Las deportistas femeninas siguen siendo objeto de comentarios machistas o sexistas. Los comentarios contra jugadoras y árbitras no han cesado. La última en protagonizar un caso similar ha sido Emanuela Rusta, árbitra albanesa de la Champions League femenina, quien ha cerrado su cuenta de Instagram tras recibir numerosos mensajes sexistas. Harta de ser conocida como “la árbitro sexy”, Rusta decidió tomar esta medida para enfocarse en su carrera profesional y distanciarse de las etiquetas. “Deberían centrarse más en mi profesionalismo que en otras cosas,” declaró Rusta a AFP.
La árbitra, quien además de su destacada trayectoria en la Superliga masculina de Albania ha sido cuarto árbitro en varios encuentros de la Champions League femenina, considera que la atención mediática sobre su apariencia física ha dificultado su crecimiento profesional. A sus 30 años, enfrenta la constante lucha por ser aceptada en un campo tradicionalmente dominado por hombres. “Tienes que luchar duro para ser aceptada, hay que romper el techo de cristal”, subrayó en una declaración recogida por AFP.
En las últimas semanas, Rusta se ha convertido en el blanco de comentarios sexistas tras su participación en algunos partidos de la competición europea. Las redes sociales han sido un altavoz de estos comentarios, muchos de los cuales se centraban en su apariencia en lugar de su desempeño. Aunque Rusta había compartido anteriormente imágenes de ella en bikini y haciendo ejercicio en el gimnasio, decidió eliminar su cuenta de Instagram para evitar la escalada de ofensas.
La problemática no se limita a los comentarios en redes sociales. Medios de comunicación en su país de origen han utilizado titulares como “la árbitro sexy que sube la temperatura”, desviando la atención de su capacidad y profesionalidad. Uno de los casos más llamativos se produjo en 2022, cuando un reportaje afirmó que “había robado el protagonismo” en un partido de Champions League pese a ser solo el cuarto árbitro.
Emanuela Rusta, camino a arbitrar el partido entre Sporting de Lisboa y Real Madrid en la Champions League femenina, sigue luchando contra estereotipos y busca que se reconozca su habilidad en el arbitraje. Además de ser uno de los referentes del arbitraje femenino en Albania, también ha trabajado como árbitro asistente en partidos masculinos, donde ha logrado destacarse gracias a su conocimiento de las reglas del juego y su imparcialidad a la hora de tomar decisiones complicadas en el campo. Sin embargo, la constante sexualización y la atención mediática negativa continúan siendo un gran obstáculo para su carrera. Rusta aseguró que los comentarios sexistas no solo provienen de aficionados, sino también de algunos colegas y miembros de la comunidad futbolística, lo que hace aún más desafiante su camino hacia la igualdad en el deporte.
El machismo en el deporte
La situación de Rusta no es un caso aislado. En todo el mundo, las mujeres en el deporte están luchando contra estereotipos y prejuicios similares. En muchos casos, las mujeres deportistas y árbitros sufren ataques no solo por parte del público, sino también de los medios de comunicación, que perpetúan estereotipos y refuerzan la idea de que la apariencia es más importante que la habilidad y profesionalismo. Lo cierto es que todavía existen muchos casos de machismo dentro del deporte, prueba de ello es el caso de Emanuela Rusta.