Muchos jugadores destacan por su fútbol en el campo, sin embargo, no logran convertirse en piezas claves para sus clubes. Más allá de la calidad, de la precisión o de la técnica, el trabajo en equipo, la lectura de juego o la disciplina pueden llegar a jugar un papel más importante que el talento.
Deportistas como Cristiano Ronaldo han demostrado que no basta con ser futbolista durante los 90 minutos de partido, sino que se debe de cumplir con las normas tanto dentro como fuera. Sin embargo, Ousmane Dembélé no ha sabido aplicarse ese cuento, lo que le ha acabado pasando factura tanto en el Barça como en el PSG de Luis Enrique.
Durante su etapa en el Barça, el francés fue tachado de oveja negra del vestuario. La sombra de Neymar, al que venía a sustituir, le acechó desde el comienzo. La marcha del brasileño, al igual que lo sería la de Messi, fue muy dolorosa para los azulgranas. Sumado a los casi 150 millones de euros que Josep María Bartomeu pagó al Borussia Dortmund por él le pusieron el listón muy alto. No obstante, nunca terminó de darles los resultados que esperaban, su fútbol fue muy irregular y acabó convirtiéndose en una decepción para el club.
Tampoco acabó de adaptarse a España ni de aprender el idioma. Esta situación hizo que su relación con los compañeros tampoco fuera muy estrecha. Las lesiones que encadenó tampoco ayudaran a que los aficionados cogieran cariño al francés; se le acusó de no respetar los horarios de descanso. Al final, Laporta tomo la decisión de traspasarlo y acabar con un asiduo al banquillo.
Xavi apostó por él
Pese a la falta de confianza que el club tenía en él, la llegada de Xavi Hernández le tendió una nueva oportunidad en el Barcelona. El exjugador blaugrana mostró su confianza al extremo derecho desde el primer momento. Y, cuando parecía que equipo y jugador se había reconciliado, firmó un nuevo contrato con el París Saint-Germain.
Los parisinos pagaron 50 millones por él, es decir, su cláusula de rescisión. Llegó al Parque de los Príncipes en 2023, bajo las órdenes de Luis Enrique. Su primera temporada fue discreta, jugó 42 partidos, marcó seis goles y dio catorce asistencias. Sin embargo, tras la llegada de Mbappé al Real Madrid, su papel comenzó a destacar y se ganó la confianza del asturiano.
No obsten, el que fuera campeón del mundo en 2018 con Francia desaprovechó, de nuevo, su oportunidad. El de Vernon, a sus 27 años, sigue teniendo problemas disciplinarios. El técnico español confirmó esto en rueda de prensa, aunque no quiso dar detalles y confirmó que había incumplido con el código de conducta.
Esta situación llevó al técnico español a tomar la decisión de apartar al jugador y no convocarlo para el partido del martes 1 de octubre contra el Arsenal. Luis Enrique ha dejado claro en múltiples ocasiones que en su equipo no quiere nombres, sino jugadores comprometidos, por lo que no sorprende esta medida, pese a tratarse de una de las principales figuras del club galo.
Sin embargo, las aguas pueden haberse calmado. Fabrizio Romano informó que Ousmane Dembélé se habría disculpado con el entrenador. Esta situación podría adelantar una posible convocatoria para el Niza - PSG del domingo 6 de octubre.