El emotivo gesto de una atleta después de que descalificasen a una ganadora de medalla de plata

La final de los 5.000 metros femenina ha dejado una de las imágenes curiosas de los Juegos Olímpicos. Durante la prueba hubo un incidente entre la atleta keniana Faith Kipyegon y la etíope Gudaf Tsegay. En la penúltima vuelta, los organizadores consideraron que Kipyegon había obstruido a la otra atleta.

La keniana cruzó la meta en segundo lugar, no obstante, este hecho supuso que se invalidara su medalla de plata. Los responsables del atletismo de Kenia reclamaron esta decisión, en concreto los funcionarios de Athletics Kenya. Esta sanción concedió el metal a Sifan Hassan, la corredora holandesa.

Sin embargo, después de la carrera se reconsideró la decisión de su expulsión. La actual campeona de los 1.500 metros femeninos fue restituida en la final. Por ello, se acabó llevando la plata de la prueba y Hassan el bronce.

Pese a que tuvo que subirse un escalón más abajo de lo que le habían comunicado, la atleta neerlandesa aceptó con deportividad el resultado. El medio Eurosport habló con ella a pie de pista: “A mí no me importa mucho (el color de la medalla). Estoy contenta con la medalla de bronce y espero que (Kipyegon) no pierda su medalla de plata”.

No obstante, la europea demostró cuáles son los verdaderos valores del olimpismo tras conocerse la noticia de la readmisión de la africana. “Estoy realmente feliz de que Faith recupere su medalla”, afirmó. “Realmente no siento que mereciera la plata. No deseo medallas que no gané”, comentó.

Sifan Hassan cruza la meta en tercera posición, con una marca de 14:30:61 minutos. Antes de ella habían finalizado Beatrice Chebet, de Kenia, con una marca de 14:28:56 y la propia Faith Kipyegon gracias a su 14:29:60.

“Me encanta mi medalla de bronce, no me importa qué medalla obtenga o en qué posición termine, siempre y cuando haya justicia”, finalizó. La neerlandesa, de origen etíope, también estará en las pruebas de 10.000 metros y en el maratón. Además, se inscribió para competir en los 1.500 metros, pero se retiró el miércoles 31 de julio.

Esta actitud no es la única reseñable en los Juegos Olímpicos. Tras la lesión de Carolina Marín, la jugadora de bádminton china He Bing Jiao pasó a la final femenina. En la entrega de medallas, quiso tener un detalle con la española. La joven llevó un pin de la delegación española durante toda la ceremonia. “Lleve el pin a la ceremonia, porque quería compartir el honor de estar allí con ella y así estar juntas en ese momento”, confesó al COE.

Noah Lyles también demostró que hay cosas que van más allá de la competición. Tras el salto de pértica de Duplantis, con el que batió el récord del mundo, el atleta norteamericano corrió a abrazar al pertiguista. Mientras estaba en una entrevista con Eurosport, Lyles irrumpió para felicitar al noruego y compartir un momento entre campeones olímpicos.

Las muestras de cariño entre familiares, como las de Maialen Chourraut con Pau Echaniz tras lograr el bronce en eslalon K-1 o Jessica Fox, hermana de Noemie Fox, que también es atleta olímpica y no pudo contener la emoción cuando la pequeña de la familia se llevó el oro.