El 19 de septiembre, el Barça viajó hasta el Estadio Luis II, el estadio del Mónaco, para disputar el primer partido de la Champions. Los de Hansi Flick no pudieron imponerse contra el equipo del Principado y el marcador cerro 2-1. Maghnes Akliouche fue el encargado de adelantar a los locales. Y, pese al intento de Lamine Yamal por empatar el partido, George Ilenikhena acabó anotando el segundo y llevándose el partido.
No obstante, el resultado no fue el único mazazo que se llevó el club en su primer acercamiento con el nuevo formato de la competición europea. La UEFA ha hecho público el viernes 27 de septiembre que deberán de hacer frente a una sanción debido a una de las pancartas que se dejaron ver en las gradas.
Unión Europea de Asociaciones de Fútbol indicó que el Órgano de Control Ético y Disciplinario ha decidido castigar los hechos al no cumplir con las normas contra el racismo y las conductas discriminatorias, como se indica en el artículo 14.2 de la Regulación Disciplinaria de la UEFA.
En el comunicado, ordenan “la ejecución de la medida disciplinaria suspendida impuesta por el Órgano de Apelación de la UEFA en su decisión de 17 de abril de 2024 por el comportamiento racista de sus aficionados, es decir, prohibir al FC Barcelona vender entradas a sus aficionados visitantes para la próxima (1) Partido de competición UEFA de conformidad con el artículo 26(3) del Reglamento Disciplinario de la UEFA”.
A su vez, se ha estipulado una “multar al FC Barcelona con 10.000 €” y la prohibición “al FC Barcelona de vender entradas a sus aficionados visitantes para un (1) partido adicional de competición UEFA por el comportamiento racista de sus aficionados. Dicha prohibición de vender entradas a sus seguidores visitantes queda suspendida por un período probatorio de un (1) año, contado a partir de la fecha de la presente decisión”
Tras conocerse la noticia, el equipo catalán ha emitido un comunicado reaccionando a la sanción. “El Club informa que acatará y aplicará esta sanción en el partido de la jornada 4 de la UEFA Champions League que el equipo jugará contra el Estrella Roja en Belgrado el 6 de noviembre. El FC Barcelona procederá a devolver el importe de la entrada a todos aquellos aficionados y aficionadas que ya la hayan adquirido”, indicaron.
Qué símbolo enseñaron
Pese a que puede pasar desapercibido, varios aficionados azulgranas lograron introducir en el estadio una bandera negra en la que se podía leer una proclama nazi. En medio del trozo de tela se podía leer: “Flick Heil”. Este problema hace referencia a una de las frases más célebres del régimen fascista.
Los aficionados decidieron unir el apellido de su actual entrenador, Hansi Flick, de origen alemán, con la frase original Sieg Heil, que significa salve la victoria. Junto a ese mensaje, también se extendió la proclama Heil Hitler, que se empleaba para apoyar al dictador del Tercer Reich. A su vez, la tipografía empleada en la bandera es muy similar a la que usaban en esa época en Alemania.
“El FC Barcelona rechaza cualquier tipo de apología de la violencia y, como marcan los artículos 3 y 4 de sus Estatutos, velará por la protección y promoción de la Declaración Universal de los Derechos Humanos recogida en la Carta Internacional de los Derechos Humanos proclamada por las Naciones Unidas”, apuntaron en su comunicado.
“A raíz de los comportamientos de los Grupos de Animación y de los aficionados y aficionadas, tanto en los partidos disputados como locales (ya sea en el Estadi Olímpic Lluís Companys como en el Johan Cruyff) como en los desplazamientos a campos contrarios y que están comportando reiteradas sanciones, tanto a nivel estatal como internacional, se informa que el Club reforzará las medidas actuales y emprenderá las actuaciones adicionales que sean adecuadas para evitar que estos hechos se repitan en el futuro así como para sancionar a los responsables”, recalcaron.