Madrid fue una fiesta este lunes con la llegada de los campeones de la Eurocopa, que recorrieron la capital en un autobús descubierto para terminar en la plaza de Cibeles, donde, con el capitán Álvaro Morata como maestro de ceremonias, cantaron, bailaron y, como reseña este martes la prensa británica, alguna cosa más. España hizo historia al ganar todos los partidos del torneo, tumbando a las otras cuatro campeonas del mundo que lo disputaban: Italia, la anfitriona Alemania, Francia y en la final, Inglaterra. También acaparó todos los títulos individuales: mejor jugador (Rodrigo Hernández), mejor joven (Lamine Yamal) y máximo goleador (Dani Olmo). Así, con euforia justificada, el equipo que dirige Luis de la Fuente también lo dio todo sobre el escenario.
Uno de los cánticos, tras vencer a Inglaterra, primero discreto en el vestuario, fue “¡Gibraltar es español!” Y la cosa había quedado ahí hasta que Morata, con un público completamente entregado, animó a corearlo. Según las autoridades, más de medio millón de personas se congregó en las calles para ver a la Selección. Fue casi al final de la celebración, con todos los jugadores presentados, cuando Rodrigo arrebató el micrófono al capitán para decir algo. Ese algo era exclamar de nuevo y en repetidas ocasiones “¡Gibraltar es español!”, azuzando ya no solo a la multitud sino a sus propios compañeros, que terminaron al unísono y pegando botes. Algunos, entre ellos los comentaristas de TVE, en tono de broma, se preguntaron qué será de él cuando regrese de vacaciones: juega en el Manchester City de Pep Guardiola.
De ello da cuenta el Daily Mail, que resume la jornada como una fiesta desbordada de adoración a unos “héroes”. Pero ya en el titular recoge el momento, que en el desarrollo del texto menciona como un “momento desagradable”. Recuerda el medio que Gibraltar “es un territorio británico de ultramar” cuyo estatus “es un tema político delicado” y que “algunos en España creen que su control actual es ilegal”. Según recogen extractos de vídeo de la noche difundidos en redes sociales, hubo en ese “momento desagradable” quien fue más allá y fue el propio Morata, al que se pudo escuchar apostillar “y Marruecos también”.
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Cucurella vs. Neville
Es el colofón anecdótico de una Eurocopa que en los días previos estuvo marcada por la reivindicación de Kylian Mbappé frente a la extrema derecha en Francia. Unai Simón valoró que un futbolista solo puede opinar de fútbol. Su compañero Carvajal, que lo será de Mbappé en el Real Madrid, tampoco pareció partidario de pronunciarse, respetando eso sí al francés: “Yo como jugador me mantengo al margen de mi ideología política. Toda mi carrera lo he hecho porque es privado”. Pero este lunes el lateral derecho fue protagonista, sonado protagonista de hecho, al ni mirar a la cara a Pedro Sánchez cuando este le estrechó la mano en la recepción del presidente del Gobierno a los campeones en La Moncloa.
Los diarios británicos -The Times entre ellos- no solo se hacen eco del cántico de Rodrigo, uno de los mejores jugadores de la Premier y del mundo. También de Marc Cucurella, que milita en el Chelsea; no por su gran Eurocopa o por su carisma, que también, sino por la elegante forma en que ha ajustado cuentas con Gary Neville, exfutbolista del Manchester United e internacional, hoy entrenador y analista. Vaticinó lo siguiente: “La defensa española tiene mucha experiencia, pero le falta algo. Tengo que decir que su lateral izquierdo -Cucurella- es un buen ejemplo de ello. Es una de las razones por la que España no llegará a la final y que, por lo tanto, tampoco la ganará”. Este domingo, en Instagram, con la medalla en el pecho, el catalán contestó: “Llegamos a la final, Gary. Muchas gracias por tu apoyo”.