Llegó el día. Todos lo estaban esperando, los focos apuntan en su dirección y la afición estaba expectante para ver su salida al campo. Desde que firmara el contrato con el Real Madrid y se vistiera de blanco por primera vez para recibir la cálida acogida de su nueva afición en el Estadio Santiago Bernabéu, Kylian Mbappé no ha vuelto a pisar el templo. Los astros se han alineado para que los partidos que ha disputado el equipo de Carlo Ancelotti hayan sido fuera de Chamartín. Pero llegó el día. Estrella y afición se encontrarán por fin en casa, donde los madridistas someterán al delantero francés a examen y al escrutinio de una grada que soportó tres rechazos y decidió olvidar para volver a ilusionarse con un fichaje como hacía años que no lo hacían.
El pasado 3 de junio, el Real Madrid anunció a bombo y platillo el fichaje de su nueva estrella, esa que llevaba años persiguiendo y cuyas ofertas había reclinado hasta ahora. En 2017, con el delantero ya en el Mónaco deslumbrando a media Europa con su fútbol a sus 18 años, Florentino Pérez apareció en su vida. El presiente blanco ansiaba incorporar al joven a su plantilla. Con el contrato prácticamente cerrado, el francés cambió el blanco por el azul oscuro del PSG, iniciando un baile de ofertas y rechazos con el Real Madrid.
En 2021, Florentino volvió a mostrar su interés en el delantero. Tan solo le quedaba un año para acabar su contrato con el PSG y los blancos decidieron que era el momento de lanzarse de nuevo a por él, pero el catarí no estaba dispuesto a dejar escapar a su estrella y pensaba, al menos, mantenerle hasta el fin de su contrato. Tras ello, hubo dos rechazos más, uno incluso el año en que acaba contrato y ya nada le ataba al club parisino, pero factores y presiones de su entorno le animaron a renovar. Tras el verano de 2023 y comienzo de una nueva temporada en la que también concluía contrato, y no estaba dispuesto a permitir que nada se interpusiera entre su sueño de jugar en el Real Madrid y él.
Y finalmente se hizo oficial. El francés firmó para las próximas cinco temporadas, es decir, vestirá de blanco hasta el año 2029. Sin embargo, el azar quiso que los dos primeros partidos oficiales del Real Madrid tras su gira americana se disputaran fuera del Bernabéu. El primero, el encuentro de la Supercopa de Europa ante el Atalanta. En su primera prueba de fuego, todos los focos apuntaban en su dirección y las cámaras querían su imagen de blanco. 2-0 en el marcador y gol de la nueva estrella. Prueba superada. El siguiente partido sería ante el Mallorca. Primer partido de LaLiga en Son Moix, un campo que se siente como una caldera a punto de estallar; no ejecutó la misma actuación sobre el verde. Un partido a medias para el equipo y en especial para el delantero francés, que tuvo ocasiones (pocas), pero no las supo aprovechar.
El templo recibe al Valladolid
Un nuevo escenario se presenta para que la estrella de Chamartín demuestre que el tiempo de espera ha merecido la pena. Ante el Valladolid, equipo recién ascendido, tendrá su prueba de fuego. El Bernabéu someterá a Mbappé a la aprobación de la afición, someterá a su nuevo delantero al escrutinio de los madridistas. Será en el templo donde el astro francés buscará la redención ante los aficionados.
Enfrente tendrá un equipo que hasta el momento sí ha hecho los deberes. En la primera jornada de la competición doméstica consiguió la victoria y los tres puntos ante el Espanyol, lo que les sitúa por delante de los blancos en la tabla. Aunque saben a quién se enfrentan, saben el campo que visitan y que no será fácil rascar algún punto: “Nos vamos a enfrentar al mejor equipo del mundo, con uno de los mejores entrenadores de la historia y con la mejor delantera de hoy en día. Sabemos a lo que nos vamos a enfrentar pero vamos a ir convencidos de competir y traernos algo, sabiendo que es difícil, pero que se puede”, aseguraba el entrenador del Valladolid. Lo que está claro es que para este encuentro se espera que Kylian Mbappé brille con luz propia en su debut en el Bernabéu.