El triángulo amoroso en la selección italiana que protagoniza Zaccagni, el héroe que clasificó a Italia en la Eurocopa

Ayer se cerró el grupo B de la Eurocopa, integrado por España, Italia, Croacia y Albania. Y mientras España se enfrentaba a Albania, una Croacia a medio gas se enfrentaba a una Italia que necesitaba ganar. Pese a fallar un penalti, Modrić logró adelantar a los suyos apenas 30 segundos después.

Sin embargo, y al igual que les pasó contra Albania, con el partido ya ganado, los croatas cedieron a los envites italianos y en el descuento Zaccagni marcó el 1-1 para meter, matemáticamente, a los Azzurri como segundos de grupo y seguir adelante en la Eurocopa. No obstante, esta no es la primera vez que el delantero de la Lazio es el centro de todos los focos y no solo deportivos.

Los triángulos amorosos han existido desde siempre en la historia del fútbol, pero el que involucra a Zaccagni, su compañero en la selección Nicolò Zaniolo y la modelo Chiara Nasti ha corrido el riesgo de dinamitar el vestuario de los azzurri al igual que sucedió en el belga en el pasado mundial.

Pongámonos en contexto: los jugadores Nicolò Zaniolo y Mattia Zaccagni son compañeros de selección y las celebraciones incómodas entre ambos han vuelto a sacar a la palestra las ascuas que quedan de un enfado y un rencor entre los futbolistas por una historia de amor que, en un cierto momento, se cruzó.

La historia comenzó en 2021 cuando el jugador -por aquel entonces, de la Roma- comenzó a salir con la modelo Chiara Nasti. Su relación fue muy sonada en Italia por la popularidad de ambos, pero a la pareja les duró poco el amor y se rompió.

El problema llegó cuando, a los pocos meses, Nasti empezó a salir con Zaccagni. Ambos publicaron su romance y, escasos tres meses después de la ruptura con Zaniolo, anunciaron que iban a ser padres. Tras esto, llegaron rápido las acusaciones de que la modelo había puesto los cuernos a Zaniolo, incluso se llegó a decir que el hijo no era de Zaccagni, sino de la expareja.

De hecho, este escándalo fue tan sonado que hasta los aficionados de la Roma crearon un cántico que decía: “El hijo de Zaccagni es de Zaniolo”. Frase que volvieron a corear tras convertirse en los campeones de la Conference League en 2022. En ese momento, hasta el propio Zaniolo pareció corear la frase.

Esta historia también recuerda a la que se vivió en la selección de Bélgica en el Mundial de Qatar 2022. Muchos de los problemas no tenían nada que ver con relaciones amorosas, sin embargo, la raíz de ellos sí. Hay que remontarse hasta 2013, cuando Courtois todavía era portero del Atlético de Madrid. En aquel entonces, Caroline Lijnen, novia del momento de Kevin De Bruyne viajó a Madrid.

Allí quedó con el guardameta belga y la situación escaló de tono. Pese a que el jugador del City ya le había puesto los cuernos a su novia, rompió cualquier tipo de relación con Courtois. L’Equipe, medio francés, informó durante el pasado mundial que tanto el cuerpo técnico como los jugadores se habían tenido que reunir después de los malos resultados que estaban cosechando por la falta de entendimiento entre los compañeros.

Esta infidelidad no es el único problema de la generación de oro del fútbol belga, pero sí con la que se abrió la caja de Pandora. Los ataques entre jugadores llegaron a las ruedas de prensa, en concreto entre De Bruyne y Jan Vertonghen, los cuales se lanzaron mutuamente acusaciones de “estar muy viejos”. No obstante, otros jugadores de la plantilla intentaron quitarle peso al asunto y relajar el ambiente.