Elena Congost, la española a la que quitaron el bronce por ayudar a su guía: “Ha sido un robo. Me han dejado sin nada”

La catalana soltó la cuerda que la unía a su guía a escasos 10 metros de la línea de meta y los jueces le retiran su bronce paralímpico

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Elena Congost junto a su guía Mia Carol en París 2024. (Jennifer Lorenzini/REUTERS)
Elena Congost junto a su guía Mia Carol en París 2024. (Jennifer Lorenzini/REUTERS)

El domingo 8 de septiembre, París despidió los Juegos Paralímpicos 2024. Y, como no podía ser de otra manera, lo hizo entregando las últimas medallas del verano. Entre otras pruebas, se decidió a los campeones de maratón. Alberto Suárez Laso abrió la veda al colgarse la plata en la clase T12. Elena Congost aumentó la épica española en la modalidad femenina T12, sin embargo, su alegría no duró mucho.

De la mano o, mejor dicho, de la cuerda con Mia Carol, su guía, cruzaron en tercera posición, más de tres minutos por delante de la china Misato Michishita. No obstante, la normativa 7.9.5 les jugó una mala pasada, se indica que no se debe soltar la correa y que el guía no puede cruzar la línea de meta antes que el deportista. A escasos metros del final, el acompañante de Congost, acalambrado, estuvo a punto de caer al suelo. En ese momento, la atleta, en pleno acto reflejo, soltó la cuerda que les unía apenas uno o dos segundos. Aun así, esto fue suficiente para los jueces para descalificarlos una vez finalizaron el recorrido.

Como ha confirmado la Federación Española de Deportes para Ciegos a Infobae España, la deportista china fue la encargada de interponer la queja. El cuerpo técnico español trató de reclamar la decisión de los jueces, pero no prosperó. Sin embargo, Pedro Maroto, director técnico de Atletismo de la Federación, apuntó a este medio que “se aplicó la norma tal y como está escrita...”, pero que “todos los jueces estaban ‘tristes’ por tener que tomar esta decisión”.

La corredora no pudo asistir a los Juegos Paralímpicos de Tokio 2020 debido a su maternidad. Sin embargo, ya sabe lo que es estar en esta competición y también ganar. Logró la plata en la prueba de los 1.500 metros en Londres 2012 y el oro en el maratón en Río 2016.

Un camino de 2.920 días

La corredora no pudo estar presente en la última cita paralímpica, es decir, habían pasado ocho años. Sin embargo, logró llegar preparada a París 2024 y competir al más alto nivel. “Ha sido un proceso duro y ha sido un proceso en solitario, pero junto con mi equipo, mi entrenador y mis compañeros, mi familia. Todo el mundo ha estado ayudándome y dando el máximo”, confesó Elena Congost a Infobae España. “Y ayer me quité esa espinita que se la debía a todo el mundo y, al final, tampoco pudo ser. Pero solo toca remontar, luchar por defender todo y seguir adelante. No queda otra”, apuntó.

“Yo mi carrera y este año duro de entrenamientos realmente, lo valoro de diez. Estoy superorgullosa y satisfecha de cómo hemos trabajado, de todo lo que he hecho. No cambiaría nada”, se sinceró la catalana. Pese al trágico desenlace, consiguió volver a recorrer los 42 kilómetros. “Estoy muy contenta y la carrera creo que fue espectacular. Fue rotunda. El regreso a la competición y bueno, lo único fue esta norma malinterpretada, mal aplicada y fuera totalmente de contexto y de lugar”, indicó Congost.

“Ha sido lo que me ha dejado sin nada, sin premio. Sí que me ha dado mucho cariño, mucho reconocimiento mediático, pero me ha quitado ese momento dulce de celebrar ese momento de fiesta. El colofón a una temporada perfecta. Y, sobre todo, lo que es a nivel económico. Al final, es nuestro trabajo y nadie trabaja gratis. Para poderse dedicar a lo que deseas, necesita una estabilidad económica y más con cuatro hijos. Todo lo había hecho por ellos, básicamente”, se sinceró.

A través de las imágenes en meta, se observa como al segundo de soltar el cordel lo agarra con la otra mano, con el objetivo de seguir unida a su guía. Sin embargo, la ley es la ley. “Las normas están escritas para que no se haga trampa. En el momento que alguien suelta la cuerda en beneficio del atleta y se está haciendo trampa, se tiene que aplicar esta norma. Pero como todas las normas, antes de aplicarla, tú, como persona, debes interpretarlas, porque si no ya lo hará un robot o una máquina”, indicó.

“Somos las personas las que tenemos que interpretarlas y ver el contexto. Tú si pones el coche en medio de la autovía y te bajas a pasearte, te van a poner una multa. Pero si tú aparcas el coche y te bajas para ir a ayudar a alguien que ha tenido un accidente, no te van a multar y te lo van a agradecer en todo caso”, justificó. “Entonces, si se te escapa la cuerda porque estás ayudando a una persona, que encima no viene en beneficio tuyo, que la carrera ya está decidida y que no alteras el resultado, vamos, que no molestas a nadie, no puedes decir la norma es la norma”, espetó. “En este caso, la norma es correcta, pero está mal aplicada. Es un sinsentido total”, continuó.

