El mundo del tenis se paralizó el martes 20 de agosto cuando saltó la noticia del doble positivo de Jannik Sinner en un control de dopaje. No obstante, logró librarse de una sanción contundente y solo perdió los 400 puntos de Indian Wells y el dinero que ganó en ese torneo.
Un tribunal independiente determinó que Sinner no tenía “culpa ni hubo negligencia”. La Agencia Internacional de Integridad en el Tenis (ITIA) informó de que no había motivos para dudar del deportista transalpino. “Después de una dura y extensa investigación de la ITIA y Jannik, se descubrió que la contaminación de Clostebol (sustancia que provocó el positivo) llegó por un tratamiento de su fisioterapeuta. Su preparador físico adquirió el producto, fácilmente accesible en cualquier farmacia de Italia, que le dio al fisioterapeuta de Jannik para que se curara un corte en el dedo. Jannik no sabía nada de esto y el fisioterapeuta desconocía que el producto contuviera Clostebol”, se informó en un comunicado a través de las redes sociales del tenista.
Acusaciones de trato de favor
Los resultados de los análisis reportaron que Sinner presentaba una dosis de Clostebol muy baja, en concreto, una milmillonésima parte por cada gramo. La primera notificación de que había dado positivo le llegó el 4 de abril y, menos de 24 horas después, su equipo de abogados presentó una reclamación. La ITIA la aceptó y evitó que se publicara la acusación de dopaje. El 17 de abril, 12 días después, se le hizo saber que había vuelto a dar positivo en el test antidoping al que se sometió en el Indian Wells. De nuevo, sus abogados evitaron que el italiano recibiera una sanción cautelar.
No obstante, este caso ha provocado malestar en la comunidad del tenis mundial. En 2016, la ITIA publicó un comunicado donde dio a conocer que publicaría “todas las sanciones provisionales que se produjeran, tanto si la suspensión era obligatoria o la aceptaban voluntariamente”. Aunque dejó claro que si el jugador no aceptaba la suspensión provisional, no se revelarían los resultados hasta que se hubiera llegado a una nueva conclusión.
Las acusaciones de trato de favor no solo llegan por el hermetismo con el que se ha llevado el caso, sino también por la rapidez. El actual número uno del mundo fue suspendido, cautelarmente, del 4 al 5 de abril y del 17 al 20 de abril. Sin embargo, en ambos casos la medida fue levantado por Mark Hovell, el abogado. Esta celeridad le permitió competir en el Masters 1000 de Montecarlo y en el Mutua Madrid Open, del que se retiró en cuartos por molestias en la cadera.
En el punto de mira la teoría del fisioterapeuta
Otra de las incógnitas que más han llamado la atención es la credibilidad que se le ha dado a la historia de Sinner. Según informó él mismo, el Clostebol se lo transfirió su fisioterapeuta, Giacomo Naldi, un experto en su trabajo y con mucho prestigio.
En la investigación de 33 páginas de la ITIA se apunta que Umberto Ferrera, preparador físico del deportista, adquirió un spray de Trodofermin entre el 12 y el 13 de febrero en una farmacia de Bolonia. Este medicamento es un tratamiento cutáneo para heridas en la piel.
Durante una sesión con el italiano se hizo un pequeño corte en un dedo y Ferrera le recomendó que se aplicase el Trodofermin para evitar infecciones. Naldi lo usó entre el 5 y el 13 de marzo, aunque aseguró que desconocía que en su fórmula se encontraba el Clostebol. No obstante, el envase contiene múltiples advertencias, también aparece en el nombre del tratamiento y en el prospecto.
A su vez, para que se pudiera haber realizado la transferencia tópica del Clostebol, el fisioterapeuta tendría que haber atendido a Sinner sin usar guantes. Este comportamiento sería impropio de un profesional, más aún después de haberse realizado un corte y tras haber aplicado un medicamento.
La ITIA recogió las valoraciones de los médicos Jean-François Naud, Xavier de la Torre y David Cowan, que confirmaron que Sinner se había contaminado involuntariamente. Se apunta que el tenista desconocía que Naldi se había tratado con Trodofermin, y que eso explicaría la presencia de Clostebol en sus muestras de orina.
No obstante, han salido a la luz imágenes del fisioterapeuta durante Indian Wells con una tirita en su meñique izquierdo, lo que aportaría veracidad a la historia. Sin embargo, As recoge que el periodista Ben Rothenberg aseguró que el vendaje del dedo de Naldi desapareció en los siguientes partidos de Sinner en el torneo ante Ben Shelton, Jiri Lehecka y Carlos Alcaraz.