Cien mujeres más en un siglo: así ha cambiado la participación de las mujeres españolas en los Juegos Olímpicos

Fue en julio de 1924 cuando Lilí Álvarez y Rosa Torras se presentaron en el Estadio de Colombes para participar en los Juegos Olímpicos de París. Las dos tenistas se convirtieron en las dos primeras deportistas olímpicas españolas de la historia. Ese año, de 111 deportistas, 109 eran hombres y tan solo los nombres de Lilí y Rosa distaban del género del resto.

La capital francesa parece la ciudad del cambio. Es la tercera vez que París acoge los juegos -esta edición se inauguró este viernes 26 de julio y se alargará hasta el próximo 11 de agosto- y en las tres veces que se han desarrollado aquí, se ha alcanzado algún hito relacionado con las mujeres y el deporte. Un siglo después de que Álvarez y Torras debutasen también en la misma ciudad, España ha conseguido la equidad. Por primera vez en la historia del deporte español, el país ha clasificado en la capital francesa a 382 deportistas, pero en esta ocasión ellas son más que ellos: 192 mujeres y 190 hombres. Esta paridad también puede aplicarse a nivel internacional. París 2024 cuenta con 10.500 deportistas, 5.250 hombres y 5.250 mujeres.

El camino ha sido largo. Tras los juegos de París de 1924, tuvieron que pasar 30 años para volver a ver a deportistas femeninas españolas en un estadio olímpico. Ni Ámsterdam 28, ni Los Ángeles 32, tampoco en Berlín, ni Londres, ni Helsinki ni Melbourne 56. Un total de siete Olimpiadas tuvieron que pasar -con la excepción de aquella en la que España no participó en Berlín 36 por la Guerra Civil, y teniendo en cuenta que ni Helsinki 40 ni Londres 44 se celebraron a causa de la Segunda Guerra Mundial-, hasta llegar a Roma en 1960. Aquel año, España clasificó 144 deportistas, de las que 11 eran mujeres. Así, a cuentagotas, la historia ha avanzado.

Algunos deportes con participación femenina han tardado más en hacerse un hueco en la clasificación olímpica. A nivel general, y ya no solo española, hay diferencias muy grandes entre disciplinas: las mujeres tardaron más de 100 años en poder acceder a la alta competición en boxeo o halterofilia; más de 90 años en incorporarse al fútbol y más de medio siglo en otras como tiro olímpico o pentatlón.

El creador de los Juegos Olímpicos modernos, Pierre de Coubertin, inauguró la primera edición en el año 1900. Hasta su muerte, su creador se opuso a que las mujeres participasen. “El deporte femenino no es práctico, ni interesante, ni estético, además de incorrecto”, llegó a declarar. Por ello, no fue hasta Paris, en el año 1900, cuando se incluyeron las primeras mujeres: sin embargo, representaron solo el 2,2% del total. Poco a poco la veda se ha ido levantando, hasta llegar a la actualidad.

Hasta los años 80, la participación femenina fue mínima. Pero fue en Barcelona 92 cuando se produjo la explosión definitiva. El número de participantes se multiplicó gracias a la condición de anfitrión de España: participaron un total de 430 deportistas, 301 hombres y 129 mujeres. En más de ocho décadas de participación, España consiguió por primera vez que sus mujeres deportistas obtuvieran medallas en las Olimpiadas de Verano.

Ese año, la judoka Miriam Blasco se convirtió en la primera española en conseguir el oro olímpico. Fue la primera mujer de nuestro país en conseguirlo, y lo hacía el mismo año en que por primera vez las mujeres podían competir en este deporte, pese a que los hombres lo hacían desde 1964.

En total, en esas Olimpiadas las mujeres lograron hasta ocho medallas, cuatro de ellas de oro. “Indudablemente Barcelona 92 fue como encender una luz, poner un foco para señalar que no sólo existe deporte femenino en España, sino que las mujeres lo pueden hacer muy bien. Allí se abrieron puertas y se empezó a trabajar”, comentó la oro olímpica en hockey hierba en Barcelona 92 Mercedes Coghen, en una entrevista con El País en 2022.

Pese a que no fue hasta Londres en 2012 cuando mujeres de todo el mundo por fin tuvieron acceso a todos los deportes, este año España superará en París varios retos. Así ocurre en el caso del boxeo, una de las disciplinas deportivas más antiguas en los Juegos Olímpicos. Sin embargo, tardó 108 años en permitir la participación femenina, ya que las mujeres no pudieron competir hasta los Juegos de Londres, mientras los hombres podían hacerlo desde San Luis en 1904.

En cambio, en España hemos tenido que esperar a 2024 para ver a una mujer española en un ring. La asturiana Laura Fuertes, de 25 años, es la primera boxeadora española en unos Juegos Olímpicos. “Creo que también es importante que ya por fin haya clasificado una chica en el boxeo español. Es una manera de reivindicar y romper este muro. Esperemos que para Los Ángeles y los siguientes seamos muchas más”, comentó la boxeadora en la rueda de prensa celebrada en la Villa Olímpica, este miércoles 24.

Algo similar ha ocurrido con gimnasia en trampolín. Es la primera vez que España tiene representación en las tres modalidades olímpicas: artística, rítmica y trampolín. Desde su introducción en el programa olímpico, en Sídney 2000, nunca antes España había obtenido plaza para los Juegos, y en este 2024 lo han hecho David Vega y Noemí Romero, que, como dato curioso, son pareja sentimental. También en París debutará la categoría femenina en el pentatlón moderno, pese los hombres participan en ella desde 1912. Laura Heredia será la que haga historia en esta competición.

Theresa Zabell, que en Barcelona 92 ganó un oro en vela en la clase 470 junto a Patricia Guerra, ha dicho en El País que ”parece muy fácil, pero cuando no hay eventos para chicas en la mayoría de los deportes, te das cuenta de que es un sueño imposible”.

Hace unos años, pocas o casi ninguna mujer aparecían, ya no en las portadas, sino en alguna página de los periódicos deportivos, y rara vez en alguna noticia en televisión. Esto empezó a cambiar en 2022. En octubre de ese mismo año, Alexia Putellas logró ser la primera futbolista en el mundo en obtener dos Balones de Oro y ser la primera deportista española en conseguirlo independientemente del género. Un año después, la selección femenina de fútbol ganaba el Mundial en Australia y la Liga de Naciones de la UEFA 2023-24 en su primera participación.

Durante estos últimos años, el número de mujeres deportistas en España se ha incrementado considerablemente, y lo ha hecho también su presencia en televisiones y medios de comunicación. Ejemplo de esto son Mireia Belmonte, Carolina Marín, Alexia Putellas, Ana Peleteiro o Lydia Valentín.

Lydia Valentín, campeona olímpica de halterofilia, también ha destacado lo difícil que ha sido dedicarse a ese deporte al ser mujer: “El camino ha sido muy largo y lleno de obstáculos. Practicar halterofilia y ser mujer parece que está reñido, pero ahora las chicas al verme quieren practicarlo”.

La lucha y el avance continúan, pero los datos están ahí. Según un estudio realizado por la Universidad Francisco de Vitoria y Women’s Sports Institute, en 2022, según los últimos datos disponibles, los hombres todavía reinaban por encima de las mujeres: un 76.5% de los deportistas federados son hombres, mientras que solo un 23.5% son mujeres.