Gareth Southgate, entrenador actual de la selección de Inglaterra, lleva al mando de los Three Lions desde 2016. Durante estos ocho años, los ingleses han conocido el éxito, aunque no del todo. Pese a ser el país que inventó el fútbol, llevan sin ganar una competición desde 1966. Aquel año se proclamó campeona del mundo en Londres.
Los Tres Leones solo tienen un título en su palmarés. Aun así, Southgate ha guiado a los suyos a uno de los mejores momentos del fútbol de selecciones del país. Después de llegar a la final de la Eurocopa en 2020, Inglaterra vuelve a jugarse el título europeo en 2024. En esta ocasión tendrá delante a una España campeona de la Nations League en 2023 y que no ha perdido ninguno de los seis partidos que ha jugado.
Un eterno incomprendido
Desde que llegó en 2016, ha llevado al combinado inglés a los mundiales de 2018 y 2022, a las Eurocopas de 2020 y 2024 y a la Nations League de 2018. Y, pese a contar con una de las mejores generaciones de futbolistas, no ha logrado sumar ningún título.
En Rusia 2018 se metió en las semifinales, pero acabó cuarto tras perder con Croacia el 11 de julio. En Qatar 2022 no llegaron tan lejos. Los ingleses perdieron en cuartos de final contra una Francia campeona del mundo y que sería subcampeona ese mismo año.
Aun así, los resultados que ha obtenido le hacen entrar en los libros de historia de la selección. Nadie, desde que se fundara el combinado, había logrado llevar a los ingleses a dos finales europeas consecutivas. No obstante, la falta de títulos no gusta ni a los aficionados ni a la prensa y muchos piden que se marche.
Su contrato finaliza el 31 de diciembre de 2024 y todo apunta a que a finales de año saldrá de los Three Lions. “El único motivo por el que acepté este cargo fue para lograr éxitos para Inglaterra como nación e intentar mejorar el fútbol inglés. Estoy inmensamente orgulloso de haber llevado el equipo a su primera final en el extranjero”, comentó el entrenador en rueda de prensa tras el partido contra Países Bajos.
Una forma de entender el fútbol
Considerar el trabajo de Gareth Southgate como fracaso parece erróneo, sobre todo teniendo en cuenta de los antecedentes. Aun así, para muchos el problema no han sido los resultados obtenidos, sino los que pudieron cosechar. Con, posiblemente, la mejor generación de jugadores ofensivos, su estilo de juego retrasado y muy cerrado atrás no ha terminado de convencer.
Al comienzo de la Eurocopa afirmó que si no ganaban, renunciaría al banquillo. Pero, con más suerte que brillantez dentro del campo, los ingleses han llegado a la final. Aun así, Southgate ha hecho cambios en su planteamiento. En los cuartos de final logró crear un equipo más fluido, dominante y ofensivo, aunque eso no le sirvió para clasificarse sin sufrir.