Después de muchos movimientos, el Barça ha podido inscribir a Dani Olmo en le registro de LaLiga. El mediocentro catalán llegó del Leipzig 9 de agosto, sin embargo, no ha podido disputar ni un minuto con su nuevo club. El fair play financiero impedía el alta del internacional español.
El martes 27 de agosto, y tras dos jornadas ligueras, Olmo es oficialmente jugador de pleno derecho del FC Barcelona. No obstante, Laporta no lo ha tenido fácil para llegar hasta aquí. Por esa razón, tuvo que forzar salidas, como la de Gündogan, o apurar nuevos acuerdos con sus patrocinadores, por ejemplo, Nike.
El futbolista cerró la operación de su traspaso por 60 millones de euros. Su contrato abarca seis temporadas, es decir, hasta 2030, y cuenta con una cláusula de rescisión de unos 500 millones de euros. Los precios de salida desorbitados son un intento de barrera para los ‘clausulazos’ de jeques o clubes estado.
Mercado exprés
El mercado de fichajes comenzó el 1 de julio y se extenderá hasta el 30 de agosto. La problemática con la masa salarial del club catalán no ha surgido de la nada. Desde la marcha de Neymar (2017/2018), esta cantidad ascendió hasta el 70 %, llegando a un máximo del 98 % en 2020/2021. Los altos salarios de algunos de los jugadores, y el Covid-19, que redujo el nivel de ingresos, colocó al Barça en su situación muy complicada.
Durante la temporada 2023/2024, se consiguió reducir el porcentaje hasta el 60 %, según indica el diario Sport. Esto se traduce en 492 millones de euros, pero no es suficiente. Como informó LaLiga en febrero de 2024, el marcador de gasto del club se situaba en 204,161 millones de euros.
Por esta razón, los blaugrana se han tenido que poner manos a la obra para ‘desatascar’ la plantilla. Entre las salidas de este verano destacan las de Sergi Roberto, Gündogan, João Cancelo, Dest o Lenglet. Algunos de estos movimientos han llamado la atención en el mundo del fútbol por la nula rentabilidad que ha obtenido el Barça.
La marcha de Gündogan, como agente libre, al Manchester City fue uno de los grandes bombazos del mercado. El alemán se despidió del club a través de un comunicado. “Si mi salida puede ayudar económicamente al club, es menos triste”, afirmó. El mediocentro tenía contrato en España hasta 2025, con la posibilidad de ampliarlo un año más, y su cláusula de rescisión subía hasta los 400 millones de euros.
Acuerdo con Nike
Más allá de los jugadores, el FC Barcelona necesita más ingresos. Según informó Jijantes el lunes 26 de agosto, el club estaría ultimando el nuevo acuerdo con la multinacional Nike, encargada de fabricar las equipaciones. Pese a que aseguraron que LaLiga habría recibido ya parte de la documentación, Mundo Deportivo aclaró que no. Tras mantener conversaciones con fuentes del club, no habrían remitido ningún documento, pero sí habrían mantenido conversaciones para explicarles cómo van las negociaciones.
Gracias al nuevo contrato se podría regresar a la regla del 1:1, lo que significa que cada euro ingresado se puede reinvertir en fichajes. En principio, la renovación reportaría 90 millones de euros por temporada y una prima inicial de entre 115 y 120 millones.
La situación de los barcelonistas podría ser peor. La empresa estadounidense tuvo en su mano sumir al Barça en un problema económico y judicial. Joan Laporta acusó en febrero de un posible incumplimiento de contrato por parte de Nike. Durante una entrevista en El Món de RAC1. Estas declaraciones supusieron la ruptura de diversas cláusulas del contrato, como indica el diario Sport.
El Barcelona decidió, unilateralmente, rescindir el contrato con la marca de ropa deportiva. En ese momento, los norteamericanos acudieron a la justicia y solicitaron medidas cautelares. Los jueces les dieron la razón, puesto que el acuerdo no podía romperse hasta 2028, momento en el que finaliza.
Inscripción por fascículos
Casi por los pelos, el equipo de la ciudad condal ha encontrado un ‘vacío legal’ para poder inscribir a Dani Olmo. Después de no poder viajar a Valencia y tener que ver el partido contra el Athletic desde la grada, jugará contra el Rayo en Vallecas.
LaLiga ha aceptado su ficha debido a la lesión de larga duración de Andreas Christensen. Esta fue la misma fórmula que se empleó para anotar a Íñigo Martínez en lugar a Araujo. El danés se marchó de baja tras la segunda jornada por una tendinopatía en el tendón de Aquiles izquierdo, según informó el club. Se espera que esté cuatro meses fuera, lo que le permite al equipo acogerse al artículo 77 de la normativa del Control Económico de la LFP.
Una baja por larga duración supone un ahorro del 80% del salario de Christensen. Esa reducción permite la llegada de pleno derecho de Olmo sin incumplir el límite salarial. Sin embargo, esta fórmula solo le valdrá hasta el 31 de diciembre. Todavía tiene tiempo para seguir liberando capital, como por ejemplo, con las cesiones de Lenglet y Vitor Roque, que ponen rumbo al Atlético de Madrid y al Betis, respectivamente.
El mercado de invierno comienza el 2 de enero hasta el 3 de febrero. Para esa fecha los catalanes deben de contar con un espacio salarial suficiente para inscribir al español, así como a Íñigo Martínez, Araujo y Christensen.