La delegación española llegaba a los Juegos Olímpicos bajo un aura de éxito y con un nivel de confianza por las nubes. Todos los pronósticos apuntaban a que París sería la edición de España, sería el momento en que por fin se conseguiría superar el mejor medallero conseguido hasta el momento: Barcelona 92 y sus 22 medallas. Los campeonatos previos a los Juegos auguraban que se alcanzaría esta cifra, dados los títulos conquistados. Nada más lejos de la realidad. El plan estaba ahí, pero la ejecución no ha salido como todos esperaban. Había medallas que se daban por seguras y han quedado en un diploma, aunque también ha habido algunas sorpresas, preseas que no se esperaban y se han sumado al medallero español.
Alegría ha habido. Quién no gritó con ese bronce de Fran Garrigós, la primera medalla de España en los Juegos Olímpicos de París. Quién no se emocionó viendo como Álvaro Martín se colgaba en bronce para después dar una lección de humildad ante las cámaras demostrando que es “un hombre normal” y a hundirse en un mar de lágrimas cuando su compañera María conseguía la plata y ambos juntos se colgaban el oro. Quién no saltó de alegría al ver que las chicas de baloncesto 3x3 conseguían la plata en sus primeros Juegos y las de natación artística volvían al podio tras 12 años de sequía. Quién no gritó con las de waterpolo que por primera vez han conseguido un oro, o maldijo por no haber prestado atención a ese deporte rey durante todo el año menos en la cita olímpica y vibró con los goles de Camello en la prórroga. Han sido muchos los momentos que París ha regalado al deporte español, pero también han tenido su parte amarga.
Fútbol femenino
Lyon no quiso ver brillar a España. Tras elevar la copa del mundo al cielo de Sídney y repetir el gesto en Sevilla con el trofeo de la Nations League, querían una tercera hazaña en Francia con los Juegos Olímpicos. Nada podía detener a esa selección que llegaba de ganarlo todo, pero quería más. Eran las mejores jugadoras del mundo y querían ser campeonas olímpicas. Pero desde el primer momento, el sentir era que la selección española distaba mucho de esa que hace un año se ponía la corona de reinas del mundo. Nadie se atrevía a decirlo, pero todos lo pensaban. Partido tras partido, las de Montse Tomé han ido superando los encuentros por la mínima, hasta que Brasil frenó su avance a la final. Todavía podían acceder al podio con el bronce si conseguían superar a Alemania. Con un penalti que transformó Gwinn y una parada para la historia al disparo de Alexia Putellas desde los once metros, truncaban los sueños de La Roja de conseguir una medalla olímpica.
Carlos Alcaraz
El novato de la competición se ha quedado a las puertas de la gloria, a unos puntos de conseguir el oro olímpico. Carlitos llegaba a la cita parisina como un aventurero que pisa terreno desconocido, que va en busca de nuevos retos, de nuevas victorias y nuevos títulos. Esta vez representando a España, donde la tensión y responsabilidad sube la puja de la competición. Tras conquistar Roland Garros por primera vez en su carrera y Wimbledon unos meses después ante, nada más y nada menos que Novak Djokovic, todas las esperanzas de conseguir un oro en tenis estaban puestas en él.
Sin tiempo para descansar y registrando hasta dos partidos por día en sus piernas, Carlitos consiguió colarse en la final de los Juegos Olímpicos, donde le esperaba Nole. Esta vez el serbio no estaba dispuesto a permitir que se le escapara el tiempo y con un partido que se decantó por la mínima en los tie break, Alcaraz se tuvo que conformarse con una agridulce plata.
Ana Peleteiro
En atletismo, Ana Peleteiro er uno de los nombres que se encontraba más arriba de las pujas sobre quién sacaría medalla en París. La gallega lleva asombrando a los aficionados desde hace tiempo y hace poco más de un mes volvía a dejar a los espectadores con la boca abierta tras ganar el campeonato europeo en Roma con un salto astronómico, cargado de intenciones que apuntan a París. Con 14,85 metros, registró su segunda mejor marca, la primera fue en Tokio 2021, cuando saltó 14,87 metros lo que le valió para conseguir el bronce. Tras un embarazo y una increíble recuperación, Peleteiro apuntaba a podio. Rozaba los 15 metros, la distancia que le aseguraba la presea. En París no tuvo su día y no logró superar los 14,59 metros, lo que la relegó a un sexto puesto. Pero como ella misma aseguró tras la competición: “A veces se gana y a veces se aprende”.
Alberto Ginés
El extremeño llegaba a las olimpiadas como uno de los máximos favoritos a alzarse al menos con una medalla. El cacereño de tan solo 21 años aterrizaba en París como el gran rival a batir tras proclamarse en Tokio 2020 como el primer campeón olímpico de la escalada combinada. Con un palmarés increíble para su corta edad, Alberto Ginés era de las bazas seguras de la delegación española para conseguir medalla.
Sin embargo, a pesar de la confianza y esperanza depositada en él, esta vez no ha sido así. El español logró estar entre los mejores en la prueba de resistencia, pero tras su fallo y mala prueba en el búlder se había quedado ya matemáticamente fuera de las opciones de metal en París 2024. Así, finalmente logra una séptima posición y ya espera los siguientes Juegos en Los Ángeles 2028.
