Un recital de Lewandowski y otro de Raphinha lidera la goleada del Barcelona ante Young Boys en Champions

El delantero polaco ha visto portería por partida doble, al que se sumaban Raphinha, Íñigo Martínez y Balde

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Los jugadores del FC Barcelona celebran el primer gol del equipo blaugrana ante Young Boys (EFE / Alejandro García)
Los jugadores del FC Barcelona celebran el primer gol del equipo blaugrana ante Young Boys (EFE / Alejandro García)

El Estadio Lluís Companys se convirtió en el escenario de la fiesta del FC Barcelona. Su debut en la Champions ante el Mónaco no permitió a los blaugranas lucir como ahora ya están acostumbrados a hacer, pero ante Young Boys no fallaron. Flick recibió a los suizos en casa con toda la artillería sobre el verde. No podían permitirse una nueva derrota y no lo hicieron. En el minuto 8, cuando prácticamente estaban todavía colocándose en el campo, Lewandowski adelantó al Barcelona en el marcador. Raphinha amplió distancias. Fue Íñigo Martínez cuando quien dio por inaugurada la fiesta de azulgrana y Lewandowski volvió a aparecer para protagonizar el jolgorio en el que se había convertido el estadio de Montjuic. Pero fue Balde quien puso la guinda al encuentro.

Los culés están empezando a acostumbrarse a ver a Robert Lewandowski autochocando los puños mientras mira al fondo del Lluís Companys. Es su ya característica forma de celebrar los tantos, en honor a su hija Klara, ya que fue ella quien hacía dicho gesto. Desde entonces siempre le acompaña tras ver portería y este año han sido muchos los campos y los equipos que han visto al delantero polaco realizando este movimiento. Siete goles en nueve partidos son las cifras que maneja este año el nueve blaugrana. Hasta que llegó el encuentro ante el Young Boys, donde volvió a brillar y a liderar el ataque de los de Flick. Su ritmo goleador, desde siempre, pero en particular desde que el técnico alemán asumió el banquillo del Barcelona, se ha disparado.

Actuación de Lewandowski aparte, el recital que ha protagonizado el Barcelona este martes en Montjuic fue toda una sucesión de aciertos. Desde que el árbitro indicara el inicio del encuentro, los azulgranas se hicieron dueños y señores del balón y del partido. Y, mientras los suizos estaban tratando de posicionarse en el campo y buscando la forma de herir a los locales, llegaba el primer tanto de los de Flick. Fue en una de esas jugadas en las que el balón pasa por prácticamente todos los jugadores hasta que llegaba a Lamine Yamal que abre para Raphinha y este pone un centro que retama Lewandowski para mandarlo al fondo de la red. Al más puro estilo de dorsal nueve.

Con el marcador ya de cara en los primeros instantes. Los culés han comenzado a mover el juego, creando ocasión tras ocasión, mientras los jugadores del Young Boys aguantaban las embestidas del Barcelona. Y durante 26 minutos lo conseguían, pero entonces Raphinha, otro de los líderes del ataque blaugrana, entraba en escena para ampliar la ventaja del FC Barcelona en el marcador. Lamine Yamal en corto desde la esquina para el capitán, que cedía el balón a Koundé y este a Pedri, que sin pensárselo dos veces disparaba a puerta. Tras varios rebotes, la pelota acababa en los pies de Raphinha que disparaba contra la portería de Marvin Keller y acababa batiendo al guardameta. Tan solo tres minutos más tarde, Íñigo Martínez hacía el tercero para los locales. La fiesta acababa de empezar.

La ‘manita’ del Barça

El equipo de Rahmen era incapaz de encontrar la tecla para poder hacer daño al Barcelona. Eran incapaces de crear, de construir. La posesión era azulgrana, los goles eran azulgrana y el partido era azulgrana. Con estas sensaciones, concluían los primeros 45 minutos y los 22 jugadores enfilaban el túnel de vestuarios para recibir las indicaciones de sus respectivos técnicos, pero la charla sirvió de poco a los suizos. Nada más arrancar la segunda mitad, Lewandowski volvía a aparecer para marcar el cuarto de los locales. Los de Flick sacaban un córner pasado que remataba Íñigo Martínez para volver a poner la bola al área pequeña y, ahí, haciendo otra vez de nueve puro, aparecía el polaco.

Con 4-0 en el marcador, la fiesta del campo se trasladaba a las gradas, mientras los jugadores lejos de poner calma al encuentro seguían empeñados en batir a Marvin Keller, pero eran otros jugadores quienes lo intentaban. Ansu Fati saltaba al verde para recibir una gran ovación de los aficionados, que veían de nuevo a su estrella sobre el césped. De Jong se llevó la otra gran ovación de la noche, tras meses de baja por lesión. El Barça, ya al completo, se lanzaba al ataque con todo y en el 81 de partido Balde ponía la guinda al recital azulgrana. Este cogía el balón en banda izquierda y de primera ponía un centro raso al área que tocaba el defensa de los Young Boys, Camara, y acababa entrando en portería.

En los minutos finales, los suizos tenía una ocasión que acababa siendo anulada por fuera de juego. Un gol anulado que daba paso al pitido final del encuentro. Los azulgranas conseguían su primera victoria en la Champions y en casa, para redimirse de la derrota ante el Mónaco.

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