En pleno revuelo por el positivo en Clostebol en dos test antidopaje de Yannik Sinner, no se pueden olvidar algunos casos que parecen de película. En ocasiones, los resultados de las pruebas no tienen nada que ver con la intención de mejorar los resultados deportivos por parte de los deportistas. A veces, la contaminación se produce tras ingerir un alimento o por contacto tópico.
Un ejemplo es el del boxeador Conor Benn. El británico fue acusado de dopaje tras dar positivo en clomifeno. Todo ocurrió antes de una pelea contra Chris Eubank Jr. acordada para octubre de 2022. Sin embargo, se tuvo que cancelar tras detectarse niveles elevados de esta sustancia en la orina de Benn.
En origen, el clomifeno se empleó como medicamento para mejorar la fertilidad de las mujeres. No obstante, investigaciones posteriores, como la publicada en el Journal of Sexual Medicine en 2010 o en el Journal of Urology en 2014, desvelan que también tienen efectos positivos en hombres.
En concreto, se emplea en pacientes con déficit de LH y testosterona. El tratamiento permite recuperar niveles normales, sin embargo, en personas sanas el clomifeno también aumenta la testosterona. La Agencia Antidopaje de Estados Unidos asegura que esa medicación provoca que en varones se genere hasta un 50% más de testosterona.
Absuelto por ‘los huevos’
A pesar de dar positivo, se le acabó absolviendo de un delito de dopaje intencional. Se determinó que se debía a un “consumo muy elevado de huevos”. La Asociación Voluntaria Antidopaje (VADA) fue la encargada de realizar los controles entre los meses de julio y septiembre de 2022. Posteriormente, Conor Benn, hijo del excampeón mundial de peso supermediano Nigel Benn, renunció a su licencia ante la Junta de Control del Boxeo Británico.
El deportista negó haber consumido la sustancia prohibida de forma intencional o consciente. Y, en diciembre de ese mismo año, publicó en sus redes sociales que “la verdad pronto” saldría “a la luz”. El CMB anunció que reincorporaba al boxeador londinense a su clasificación y declaró que “no había evidencia concluyente de que Benn haya ingerido intencional o conscientemente clomifeno”.
El púgil aseguró en todo momento que los altos niveles de clomifeno se debían a una ingesta de entre 30 y 34 huevos semanales. El WBC aseguró que el equipo de Benn había proporcionado a principios de febrero de 2023 un desglose detallado de su dieta y consumo de suplementos “ que podrían haber afectado directamente al resultado adverso”.
“El consumo documentado y altamente elevado de huevos por parte del Sr. Benn durante los momentos relevantes para la recolección de muestras planteó una explicación razonable para el hallazgo adverso”, aseguró el organismo rector. “El CMB incluirá al señor Benn en sus clasificaciones durante el período inmediatamente posterior a la emisión de su fallo”, señalaba el comunicado. “La posición del señor Benn en las clasificaciones del CMB se basará únicamente en su mérito y en los factores habituales que el Comité de Clasificaciones del CMB aplica para clasificar a los boxeadores”, indicaron.