Fermín, el comandante que lidera a España en busca del oro en los Juegos Olímpicos

El centrocampista se ha echado al equipo a la espalda desde que comenzó la competición olímpica asumiendo un papel protagonista en ‘La Rojita’

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El jugador de la selección
El jugador de la selección española Fermín López (REUTERS/Susana Vera)

La Rojita tiene quien la lidere. Desde que comenzaron los Juegos Olímpicos, la selección española, formada por jugadores de la Sub-23, quería repetir la gesta que hace tan solo un mes había conseguido la Absoluta en la Eurocopa. Querían que el fútbol masculino español volviera a coronarse campeón, volviera a alcanzar la gloria. En medio de esta aventura olímpica, un jugador ha tomado el timón del barco y ha dado un paso al frente para liderar a España en busca del oro: Fermín López, el comandante que ha dirigido a La Rojita a la final para sumar un nuevo oro para la delegación española.

Él ya estuvo en el torneo europeo, pero con perfil bajo, pocos minutos sobre el verde y muchos en el banquillo. Su papel no era el de protagonista, no era el de héroe, sino uno distinto, el de aprender y tratar de sumar en todo lo que pudiera en ese impecable camino que llevó a cabo España en la Eurocopa. Él lo sabía y lo asumía. Otros lideraron a España, otros asumieron ese papel protagonista. Nico Williams, Lamine Yamal, Dani Olmo, Fabián, Rodri o Cucurella fueron los protagonistas de una gesta que hacía 12 años que no se llevaba a cabo.

Tan solo unas semanas después le tocaba el turno a La Rojita. Esta vez no estaba Nico ni Lamine a pesar de tener la edad, quien sí viajó a París fue Fermín. De Alemania a Francia para volver a conquistar la competición, esta vez por una medalla de oro. Uzbekistán fue el primer rival a batir y los primeros pensamientos inundaron la mente de muchos aficionados: la sub-23 no era la Absoluta. A pesar de que les costara arrancar y entrar en el partido, a pesar de que Uzbekistán les plantara cara, de las dudas; España ganó 1-2.

El siguiente encuentro de fase de grupos fue ante República Dominicana y ahí, en el Estadio de Burdeos, fue donde el centrocampista del Barça hizo su aparición estelar. Con un gol en el minuto 24, abrió el marcador e indicó el camino a los suyos para conseguir la victoria. Un gol de Baena y otro de Miguel Gutiérrez certificaron la victoria de España por 1-3, después de que Montes de Oca pusiera el partido en tablas. Contra Egipto, tercer y último partido de fase de grupos, Fermín fue banquillo y sobre el verde notaron su ausencia. Faltaba ese comandante en el centro del campo, ese jugador que tirara del equipo. No ganaron, pero no importaba, el pase a cuartos estaba asegurado.

El jugador de la selección
El jugador de la selección española Fermín López (REUTERS/Susana Vera)

Y ante Japón llegó la coronación de Fermín. En ese partido, el centrocampista dio un golpe en la mesa para asumir un papel más protagonista en el equipo, para ponerse al frente de La Rojita y liderarla hasta la ansiada final. Con dos goles firmados por el centrocampista andaluz, el partido quedó visto para sentencia y fue Abel Ruiz quien puso la guinda en la fiesta española. Tan solo restaba un partido para asegurar la medalla y meterse en la ansiada final. Ya casi podían sentir la presea colgando del cuello, ya casi tenían un pie en el podio.

Marruecos encaraba el partido con el mismo objetivo. Nervios, tensión, responsabilidad, la de representar a todo un país y tratar de alcanzar la gloria para todos ellos. Con un penalti, Rahimi complicaba la hazaña a los españoles, que se veían obligados a remontar para seguir soñando y una vez más aparecía su líder para hacerlo posible. Fermín se echaba a todo un equipo a la espalda para conseguir el milagro. En el minuto 66, ponía el partido en tablas para dar el pase de la victoria a Juanlu, encumbrando su leyenda al frente de La Rojita, al frente de una España en busca del oro.

Fermín, un oro olímpico

A España le queda tan solo un partido para subir a lo alto del podio y sumar un oro más al medallero español, aunque el combinado nacional ya tiene su propio oro. Fermín ha elevado su protagonismo a cotas máximas para entrar en el radar mundial, pero sobre todo para conseguir esa gesta histórica tan solo alcanzada en Barcelona 92. Quiere el oro para brindar a todo un país un año para el recuerdo en fútbol masculino, quiere el oro para entrar una vez más en los libros de historia de los Juegos Olímpicos y no hay mejor comandante que él para conseguirlo.

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