta de su deporte. “Los premios individuales en el fútbol me parecen completamente innecesarios. Sin el equipo, el individuo no sería nada”, expresó.