Inglaterra sigue viva en la competición. Los Three Lions han ido superando los partidos por la mínima en todas las fases que han disputado y en el encuentro de cuartos de final ante Suiza no ha sido diferente. Ha evidenciado lo que desde que comenzó la Eurocopa todos han observado, tanto aficionados como rivales: poco fútbol a pesar de los grandes jugadores que tienen a nivel individual. Ante los suizos han sabido levantarse tras el gol de Embolo. Tan solo han sido necesarios unos minutos para que Saka pusiera el partido de nuevo en tablas. Finalmente, ha sido en los penaltis, donde Inglaterra ha certificado el pase a semifinales de la Eurocopa.
Suiza llegaba al encuentro con confianza, como esa que había conseguido un empate en fase de grupos ante la todopoderosa y titánica Alemania y había logrado eliminar a Italia en octavos de final de la Eurocopa. Las sensaciones en el vestuario suizo era que podían imponerse ante cualquier que se cruzara en su camino. Mientras Inglaterra acudía a la cita con sensaciones agridulces, sin llegar a mostrar un juego sobresaliente, sino más bien suficiente, ya que ha hecho lo justo para poder seguir soñando en la competición e ir avanzando paso a paso en el camino hacia la ansiada final.
La primera mitad ha comenzado con ambos conjuntos sin mostrar demasiadas intenciones, sin grandes ocasiones, por no decir ninguna, y con un sentimiento de que el encuentro se decidiría en pequeños detalles. Los minutos han ido transcurriendo sin que el balón se acercara los más mínimo a ninguna de las dos porterías, ni la de Pickford ni la de Sommer. Ninguno de los dos conjuntos ha tomado la iniciativa que le permitiera adelantarse en el marcador y poner un pie en semifinales de la Eurocopa. Con el marcador en 0-0, los jugadores se han enfilado el túnel de vestuarios.
El partido durante la segunda mitad ha seguido la misma dinámica. Ni los ingleses ni los suizos han cambiado el ritmo de los primeros 45 minutos. Las charlas de los técnicos no han servido de demasiado, dado que las ocasiones han brillado de nuevo por su ausencia. Tal era la situación de este soporífero partido que en el minuto 70 ninguna de las selecciones había sido capaz de tirar a puerta. Y entonces, en medio de un llano encuentro aparecía Embolo para adelantar a Suiza y poner un pie en semifinales.
Una ilusión que no duraba demasiado, dado que tan solo cinco minutos más tarde, Saka volvía a poner el partido en tablas para dar alas a los ingleses. Entrados ya en los últimos 10 minutos de partido, ambos equipos se han lanzado al ataque, han intentado poner fin al encuentro antes de que acabaran los 90 minutos reglamentarios, han tratado de evitar que se extendiera a la prórroga, pero no ha sido posible. Ni Inglaterra ni Suiza han sido capaces de volver a mover el marcador. El partido se iba hasta el minuto 120.
Los temidos penaltis
La prórroga al igual que el resto del partido, ha contado con escasas ocasiones para ambas selecciones. Mientras lo minutos iban pasando y los temidos penaltis se iban acercando. El sentir era que los disparos desde la distancia de los once metros sería lo que decidiría el ganador del partido. Y así ha sido. Tras cerrar una prórroga, en la que Shaqiri casi marca un gol olímpico para Suiza que se estrellaba en el palo, los penaltis llegaban.
Y ahí, desde la distancia de pena máxima, los ingleses no han fallaban mientras que Akanji sentenciaba a los suyos tras fallar el penalti. Inglaterra se alzaba así con la victoria por la mínima una vez más y registraba el pase a la siguiente ronda, registraba el pase a semifinales de la Eurocopa.