Los Juegos Olímpicos de París 2024 comienzan, de forma oficial, este 26 de julio, con el tradicional desfile de banderas y el encendido del pebetero olímpico. Aunque este año no será tan tradicional. Por primera vez en la historia de la competición, la apertura se celebrará en un escenario abierto: el río Sena.
A su vez, hasta 48 deportistas se perderán la ceremonia por estar a más 15.000 kilómetros de distancia de París. Los surfistas que compiten en esta edición de los Juegos disputarán sus pruebas en Tahití, integrante de la Polinesia Francesa. Este territorio de ultramar francés se encuentra situado en el Océano Pacífico.
Este año será la segunda vez que se compita en esta disciplina en unos Juegos Olímpicos tras su inclusión en Tokio 2020. No obstante, las condiciones del mar que rodea Francia en esta época del año han complicado la celebración de las pruebas en el continente.
Al filo de las olas
La ola de Tehaupo’o, en Tahití, considerada una de las más selectivas y más bonitas del mundo, ha supuesto el escenario perfecto para surfear por las medallas. Se trata de un pequeño pueblo pesquero, situado al suroeste del volcán inactivo más pequeño de la isla.
Estas olas son unas de las más peligrosas del mundo, la corrosión generada en el arrecife de Tehaupo’o es la clave del nacimiento de esta formación de agua. El agua dulce que corría bajo las montañas erosionó los corales, esto dio lugar al Passe Havea, que es donde nacen las olas. Se trata de una ola de izquierdas que llega a alcanzar más de 10 metros de altura.
La sede se ha diseñado para proteger el entorno natural de la zona. Las olas rompen más adentro, por lo que el evento no afectará a la costa. La Villa de los Atletas se ha diseñado siguiendo los hogares tradicionales polinesios y, al final de los juegos, se reubicarán y se convertirán en viviendas sociales. Aquí residirán surfistas de Brasil, Australia o Estados Unidos
El Aranui 5
El resto de surfistas no se alejarán en tierra firme. Una parte de los equipos han establecido su base de operaciones en el Aranui 5, un crucero empleado normalmente para viajes turísticos entre Tahití, las Islas Marquesas y Bora Bora.
La mayoría de los surfistas descansarán aquí, entre ellos los españoles, mexicanos, sudafricanos o nicaragüenses. A diferencia de sus compañeros en París, ellos sí que tendrán camas de verdad y no de cartón, como han compartido alguno de los competidos en redes sociales.
El sábado 27 de julio será el primer día que se pueda ver a los surfistas en las costas tahitianas. Las medallas se repartirán el 31 de julio, tanto en la categoría masculina como femenina. No obstante, se han reservado tres días más en caso de que alguna de las jornadas agendadas impida que se desarrolle la carrera por los metales.
Los españoles que hacen historia
Entre los 383 atletas españoles que estarán en los Juegos Olímpicos, tres son surfistas. Por primera vez aportará deportistas a esta disciplina, tras su inclusión en Tokio 2020. Sus nombres son Nadia Erostarbe, Andy Criere y Janire González-Etxabarri.
La competición contará con 24 atletas de cada sexo, divididos en ocho series de tres surfistas cada una. El primero de cada eliminatoria pasará directamente a octavos de final. Los dos “eliminados” competirán en una repesca.
En la categoría masculina, Andy Criere formará parte de la serie 6 junto al norteamericano John John Florence y al mexicano Alan Cleland. Por otro lado, Janire Etxabarri estará en la serie 2 con la peruana Sol Aguirre y la francesa Vahine Fierro. Y Nadia Erostarbe integrará la serie 7 con la china Siqi Yang y la neozelandesa Saffi Vette.