La promesa incumplida de Gil Marín, consejero delegado del Atleti, contra el Frente Atlético: “Hemos decidido expulsarles”

El asesor delegado del Atlético de Madrid expuso públicamente en 2014 que el club tomaría medidas contra el Frente Atlético tras el conflicto con el Deportivo de La Coruña

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Imagen de archivo de Miguel Ángel Gil Marín.  (EFE/David Fernández)
Imagen de archivo de Miguel Ángel Gil Marín. (EFE/David Fernández)

El fútbol español vive una de las peores etapas de los últimos años en cuanto a la imagen fuera de sus fronteras se refiere. Tras los incidentes del pasado domingo en el Cívitas Metropolitano, el deporte nacional queda muy tocado de cara al resto del mundo. Los lanzamientos reiterados de mecheros y otros elementos a Thibaut Courtois hicieron de un derbi observado en todos los rincones un bochorno global.

Todo el problema proviene de un sector conflictivo en los últimos años en salidas a Europa, visitas a otros estadios de España y recibimiento de equipos en su propio feudo, tanto en el antiguo Calderón como en el actual Metropolitano. El fondo sur del templo rojiblanco es el causante de todos estos problemas, un sector ultra que tiene una ideología muy polémica y que ahora vuelve a estar en el foco por intentos de agresiones contra jugadores rivales: Frente Atlético. Ese grupo fue tachado hace 10 años por Miguel Ángel Gil Marín, consejero delegado del Club: “Hemos decido echarles”, afirmó el dirigente, que aún no ha cumplido con sus palabras.

A la espera de que se cumpla la promesa

Esas palabras de Gil Marín llegaron tras otro episodio de violencia, pero con mayores consecuencias. Dos días antes, tuvo lugar un Atlético de Madrid - Deportivo de La Coruña en el antiguo Calderón, a orillas del Manzanares. Una pelea entre ambo grupos ultras, Riazor Blues y Frente Atlético, acabó con un aficionado gallego muerto.

Frente Atlético, Herri Norte, vuelve al paisaje ultra  (Sergio Pérez/EFE)
Frente Atlético, Herri Norte, vuelve al paisaje ultra (Sergio Pérez/EFE)

Ese hecho hizo que el Atleti empezase a mover ficha para expulsar a su grupo Ultra, ligado con ideologías nazis, de su entrono deportivo. Sin embargo, llega 2024 y un nuevo episodio de violencia sacude al Frente, que sigue con libre acceso a la grada del Metropolitano. Además, más allá de las polémicas que hacen en su propio estadio, fuera de él y de España también crean problemas. En temporadas pasadas, los desplazamientos como visitantes en Champions estaban repletos de ultras, que dejaron imágenes y cánticos ofensivos y gestos ligados a la ideología predominante en el Frente.

El Atleti toma acción, pero insuficiente

Tras ese episodio que ha eclipsado lo ocurrido con el balón en el derbi, el Atlético de Madrid ha tomado acciones de forma responsable, pero de forma insuficiente. Las últimas informaciones publicadas por el propio organismo deportivo hablan de una expulsión permanente de un aficionado, que lanzó objetos al verde.

Sin embargo, esa acción parece insuficiente, puesto que se lanzaron varios mecheros y objetos al campo por parte de varias personas del fondo sur. Además, hay imágenes que se han viralizado de aficionados del Frente Atlético que iban con el rostro tapados con máscaras y otros elementos, acción que fue perseguida y prohibido por LaLiga tras conocerse la campaña divulgada en X, que se pretendía llevar a cabo contra Vinicius.

Koke dialoga con los ultras.  (AP Foto/Bernat Armangue)
Koke dialoga con los ultras. (AP Foto/Bernat Armangue)

Por el momento, ningún comunicado respecto al Frente Atlético se ha emitido, y tampoco se le espera. Además, lejos de castigar y mostrar la disconformidad de su actitud, los jugadores se fueron a celebrar con ese mismo grupo que propició la suspensión del partido durante cerca de 20 minutos.

Así, no se espera que la promesa se cumpla pronto, al menos de que sea forzada por parte de la RFEF, FIFA, UEFA bajo amenaza de sanción. Tras la reunión de los comités de violencia, se espera que mañana las propuestas de sanciones publicadas sean severas contra el Club y aficionados, en particular, por gestos, cánticos e intentos de agresión.

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