La nadadora a la que amputaron una pierna tras el ataque de un tiburón y que volvió a entrenar con el objetivo de ir a los Juegos Paralímpicos

En menos de un año ha pasado de no poder bañarse en una piscina a querer competir por las preseas

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Kaylee McKeown de Australia y Phoebe Bacon de Estados Unidos en los 200 metros espalda femeninos. (Marko Djurica/REUTERS)
Kaylee McKeown de Australia y Phoebe Bacon de Estados Unidos en los 200 metros espalda femeninos. (Marko Djurica/REUTERS)

Para casi todos los deportistas, acudir a unos Juegos Olímpicos es su mayor objetivo. No obstante, solo unos pocos logran vestir el uniforme de su país. Ali Truwit, nadadora, podrá lograr este sueño en los Juegos Paralímpicos de París 2024. La joven estadounidense perdió una pierna tras sufrir el ataque de un tiburón, pero las ganas por competir le ayudaron a quitarse el miedo.

La joven nadadora no se atrevía a meterse en el agua hasta hace un año, ni quiera en una piscina. Truwit tenía miedo de volver a revivir el momento del ataque. Antes de la amputación, formaba parte del equipo de natación de la Universidad de Yale y parecía tener un futuro prometedor.

El incidente sucedió mientras buceaba en las Islas Turcas y Caicos, un territorio británico de ultramar al sureste de las Bahamas. Pese a las adversidades, la deportista de 24 años encontró la motivación para seguir adelante: los Juegos Paralímpicos.

Un accidente con final feliz

“Había buceado muchas veces en esa zona y nada parecía diferente ese día. Íbamos relajadas, flotando en el recorrido de vuelta. De la nada, apareció un tiburón enorme al lado de nuestras caras. Era agresivo, parecía que quería luchar contra nosotras”, comentaron Ali Truwit y Shopie Pilkinton, la amiga con la que estaba nadando y compañera en el equipo de Yale, en una entrevista para la NBC.

“Recuerdo que miré hacia atrás porque pensaba ‘estoy loca o me falta un pie ahora mismo’. Nadamos entre 50 y 75 yardas (aproximadamente, 45 y 68 metros) hasta llegar al barco”, declaró. “Yo no tenía pie y estaba sangrando y Shopie estaba asegurándose que estuviera bien. En cuanto subimos al barco, ella me hizo un torniquete para detener la hemorragia y salvarme la vida”, continuó,

La competición arranca el miércoles 28 de agosto, día en el que se celebrará la ceremonia de inauguración a lo lago de los Campos Elíseos. El último día será el 8 de septiembre. “Mi prioridad fue centrarme en lo que todavía tengo y en lo que todavía puedo hacer”, comentó a WTNH News, un programa de un medio local de Connecticut, su estado natal.

“Los Juegos Paralímpicos y la natación fueron factores clave que me ayudaron a mantener esta mentalidad tanto como fuera posible”, afirmó. “Saber nadar y ser buenas nadadoras nos salvó la vida, de eso no hay duda”, declaró al canal americano. Durante la entrevista recordó que antes de poder volver a meterse en el agua ha necesitado numerosas intervenciones quirúrgicas, además de apoyo psicológico. “Al principio solo intentaba volver a sentirme cómoda en el agua”, confesó.

Ali Truwit en la piscina de París. (@alitruwit
/Instagram)
Ali Truwit en la piscina de París. (@alitruwit /Instagram)

“La oportunidad de representar a mi país significa mucho para mí”, añadió a WTNH News. Para prepararse para los Paralímpicos de EE. UU., entrenó entre dos y cuatro horas diarias, tanto dentro como fuera del agua. En junio, un año después de su amputación, consiguió una plaza en el equipo que viajará a París para los Juegos.

“Pienso en mi recuperación de dos formas distintas. Una en el sentido físico y otra emocional. Hice todo lo que pude para estar fuerte. Algunas de las cosas que perdí, nunca las voy a recuperar y eso es una realidad. Pera las cosas que sí puedo volver a tener, voy a luchar por ellas con uñas y dientes”, se sinceró.

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