“Es un robo, porque creo que todo el mundo lo ha visto. Todo el mundo lo sabe. Y es que, no hay más que decir. Creo que soy la merecedora, corrí 42 kilómetros en tres horas para ganar esta medalla y que a falta de cinco metros pase esto, no me ayuda en nada”, intervino. “Llevaba cuatro minutos de ventaja sobre la siguiente atleta”, apuntó.

Elena Congost y Mia Carol Bruguera. (Jennifer Lorenzini/REUTERS)
Elena Congost y Mia Carol Bruguera. (Jennifer Lorenzini/REUTERS)

Al llegar a la meta, hubo bastante confusión con lo que estaba ocurriendo. “Primero pensé que se solucionaría, porque no tenía sentido que no se solucionara. Pero bueno, cuando vi que realmente no había solución, sentí mucha rabia en el primer momento, estaba muy disgustada. Me enfadé”, explicó a Infobae España. “No es solo una carrera, es todo lo que hay detrás de esa carrera. Es un año de trabajo, pero no solo mío, sino de mucha gente a la que yo tenía que devolvérselo y a mis hijas y demostrar a todo el mundo lo que había trabajado y no pude hacerlo”, añadió. “Sí pude hacerlo, gracias a Dios todo el mundo vio lo que hice y todo el mundo vio el magnífico resultado. Pero al final, yo me quedé sin nada”.

Un resultado menos amargo

A través de un comunicado de prensa, Miguel Carballeda, presidente del Comité Paralímpico Español, anunció que iba a proponer concederte una beca en la próxima reunión. “Considerando la magnífica actuación realizada hoy por Elena, plantearemos la concesión de una beca en la próxima reunión del panel de decisión que compartimos con el Consejo Superior de Deportes y la Federación Española de Deportes de Personas Ciegas. Felicitamos a nuestra magnífica deportista y a su guía por la gran maratón realizada hoy en la conclusión de los Juegos Paralímpicos de París 2024″, decía el texto.

Comunicado del Comité Paralímpico Español. (CPE)
Comunicado del Comité Paralímpico Español. (CPE)

“Me alegra mucho porque al final, esto es mi trabajo, pero también es mi pasión. El deporte, y más una maratón, si no es por amor, no la preparas, porque es muy duro”, indicó. “Yo soy muy feliz realmente de estos comunicados que me han llegado. Supongo que si se acaban materializando podré seguir con mi trabajo, mi sueño y mi carrera deportiva e intentar quitarme esta espinita que ayer ya parecía que me quitaba”, prosiguió.

Pese a la no poder volar a Barcelona con su medalla, la atleta no ha pasado por esto sola. Su guía, Mia Carol, ha sido sus ojos durante todo el camino a París. “Ha sido increíble. Hemos entrenado muchos días juntos, también hemos sufrido juntos, nos hemos reído. Creo que ha habido mucha complicidad”, expresó. “Se crea un vínculo muy especial. Es una relación de amistad, de compañero de entreno. Cuando la relación con un guía es de confianza 100%, él corre para ser tus ojos. Nos convertimos en una persona y es algo muy bonito. No lo sabría describir, pero lo volvería a repetir mil veces”.

Elena Congost y Mia Carol Bruguera llegando a meta. (Jennifer Lorenzini/REUTERS)
Elena Congost y Mia Carol Bruguera llegando a meta. (Jennifer Lorenzini/REUTERS)

En la próxima cita, es decir, en Los Ángeles 2028, Elena Congost tendrá 40 años. Y, pese a que todavía no había aterrizado casi en España, no cierra la puerta a un nuevo ciclo paralímpico. “Ahora mismo lo que tengo ganas es de acabar de digerir todo lo que ha pasado y relajarme, sentarme y ver cómo queda todo al final. Descansar unos días porque ha sido muy duro este año”, confesó. “Pues sí, evidentemente, coger el toro por los cuernos. Y, si todo se alinea, y tengo la estabilidad que necesito, pues entonces sí, intentar luchar al máximo por estar en los siguientes juegos y estar en la mejor posición posible”, adelantó.

No obstante, hasta llegar a esa fecha, quedan cuatro años por delante. Pero, la española no quiere pensar ahora en una competición cercana: “No, ahora mismo no. De juegos a juegos. Por el camino, bueno, supongo que me prepararé alguna prueba, pero ahora mismo no me ha dado tiempo ni a planteármelo con todo lo que ha pasado”.

“No he digerido lo que pasó ayer. He estado mucho tiempo preparándome para ello y ahora más. Lo que necesito es desconectar, descansar, ver qué sucede y cargarme de energía”, finalizó.

Sara Andrés, atleta paralímpica especializada en velocidad y salto de longitud.
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