Noche de fiesta y euforia en el Metropolitano: el Atlético de Madrid celebra entre fuego, motos y una araña en la camiseta a sus nuevos fichajes

El Atlético de Madrid presentó a sus nuevas estrellas ante de más de 25.000 aficionados

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Julián Álvarez, Conor Gallagher, Robin Le Normand y Alexander Sorloth, durante la noche de bienvenida. (Atlético de Madrid/EFE)
Julián Álvarez, Conor Gallagher, Robin Le Normand y Alexander Sorloth, durante la noche de bienvenida. (Atlético de Madrid/EFE)

El Atlético de Madrid abrió su fortaleza la noche del miércoles 21 de agosto, aunque no se vio correr ningún balón. Como no podía ser de otra manera, los protagonistas no solo estuvieron sobre el verde, sino en las gradas. Los aficionados rojiblancos llenaron el Metropolitano con sus gritos de guerra.

Una sola imagen de Julián Alvarez en las pantallas bastó para enloquecer a todo el mundo. Pese a no estar al completo, el ambiente ensordecedor en la caldera madrileña fue digno de una noche de Champions. Y esto solo era el inicio de una ‘Noche de Bienvenida’ repleta de música en directo, sorpresas y, claramente, estrellas.

Sidecars puso el toque ‘romántico’ a la noche. “Quisiera que llenaras estadios y rompieras el techo”, dicen en Mundo Imperfecto. Por desgracia, el Atlético de Madrid no sabe de romper techos, porque su estadio no tiene, pero los que sí pueden hablar de llenarlos son Julián Alvarez, Alexander Sorloth, Robin Le Normand y Conor Gallagher.

Al igual que las incorporaciones del equipo femenino: Luany, Gio Queiroz, Rosa Otermín, Tatiana Pinto, Fiamma, Synne Jensen, Lauren Leal y Silvia Lloris. Esta última no pudo estar en la presentación porque está convocada con la selección española femenina sub-20.

Las estrellas llegan a Madrid

Desde uno de los corners, Another Love acompañando sus pasos y la grada gritando su nombre, apareció Robin Le Normand. “Esto es espectacular”, comentó. Pocas sílabas más le hicieron falta para que todas las almas presentes corearan su nombre, igual que en aquella celebración en la Cibeles hace no tantos meses, cuando se recibió a los campeones de la Eurocopa.

Entre las sombras, y como los rivales que un día fueron, Alexander Sorloth apareció por la esquina opuesta de la casa colchonera. “Es un sueño para mí poder estar esta noche en este estadio”, afirmó contento entre los gritos del estadio. Algo más original fue la entrada de Conor Gallagher. El británico con pasaporte irlandés irrumpió entre los rugidos de las cuatro motos que le escoltaron. “Hola, no hablo mucho español. Estoy muy feliz. ¡Aupa Atleti!”. Así, todo en español, fue lo único que necesitó para ganarse el cariño de los suyos. “Ridin’ through this world”, que dirían Curtis Stigers y The Forest Ranger.

El más esperado fue Julián Alvarez, que, desde la grada y jugando con el filtro de la cámara selfie y la canción de Spider-Man en los altavoces, apareció en el Metropolitano. Entró al campo bajo luces de telarañas y el 19 a la espalda. Al grito de “¡Julián!”, casi se escuchó a los atléticos desde la Avenida de Luis Aragonés hasta Calchín, Argentina.

“Todo el mundo me ha contado que me enamoraría de estos fans. Creo que ya voy sintiendo lo bonito que es. Es mi primera vez aquí y estoy muy contento. Es un sentimiento precioso y, como he dicho antes, estaremos todos unidos el domingo. ¡Aupa Atleti!”, desveló La Araña.

Aunque pasara desapercibida a primera vista, el campeón del mundo llevaba una camiseta un tanto especial. En el pecho lucía una araña, como si fuera el uniforme de Tom Holland, Tobey Maguire o Andrew Garfield en una película de Marvel. Para todo el que esté interesado, el club ha puesto a la venta 900 unidades a un ‘módico’ precio de 219 euros.

Un fin de fiesta agridulce

Con un 4-4-3, como si fuera una alineación en día de partido... así iniciaron una vuelta al ruedo llena de muestras de cariño y fiesta. Todo transcurría con normalidad, hasta que un espontáneo logró llegar hasta el centro del campo, donde se encontraban los nuevos jugadores.

Esta imagen ha dejado de ser una excepción en el mundo del fútbol, sobre todo en los últimos meses. Sin embargo, no pudo progresar mucho y no llegó a la altura de los futbolistas. La seguridad retuvo al joven y lo escoltó hasta la salida. Todo esto mientras sonaba el himno del Atlético y de Madrid.

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