El tenis mundial comienza a temer que Carlos Alcaraz empiece a pasar el rodillo ante sus rivales del panorama ATP. Tras los malos recuerdos en la pasada gira americana, donde fue eliminado antes de lo esperado en US Open y en Cincinati, ahora el español regresa a su nivel y saca todo su talento en una racha de superioridad aplastante hacia sus rivales en pista: ha ganado los ocho partidos siguientes y solo ha cedido un set.
El sabor de boca del murciano parece seguir por el momento tras derrotar a Medvedev en un partido en el que las roturas de servicio han reinado, pero donde Alcaraz ha explotado su mejor tenis con puntos elaborados que han levantado de sus asientos a los espectadores. Tras un torneo que aún está por redondear en la final, el de El Palmar se sitúa como número dos del mundo, que le hace tener un mejor encuadre en el Open de Australia de finales de año. Sin embargo, alcanzar el número uno se presta imposible: Sinner tiene una amplia ventaja respecto a Alcaraz, máximo perseguidor.
El número 2 del ranking: una gran ventaja
Tras conseguir superar al alemán Zverev, Carlitos consigue una gran ventaja de cara al primer grande la siguiente temporada: el Abierto de Australia, único grande que se le resiste al español. Con ese ranking, Alcaraz se enfrentaría a Sinner únicamente en una hipotética final, además de tener un cuadro más asequible.
A pesar de ser el número dos actual, el murciano no lo tiene garantizado en absoluto. Su progreso en el ranking se debe a la baja esta semana de Zverev, que no ha podido participar en Pekín. No obstante, el ahora tercer clasificado podrá intentar recuperar ese puesto en la lista ATP, que le daría a él el privilegio de tener unos emparejamientos más asequibles, a priori.
El clásico del tenis moderno: Alcaraz - Sinner
Una vez pasado de ronda, Carlitos ya se encuentra a la espera de conocer rival para la final de este torneo de la gira asiática. Lo que dicta el sentido común es que el oponente en ese último encuentro del torneo sea Jannik Sinner. Una hipotética final que sería del agrado de todos los amantes del tenis, pero que seguirá con la puesta en el ojo de la tormenta del italiano por su pasado positivo en los controles antidopaje.
Sin duda, es el partido más esperado desde que se dio a conocer la noticia del italiano. Ambos tenistas aseguran el espectáculo cada vez que salen a pista, y más si lo hacen juntos como rivales. Tras un torneo donde han reinado las polémicas con las gradas vacías, este partido podría romper esa imagen y llenar hasta la bandera el estadio de Pekín.
De ganar el español, recortaría puntos a Sinner en la general del ranking, pero quedaría muy lejos todavía de él. Por el lado contrario, por el de su perseguidor, el español aumentaría su distancia con Zverev, lo que le daría más margen de cara a mantener ese segundo puesto de cara al primer grande de la siguiente temporada.