La mujer que perdió los brazos y las piernas por paludismo y que es un ejemplo en los Juegos Paralímpicos: “No somos diferentes a los demás”

Con su discapacidad, ha querido transmitir al mundo un mensaje de positividad en el que muestra que nada es imposible si te lo propones

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Lucie Retail. (Foto de prensa/Ouest France/Ocean-Simon Torlotin)
Lucie Retail. (Foto de prensa/Ouest France/Ocean-Simon Torlotin)

La ceremonia de apertura de los Juegos Paralímpicos de París 2024 estuvo llena de actuaciones artísticas y del tradicional paso agrupado de los diferentes deportistas de cada país competidor. Sin embargo, tras ese desfile rutinario en cada celebración olímpica, la organización del evento quiso mostrar un fragmento audiovisual en el que se narraban diferentes historias de superación. En ese recopilatorio se puede encontrar la historia de Lucie Retail, una mujer que perdió brazos y piernas que ha contado su experiencia y que se ha convertido en todo un ejemplo para todos.

La joven de 42 años habló de todos los cambios que tuvo que realizar en su día a día al sufrir la amputación de sus cuatro extremidades por culpa de la enfermedad de la malaria. Tras ese hecho, la mujer, lejos de venirse abajo, comenzó su adaptación a ese nuevo contexto que le tocaba vivir. Esa pérdida de extremidades no iba a limitarla en su día a día, decidió: ella iba a luchar por mantener un desarrollo normal de vida con la adaptación de sus actividades a sus nuevas capacidades.

Un mensaje de lucha y superación

La chica ha querido mostrar al mundo un testimonio de positividad, de lucha, de salir siempre hacia delante a pesar de las adversidades que se atraviesen en tu vida. También habla de la inclusión de todas las personas que sufren de cualquier tipo de discapacidad. “No somos diferentes de los demás”, afirmó Lucie, según recoge Madame Figaro, para reivindicar la integración y el respeto a tener los mismos derechos y posibilidades en la sociedad. Además, ha querido sacar a la luz su orgullo por tener el cuerpo que tiene. “Tengo un cuerpo que sobrevivió. De hecho, ya no se parece a los códigos de la feminidad, pero para mí es el más fuerte”, explica segura de ella misma y con mucho orgullo. “Es más fuerte y más hermoso que nunca”, añade para reivindicar todavía más la fortaleza y belleza de su actual estado físico.

Y es que también ha dejado un mensaje de superación y de buscar alternativas, un aviso a todas aquellas personas que tiran la toalla a la hora de hacer actividades cotidianas por no poder realizarlas de la forma tradicional. Par ella, lo importante reside en poder realizar la acción, da igual si no puede ser de la forma común. Según dice, si se puede hacer de una forma improvisada o adaptada a cada situación, hay que hacerlo.

Este es su caso con la danza, una actividad que, de pensar negativamente, no podría hacer, al no tener piernas. Pero esto no supone un impedimento para ella. “¿No puedes bailar? ¿No tienes pies? Baila de rodillas”, explica Lucie, para mostrar al mundo que si algo quieres, algo puedes intentar hacer siempre para conseguirlo. “Creo que podemos hacer esto sin cesar, con todas las discapacidades. De hecho, somos ilimitados en lo que podemos hacer”, añade posteriormente, para dejar claro que las personas discapacitadas no han de ponerse límites, sino que han de buscar alternativas para poder superarlos.

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