Quién es Busquets Ferrer, el árbitro que dirigirá el gran derbi de Madrid: la gran promesa que hace dos años estaba en Tercera

El colectivo arbitral español busca una regeneración generacional que está encabezada por el mallorquín, que se establece como el mayor proyecto de colegiado de nuestro país

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Busquets Ferrer. (Pablo Morano/Reuters)
Busquets Ferrer. (Pablo Morano/Reuters)

El primero de los grandes derbis de primera división está próximo y ya se nota en el ambiente, tanto en lo futbolístico como en lo polémico. La RFEF ha dado a conocer las designaciones arbitrales, entre las que destaca la más esperada de todas: la del Atlético de Madrid y Real Madrid. Ambos equipos se enfrentan este domingo a las 21 horas en el Civitas Metropolitano.

La decisión de los órganos competentes en la asignación de colegiados es valiente y se basa en el proyecto que llevan años forjando. Así, el elegido ha sido Mateo Busquets Ferrer, árbitro de 30 años del comité balear. La Real Federación Española de Fútbol tiene en él grandes esperanzas puestas, pues con su edad ya está en la élite del arbitraje español y se postula como internacional. Pero, ¿qué sabemos de Busquets Ferrer?

El colegiado empezó del lado que ahora juzga, es decir, tuvo su etapa como jugador de fútbol en equipos de categorías inferiores. El nivel del ahora árbitro era destacable, ya que militó en la selección balear alevín, donde, casualmente, coincidió con un jugador profesional en activo de nuestro fútbol: Sergi Darder.

Decidió cambiar los goles por las tarjetas

Sin embargo, más allá de haber llegado a jugar en su selección autonómica, decidió dejar de ver el fútbol desde esa perspectiva para hacerlo de juez y no de jugador. Su apuesta no le salió mal, ya que se ha convertido en una de las apuestas más fuertes del arbitraje español con tan solo 30 años. Estas cifras recuerdan a las de uno de los árbitros más icónicos de nuestro fútbol, ya retirado: Antonio Mateu Lahoz.

Con una corta carrera, por el momento, tendrá su gran momento en todo un Atlético de Madrid - Real Madrid, un partido lleno de tensión y de rivalidad, que no fácil será de dirigir. Sin embargo, a pesar de su corta trayectoria en el mundo profesional del arbitraje, ya cuenta con experiencia: en su desarrollo ha pasado por la 1RFEF, el tercer escalón del fútbol profesional, donde fue encargado de los playoffs de ascenso nada más llegar a la categoría.

Después de un par de años, en los que tuvo una participación discreta en número de partidos, pero altas en cuanto a su nivel, ascendió a segunda división. En la categoría de plata ya demostró su potencial con buen manejo y actuaciones, que hicieron que se pusiera el foco más aún en él. Allí ganó experiencia en el derbi de los filiales, donde el Atlético B se impuso por 1-2 al Castilla en el año 2020. Un año después, tras una buena temporada en una liga complicada, como lo es la segunda, la federación y el CTA decidieron ascenderle a primera división, donde ya se encuentra en su segunda campaña, y las que le quedan.

Su forma de arbitrar y algunos datos

Una de las cosas que más importan en un colegiado es la forma en la que maneja los partidos y las muchas situaciones difíciles que estos tienen. En este sentido, es resolutivo y muestra personalidad en la mayoría de decisiones.

Es un árbitro al que le gusta marcar el terreno con tarjetas para evitar males mayores, por lo que en ese sentido tiende a amonestar en gran medida. Su media en lo que va de temporada, en la que ha arbitrado cuatro partidos, está en torno a las cinco tarjetas por encuentro. Además, ha expulsado ya a dos jugadores, por lo que su media de rojas está en 0.5 por partido, aunque esta cifra, por estadística, bajará conforme pasen los encuentros.

Mateo Busquets Ferrer enseña una amarilla. (Albert Gea/Reuters)
Mateo Busquets Ferrer enseña una amarilla. (Albert Gea/Reuters)

Para los intereses blancos, este árbitro señaló el penalti a Vinícius en Las Palmas, y también cobró otro a Lamine Yamal en Villarreal. Estas han sido las dos únicas penas máximas que ha señalado por ahora esta temporada. Finalmente, en lo que a faltas se refiere, promedia unas 30 por cada encuentro, lo que supone una cada tres minutos, una elevada cifra para el desarrollo efectivo del juego.

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