Andrés Iniesta se retira: el héroe del Barcelona y la Selección cuelga las botas a los 40 años

El futbolista, hoy en el Emirates Club, anunciará el final de su carrera el día 8, número que ha lucido todos estos años en su camiseta

Guardar
Andrés Iniesta celebra el gol
Andrés Iniesta celebra el gol frente a Holanda rindiendo homenaje a su amigo Dani Jarque. (AFP/Gabriel Bouys)

Hace tiempo que se perdió la pista a Andrés Iniesta, héroe del Barcelona y de la Selección, pero seguía jugando al fútbol. El de Fuentealbilla (Albacete) ha pasado unos años en Japón y ahora reside en Emiratos Árabes, donde ha decidido poner fin a su carrera. Será el 8 de octubre cuando lo haga oficial. Es el número, el 8, que ha llevado a la espalda a lo largo de su trayectoria.

Autor del gol más importante en la historia del fútbol español y uno de los mejores centrocampistas que ha dado este deporte, fue clave para los éxitos tanto del FC Barcelona como de la Selección. Solo se le ha resistido un título, individual, y fue el Balón de Oro, que tampoco recibió su tantos años compañero Xavi Hernández.

Al contrario que estrellas como Toni Kroos, que lo dejó en alto y a los 34, Iniesta se confesaba incapaz de abandonar los terrenos de juego si el cuerpo se lo seguía permitiendo, incapaz también de desvincularse del verde cuando tuviera que tomar esta para él dolorosa decisión: quiere ser entrenador.

Canterano del Albacete, despuntó en un torneo de Brunete organizado por el periodista José Ramón de la Morena en 1996. Bajito, habilidoso, descarado. El 29 de octubre de 2002, debutó con el primer equipo del Barcelona para empezar a levantar su leyenda.

Andrés Iniesta marca el gol
Andrés Iniesta marca el gol que lleva al Barcelona a la final de la Champions en Roma en 2009. (Dylan Martinez/Reuters)

Dos goles y un mensaje sobre la salud mental

Con el club blaugrana levantó cuatro Champions League, nueve Ligas, seis Copas de Rey, tres Mundiales de Clubes, tres Supercopas de Europa y siete Supercopas de España. También marcó uno de los goles más importantes de esta era, en Stamford Bridge frente al Chelsea, llevando a su equipo a la final de Roma.

Con la Selección, el Mundial y dos Eurocopas. Para la memoria, el golpeo del balón para batir a Stekelenburg en la prórroga y la celebración quitándose la camiseta para mostrar una interior con el nombre de su amigo Dani Jarque, fallecido. “¡Iniesta de mi vida!”, gritó en la transmisión el exseleccionador José Antonio Camacho.

En el césped, prevalecerá la imagen de un jugador que no perdía la pelota, que driblaba y pensaba rápido y que fuera de los focos del estadio deseó un segundo plano, sin declaraciones altisonantes ni extravagancias.

Aunque discreto, ha lanzado un mensaje importante a todos quienes puedan admirarle, y es que ni el éxito garantiza una óptima salud mental. “No tenía ganas de vivir. No tenía esa alegría o energía que tiene que tener la vida. Te hacen pruebas y estás bien, pero tú notas que algo no funciona. Te metes en tu cuerpo y tu mente, donde todo lo ves negro. Deseaba que llegase la noche para tomarme mi pastilla y descansar. Ese era el momento de más placer”, explicó en una entrevista.

Este pasado verano, en un evento comercial, Iniesta abordó la posibilidad de trabajar en un futuro en el Barcelona: “Evidentemente, me gustaría volver en algún momento de mi vida porque así lo siento, pero el momento o de qué manera no lo sé yo ni lo sabe nadie”.

Por ahora, nada está escrito. Solo marcado el 8 de octubre en el calendario, cuando comparecerá para anunciar lo que no deseaba. Un vídeo en sus redes sociales anticipa el acontecimiento, el adiós a un deportista que dio ejemplo dentro y fuera del campo.

Guardar