De ser refugiada a ganar la medalla de bronce en los Juegos Olímpicos: la historia de superación de Cindy Ngamba

Ganó en Roland Garros la primera medalla de bronce en la historia del equipo olímpico de refugiados

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Cindy Ngamba tras su combate
Cindy Ngamba tras su combate en Paris 2024. (Maye-E Wong/REUTERS)

El Equipo Olímpico de Personas Refugiadas fue creado en 2016, para los Juegos Olímpicos de Río. Todo ocurrió tras la crisis migratoria que cruzó el Egeo y que huía de países como Siria, Irak o Afganistán. Esta plataforma acoge a los deportistas desplazados por conflictos y persecuciones, como es el caso de Cindy Ngamba.

La boxeadora camerunesa tuvo que salir de su país, junto a su hermano, y se refugió en Londres. La deportista fue internada en un campo de detención de refugiados y rechazada en su país tras conocerse que es homosexual. En Camerún la comunidad LGTBI+ se enfrenta a penas de prisión, ya que es ilegal.

Esto le llevó a formar parte del Equipo de Refugiados, que en París 2024 cuenta con 36 atletas. En total, once países están representados en este combinado: Afganistán, Siria, Irán, Sudán, Sudán del Sur, República Democrática del Congo, Eritrea, Etiopía, Camerún, Cuba y Venezuela.

Cindy Ngamba en Paris 2024.
Cindy Ngamba en Paris 2024. (Maye-E Wong/REUTERS)

Ngamba fue derrotada el jueves 8 de agosto por la panameña Atheyna Bylon en la semifinal de la categoría de -75 kg. Sin embargo, en boxeo se otorgan dos bronces a los perdedores, lo que no solo se convirtió en una medalla histórica para los refugiados, sino para todas las personas en su misma situación.

Roland Garros fue el escenario de esta batalla. Venció a la francesa Davina Michel en cuartos de final y se garantizó la presea, la primera en las tres ediciones en las que ha estado presente este conjunto de deportistas. Esta victoria se suma al logro que cosechó en la ceremonia de inauguración. La camerunesa fue la abanderada, junto al taekwondista sirio Yahya Al-Ghotany.

Equipo Olímpico de Personas Refugiadas

El objetivo de la creación fue promover un espacio para todas las personas en el deporte. Thomas Bach, presidente del COI, expresó durante su fundación que se trataba de “un mensaje de esperanza a todos los refugiados y refugiadas del mundo”. Todo bajo el prisma de uno de los objetivos de los Juegos Olímpicos: promover la paz a través del deporte.

La primera vez que compitieron fue en Río 2016, en aquella ocasión solo acudieron 10 deportistas procedentes de Siria, Sudán del Sur, Etiopía y República Democrática del Congo. Ese número aumentó en Tokio 2020 hasta los 29 de atletas de 11 países. Esta ampliación reflejó “el continuo compromiso del COI y de la comunidad internacional con los refugiados y refugiadas”, como afirmó Bach.

Una de las caras más conocidas de este equipo fue la de Yusra Mardini, una nadadora siria que logró llegar a los juegos de Brasil. Ella huyó de la guerra junto a su hermana, atravesó el Egeo en una lancha que no soportó el viaje. En un acto de valentía, saltó al mar y nadó para salvar la vida de las 18 personas que iban a bordo. Netflix les dedicó una película en 2022 llamada Las nadadoras.

Ngamba es la primera ganadora de un metal olímpico. No obstante, para algunos atletas haber logrado entrar en los Juegos Olímpicos ya es un premio. A su vez, se ha logrado dar visibilidad a los más de 120 millones de refugiados que existen en la actualidad, según la UNHCR.

Javier Pérez y Adrián Vicente, representantes masculinos de España en Taekwondo en los Juegos Olímpicos de París 2024.
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