El polémico debut del fuera de juego semiautomático en el partido entre el Celta y el Alavés

Tras un verano marcador por las competiciones internacionales, primero con la Eurocopa y después con los Juegos Olímpicos, ahora toca volver a la rutina normal la cual ha quedado inaugurada con el inicio de LaLiga. Los equipos ya están listos para afrontar una nueva temporada y tratar de cumplir los objetivos marcados, observar sus nuevos fichajes y tratar de sumar un título. Además, este año llega marcado por las novedades entre las que destaca el fuera de juego semiautomático, una herramienta que ya ha entrado en acción y no ha estado exenta de polémica. Ha sido durante el partido que enfrentaba al Celta contra el Alavés, donde esta nueva tecnología ha provocado una oleada de críticas.

A los 43 minutos del primer tiempo, Bamba inició una jugada por el carril izquierdo que culminó en gol para el Celta de Vigo. Puso el balón en el área, donde Douvikas lo dejó de cara para que el capitán del equipo, Iago Aspas, rematara al lateral derecho de la red. Este gol suponía el empate frente al Deportivo Alavés en el partido de LaLiga EA Sports, pero la intervención del fuera de juego semiautomático invalidó el tanto.

La Liga introdujo por primera vez la tecnología de fuera de juego semiautomático en el encuentro entre el Celta de Vigo y el Deportivo Alavés. La implementación de esta tecnología generó polémica debido a la exactitud milimétrica en la que se basó la invalidación del gol. Durante el descanso, se mostró la imagen de la acción que dejó claro que Douvikas estaba adelantado por apenas unos milímetros en relación con la posición de Tenaglia, antes de asistir a Aspas.

Así, el nuevo invitado a la competición doméstica aguaba la fiesta a los celtistas el día de su estreno, anulando el gol de Aspas justo antes del descanso. Era el tanto que ponía el partido en tablas y en los minutos que duelen, en los que desmoralizan. Por unos milímetros, el Celta se marchaba al descanso por debajo en el marcador para escuchar la charla de Giráldez. Sería en la segunda parte donde darían la vuelta al partido gracias a un tanto de Swedberg y Aspas. El final del partido llegaba con un 2-1 en el marcador, aunque pudo haber sido 3-1, si no fuera por el fuera de juego semiautomático.

El sistema de fuera de juego semiautomático (SAOT) tiene como objetivo identificar de inmediato si un jugador está en posición ilegal y marca o participa directamente en un gol. Esta tecnología utiliza cámaras situadas en el estadio para detectar los puntos corporales con los que se puede anotar un tanto.

Además, el balón, que emite 500 señales por segundo, permite determinar con exactitud el momento del contacto final con la bota del jugador. Esta tecnología genera una recreación en 3D de cada jugada y, si se detecta fuera de juego, la imagen se traslada a la sala VOR. En la sala de operaciones del VAR, los árbitros revisan manualmente la imagen en 3D y la línea de fuera de juego para verificar si el jugador estaba en posición ilegal.