Carlos Alcaraz llegaba a la cita olímpica encumbrado en la gloria con un Roland Garros y un Wimbledon recién conquistados y celebrados a sus espaldas y como número tres del ranking de la ATP. El español llegaba a París rebosante de confianza y éxito, bajo una estela de triunfo y con las coronas de campeón de dos de los Grand Slam más importantes del circuito. Pero, en los Juegos Olímpicos es un aventurero entrando en tierras desconocidas, el novato de la competición, ese que no sabe lo que es jugar en el torneo de los anillos, ni pelear por colgarse una medalla al cuello. Hasta hoy. Este sábado 27 de julio, Carlitos ha disputado su primer partido en la competición con éxito, imponiéndose a Hady Habib por 6-3 y 6-1 para comenzar brillando en los Juegos Olímpicos.
El objetivo del año era llegar a la cita olímpica en la mejor forma posible, era el evento, con mayúsculas, de la temporada. Las lesiones han ido truncando esa preparación a principios de año, aunque el español ha ido sobreponiéndose. Su lesión en el antebrazo en el mes de mayo fue un duro golpe para Carlitos, tiró por la borda su confianza y llenó de dudas el su juego. Y entonces llegó Roland Garros. Con una malla, que hacía las veces de protección para su brazo y otras para su confianza, comenzó el torneo. Y poco a poco fue callando esos fantasmas en torno a la lesión que le rondaban y no le dejaban disfrutar del deporte que tanto ama.
Allí en París, donde hoy se debutaba en los JJOO, en la misma pista; recuperó la sonrisa, esa que tanto le caracteriza, y volvió a sacar el puño para celebrar la victoria y su recuperación. Tras ello llegó Wimbledon, esta vez totalmente recuperado. Sin malla, sin fantasmas. Carlitos al 100%. Las desconexiones en los encuentros fueron su traspiés en algunos puntos, pero eso no impidió que llegará hasta la final para volver a enfrentarse a Djokovic, y volver a ganarle esta vez con un impecable juego que dejó totalmente anulado al serbio. Con dos Grand Slam a sus espaldas, llegaba a la cita olímpica.
Primera ronda ante Hady Habib
Con una rotura en el primer servicio del libanés, Alcaraz ponía el partido de cara nada más comenzar. La pista Philippe Chatrier volvía a acoger a su vigente campeón, esta vez con los colores de la bandera española en su vestimenta. Así, manteniendo esa ventaja ha conseguido cerrar el primer set con un 6-3. El primer paso para conseguir la victoria estaba dado, ya solo faltaba el segundo.
Si en el primero, Carlitos ha mostrado un gran tenis, en el segundo ha subido ritmo para exhibir un juego impecable y sin fisuras. Dejabas, bolas imposible y sobre todo comodidad es lo que ha mostrado sobre la pista central de Roland Garros. Así, ha llegado al punto de partido con un 5-1 en el marcador. A pesar de que no lo ha conseguido a la primera, no se resistiría muchos. Punto set y partido para el español, que ha cerrado el encuentro con un sólido 2-0, con confianza, concentrado, gustándose y con la mira puesto en seguir superando fases.
El español ha debutado por todo lo alto en la competición olímpica con una gran victoria. Pero sobre todo Carlitos ha evidenciado que, a pesar de ser el novato, es un claro favorito a llevarse, no solo una medalla, sino el oro olímpico y volver a casa con él colgado al cuello.