Niko Shera
A pesar de la medalla de bronce de Fran Garrigós, las expectativas estaban puestas en obtener más medallas en el arte marcial japonés. Nikoloz Sherazadishvili se prestaba como una de las medallas fijas para España en estos Juegos de París. El español afrontaba con grandes posibilidades este campeonato olímpico. A pesar de subir una categoría, Niko llegaba con medallas importantes en campeonatos de Europa y Mundiales en su nueva categoría: -100 kg.
Además, él ya contaba con experiencia olímpica donde no le fue mal, pero tampoco logró medalla. Esta vez iba con grandes esperanzas y muchas miradas puestas en él, pero no pudo pasar de cuartos. El judoca se quedó a un paso de poder disputar la semifinal en un combate que perdió por la mínima. Posteriormente, en la repesca consiguió llegar a la disputa del bronce, pero el metal se le escapó por pequeños detalles que le condenaron a perder por ippon ante Turoboyev.
Taekwondo
En el taekwondo todos los focos apuntaban a Adriana Cerezo y Javier Pérez como las grandes esperanzas de España de conseguir medalla en esta disciplina. Cereza había subido al podio durante sus primeros Juegos Olímpicos en Tokio 2020 con una plata. Hasta ese momento había disputado 56 campeonatos y había subido al podio en 49 ocasiones. Además, se había colgado el bronce en el Europeo de 2022, y el oro en 2023 y 2024. Sin embargo, cayó en octavos en los Juegos Olímpicos de París. Mientras que Javier Pérez había sido bronce en el Europeo de 2021, plata en 2022 y oro en 2023, sin embargo, aunque estuvo a punto de llevarse el bronce. Había empezado dominando el encuentro pero no pudo ser y cayó ante el brasileño Edival Pontes.
Carolina Marín
El infortunio ha querido que Carolina Marín quede sin medalla en estos Juegos Olímpicos en los que llegaba con grandes opciones de conseguir el oro. La onubense era una de las medallas con las que España contaba como asegurada, dado que Carolina es una de las mejores jugadoras del ranking mundial de este deporte. Las previsiones se estaban cumpliendo y la jugadora española iba de ronda en ronda derrotando a sus rivales con un juego inmaculado. Sin embargo, en uno de los momentos más importantes, el fantasma de Carolina volvió a aparecer: las lesiones. En su semifinal la española tuvo un mal gesto en su rodilla que la dejó fuera de combate cuando estaba a un paso de volver a una final olímpica. Ahora, tendrá que reponerse por tercera vez en su carrera de esa misma grave lesión de ligamentos.
Waterpolo masculino
Era de una las grandes esperanzas para la delegación española, pero no pudo ser. Tras desembarcar en París, la selección masculina de waterpolo registró una fase de grupos inicial. Sin embargo, en cuartos se cruzó con Croacia. Ya en los minutos iniciales los españoles evidenciaron que ese no sería su mejor partido, pero necesitaban la victoria para pasar a semifinales. Muchos errores y el poco acierto de cara a portería permitieron que los croatas se pusieran por delante en el marcador. Y ya en los minutos finales sentenciaron el partido, truncando los sueños españoles de colgarse la medalla.
Jon Rahm
Otra de las medallas con la que toda la delegación y todos los españoles contaban era la medalla de Jon Rahm. El vasco es uno de los mejores golfistas del panorama internacional que, además, llegaba en un gran estado de forma. El español acudía a París tras su triunfo en Rocester con el que ganaba también cuatro millones de dólares. Rahm empezó con buen pie los Juegos Olímpicos de París 2024. Se colocaba siempre entre los mejores y mostraba una gran capacidad resolutiva ante las adversidades que los hoyos le ponían. La situación llegaba muy encaminada hasta la jornada decisiva, donde aterrizaba líder empatado con Xander Schauffele, actual campeón olímpico, pero no tuvo su día. Errores impropios en él le alejaron de las medallas y le relegaron a una quinta posición.
Alberto Fernández y Fátima Gálvez
La pareja española de tiro en foso mixto llegaba como una de las firmes candidatas a alzarse con el oro en París. Tras subir a lo alto podio en los Juegos de Tokio y su victoria en el Europeo, todo apuntaba a que podrían volver a convertirse en campeonatos olímpicos. Sin embargo, repetir ese oro se quedó lejos para la pareja española, pues esa modalidad no estaba en el repertorio de pruebas de París. Por tanto, buscaron sacar medalla de manera individual, donde también eran grandes bazas. Ambos poseen un palmarés lleno de triunfos internacionales. A pesar de su talento, no han podido colgarse la presea ninguno de los dos pese a su gran esfuerzo y lucha. Fátima ha sido quinta en su modalidad y Alberto ha quedado fuera en el segundo día sin opción a pelear medalla.
Las sorpresas
A pesar de que ha habido algunas derrotas amargas para la delegación española, también ha habido alegría. El boxeo ha sido el deporte que nadie esperaba que sumara al medallero español, dado que España llevaba 24 sin ver una presea en esta disciplina, desde Sídney 2000, cuando el Balita se colgó la plata. Sin embargo, este año los españoles han conseguido un doble podio, con un bronce de Enmanuel Reyes y una plata de Ayoub Ghadfa. Dos títulos que nadie se esperaba lograr. Pau Echaniz ha sido otra de las sorpresas. El joven consiguió colgarse la medalla de bronce en piragüismo de slalom gracias a una marca de 88.87 segundos, tan solo por detrás de Giovanni Di Gennaro y Titouan Castryck se la arrebató. Lo cierto es que España se marcha de París sin haber podido superar esas 22 medallas, pero con la intención de conseguirlo en Los Ángeles 2028.