Los aficionados al automovilismo quedaron deslumbrados con la presentación del Aston Martin Valkyrie. Como no iba a ser de otra forma, Fernando Alonso, piloto de la escudería, es uno de los afortunados que se ha hecho con un ejemplar. Sin embargo, pocas horas después de estrenarlo, sufrió una avería en las calles de Mónaco. El superdeportivo, diseñado por Adrian Newey, se detuvo de forma inesperada y obligó al piloto a llamar a la grúa.
“Es un coche increíble, pero como todo en la vida, nada es perfecto”, comentó uno de los aficionados que presenciaron el incidente. Prácticamente se trata de un Fórmula 1 para la carretera, y esto no es lo único que lo hace exclusivo. En total, se han fabricado solo 150 ejemplares.
No solo destaca por su característico color verde, sino que cuenta con un V12 híbrido de 1.155 CV de potencia desarrollado por Cosworth. El motor le permite acelerar de 0 a 100 km/h en 2,5 segundos. El Aston Martin Racing Green es uno de los tonos más reconocidos por los seguidores de la marca, y en el Valkyrie también se incluyen gráficos de contraste en AMR Satin Lime. La fibra de carbono, al igual que en los monoplazas, es uno de los materiales principales. También se añadieron el logotipo personal de Alonso en el reposacabezas y un pedal de aceleración en color rojo con el dorsal 14.
En total, se han necesitado alrededor de 2.000 horas para construir cada uno de los ejemplares. Es decir, 300.000 en total para acabar los 150 coches. A esto se suma la prueba de conducción, que se realiza en Silverstone antes de entregarles su adquisición a los compradores. Por ello, el precio ronda los 3,5 millones de euros. Según las declaraciones del propio piloto en una entrevista televisiva, él mismo ha abonado esta cantidad, ya que Aston Martin “no hace descuentos a sus empleados”.
Una obra de Newey
Este coche tiene el nombre de Newey por todos los lados. El ingeniero británico fue el encargado de diseñar el vehículo antes de que la escudería tuviera un equipo de Fórmula 1. Sin embargo, el destino ha querido que ambos se volvieran a unir, aunque esta vez sí, dentro del deporte.
Desde hace varios meses, los rumores sobre una inminente llegada del técnico a Aston Martin se han intensificado. Sobre todo, después de que el dueño de la marca, Lawrence Stroll, afirmara en televisión que le encantaría que trabajara con ellos. En la cadena norteamericana Bloomberg TV, un periodista le preguntó si los aficionados podían esperar que se sumara a Aston Martin y Stroll afirmó que “definitivamente” lo podían asumir.
El equipo tiene convocada una rueda de prensa para el 10 de septiembre, solo tres días antes de que comience el fin de semana en Bakú, Azerbaiyán. Pese a que todavía no existe una confirmación oficial por parte de los de Silverstone, todo apunta a que será allí donde se oficialice el contrato.
El inglés podría empezar a trabajar en el coche para 2026 en la nueva fábrica de Aston Martin en Reino Unido. Además, a partir de 2025 podrán disfrutar de su propio túnel de viento y simulador. El ingeniero no podrá participar en el diseño del coche para la temporada que viene, ya que incumpliría con las políticas de competencia desleal o gardening.