Georgia es una de esas selecciones que tiene poca, por no decir ninguna, experiencia en una Eurocopa. No es que nunca hayan conseguido ganar el torneo, o llegar lejos en él, sino que nunca lo habían disputado hasta este año. La edición de este 2024 ha sido su debut en todos los sentidos para ellos. La competición europea era un terreno desconocido para los georgianos, nunca antes ninguno de ellos había pisado el césped en este torneo. Ninguno sabía lo que era defender los colores de su país en una Eurocopa, ninguno sabía lo que era disputar un partido con uñas y dientes para tratar de llegar a la final. Ninguno sabía lo que era ganar en esta competición y hacer soñar a sus aficionados con el título. Hasta ahora.
Hasta 1996, Georgia ni siquiera había podido intentar clasificarse para la Eurocopa, dado que formaba parte de la URSS, y como tal participaba en la competición. No fue hasta la disolución del Estado soviético cuando pudo participar como un país independiente. En la fase de clasificación de ese año, compartió grupo con Albania, Alemania, Bulgaria, Gales y Moldavia. Una aventura en el torneo que acabó antes de empezar, dado que no fue capaz de conseguir el billete a la Eurocopa.
Cuatro años más tarde, en el 2000, los jugadores georgianos volvían a intentarlo. Esta vez compartían grupo de clasificación con Noruega, Eslovenia, Grecia, Letonia y Albania. Una vez más, la Eurocopa se les escapó de las manos. Una historia que se repetiría hasta cinco veces más (2004, 2008, 2012, 2016 y 2020). La mala suerte, el destino, la casualidad, el azar o el gafe, da igual cómo se le llame, no quería que esta selección debutara por primera vez en su historia en una Eurocopa. Hasta que llegó la edición de 2024.
El 26 de marzo de 2024, Georgia hizo historia al clasificarse por primera vez para el torneo europeo. Fue en un partido ante Grecia en Tiflis, donde las ocasiones se contaron a la baja y la tensión a la alta. Los minutos iniciales, con la grada de su parte, fueron de los locales, pero a medida que fue avanzando el partido, se fue nivelando el juego, y con ello encasillándose en un encuentro llano. La prórroga obligó a los dos países a meter una marcha más para evitar los temidos penaltis, pero no fue posible. Entonces, Marmardashvili, portero georgiano, se vistió de héroe para salvar a su país y Kvekveskiri para hacer el gol que les otorgaba el billete a la Eurocopa. Por primera en la historia, lo habían conseguido.
Victoria ante Portugal y billete a octavos
Ha llegado a la Eurocopa como la cenicienta de la competición, y como tal ha pasado a octavos de final, quitándose de encima los fantasmas del pasado, esos que tantas veces le cerraron las puertas del torneo y desmarcándose como una de las sorpresas de la fase de grupos. El comienzo no fue sencillo, ante la selección turca perdió por 3-1. Sin embargo, durante el resto de la eliminatoria fue sobreponiéndose, ganando confianza.
En el segundo duelo de la fase de grupos, les tocaba medirse con República Checa, un partido donde las posibilidades de alzarse con la victoria estaban repartidas para ambas selecciones. Los 90 minutos llegaron con el marcador en tablas, dado que ningún conjunto había podido hacer más de un gol. El tercer y último partido era ante la Portugal de Cristiano. Era la última oportunidad para Georgia, la última baza para pasar a octavos de final. En el minuto dos de partido, hicieron el primer tanto, y en el 57 el segundo. Lo habían conseguido. Ya estaban en octavos.
Ahora, tendrán que enfrentarse a España. Un encuentro que, a priori, se percibe sencillo para La Roja. Sin embargo, el hecho de que la eliminatoria sea a un partido eleva las posibilidades de que los georgianos puedan plantar cara a la selección española y arruinar su ascenso hacia la final. Ya han superado dos barreras: la clasificación y la fase de grupos, y quieren seguir conquistando terreno, quieren seguir avanzando en una competición hasta ahora desconocida para ellos.