El español Jordan Díaz ha logrado este viernes la medalla de oro en triple salto en los Juegos Olímpicos de París, tras liderar el concurso desde el primer intento con una marca de 17,86 metros que le valió para subir a lo más alto del podio en el Estadio de Francia.
El español de origen cubano, campeón de Europa al aire libre, dominó la final desde el principio con un primer salto de 17,86 metros que le permitió liderar el concurso y que, a la larga, le dio la victoria.
En los siguientes saltos, aunque tuvo buenas sensaciones, no logró superar esa marca, siendo su mejor intento el tercero, en el que alcanzó los 17,85 metros. Incluso renunció al sexto teniendo asegurada la victoria.
Fue en ese momento cuando se acercó a la grada, se dio un abrazo con su entrenador, Iván Pedroso, y cogió una bandera de España que se puso a la espalda antes de acercarse a la inmensa campana que solo tienen el privilegio de hacer sonar los campeones olímpicos.
Segundo fue Pedro Pichardo, también de origen cubano y nacionalizado portugués, con el que mantiene una dura rivalidad. Al igual que ocurrió hace dos meses en el Europeo de Roma, el veterano atleta, de 31 años, no pudo con Jordan y su mejor salto alcanzó los 17,84 metros para su resignación.
Tercero, con bronce, fue el italiano Andy Hernández, también nacido en Cuba, que, con 17,64, se quedó lejos de ese duelo entre ambos astros del triple salto.
La medalla de Jordan Díaz es la cuarta de España en atletismo en los Juegos Olímpicos de París tras las tres logradas en marcha por Álvaro Martín y María Pérez, oro en el relevo mixto, plata en los 20 km femeninos y bronce en los 20 masculinos.
<i>La Rojita</i> también se lleva el oro
En una final llena de emociones en el Parque de los Príncipes de París, la selección española sub-21, conocida como La Rojita, también ha logrado hoy alzarse con la medalla de oro tras un intenso partido contra los anfitriones, Francia. Sergio Camello fue el autor del gol decisivo en el último minuto de la prórroga, consolidando una hazaña que había comenzado con ciertas dudas y poca atención por parte de los aficionados.
La travesía del equipo liderado por Santi Denia no fue sencilla. Tras el éxito de la selección absoluta en la Eurocopa, las expectativas para La Rojita eran altas. Sin embargo, al inicio de la competencia, sus actuaciones suscitaron más preguntas que certezas, y muchos seguidores no mostraron gran interés.
El partido comenzó con un escenario adverso para España, con Francia adelantándose en el marcador. Sin embargo, los jugadores de Santi Denia mostraron carácter y resiliencia, logrando igualar el marcador antes del final del tiempo regular. En los últimos minutos de la prórroga, Francia consiguió un penalti que nuevamente empató el partido, llevando la tensión al máximo.
Fue entonces cuando Sergio Camello emergió como el héroe indiscutible. En una jugada final, Camello encontró el espacio y la oportunidad para asegurar el gol que otorgaría la victoria y el oro a España, desencadenando la euforia entre sus compañeros y los aficionados presentes.