Joel Plata se encuentra inmerso en el último mes previo a los Juegos Olímpicos de París. Faltan poco más de 30 días para que dé comienzo la cita olímpica y el gimnasta ya está ultimando los últimos preparativos. Sin embargo, hace poco más de un año ni siquiera estaba seguro de que pudiera volver competir. Un accidente de tráfico puso patas arriba su carrera deportiva, un trágico momento en el que su vida pendió de un hilo y las prioridades del olímpico cambiaron. “La gimnasia pasó a un segundo plano, para mi la prioridad era la vida”, asegura Joel Plata a Infobae España.
La historia de Joel con la gimnasia se remonta a cuando tenía cinco años. Sus padres decidieron apuntarle a diversos deportes: fútbol, porque a él le gustaba; natación, para que aprendiera a nadar; y gimnasia, porque su padre lo había visto por la tele, le gustaba y tenían un club muy cerca de su casa en Sant Boi. No tardó en decantarse por un solo deporte de los tres: “Al año siguiente ya decidí que solo quería hacer gimnasia”. Pero, ¿qué fue lo que le enamoró de este deporte? “Iba aprendiendo cosas nuevas cada día, cuando te caías no te hacías daño porque caías en colchonetas. Me lo pasaba muy bien con los compañeros”.
Y lo cierto es que acertó en su elección. A partir de ese momento, Joel se dedicó de lleno a la gimnasia, hasta convertirse en un deportista de alto de rendimiento, y de ahí dar el salto a los Juegos Olímpicos de Tokio de 2021, donde se quedó a tan solo 34 milésimas de acceder a la final. El siguiente objetivo era conseguir volver a clasificarse para una cita olímpica. Sin embargo, dos años después, Joel Plata sufrió un accidente de tráfico que lo cambió todo.
Fue el 16 de marzo de 2023. “Acabábamos de aterrizar en Oporto, íbamos al traslado al primer entrenamiento de la competición desde el aeropuerto y una de las ruedas de la furgoneta revienta. Empezamos a dar vueltas de campana, yo pierdo la conciencia y ya me despierto al día siguiente prácticamente sin saber qué ha pasado”, recuerda el gimnasta. El joven deportista sufrió una fractura de fémur, así como varias contusiones. “Tengo muchas lagunas, no sé muy bien bien qué pasó ese día, pero yo sabía que me tenían que operar la pierna de urgencia. Por suerte cuando me despierto veo que mi familia y mi pareja estaban conmigo. Entonces hicieron el camino un poco más suave”, asegura.
Un duro golpe que le hizo replantearse toda su carrera como gimnasta profesional. Plata no tenía muy claro qué había ocurrido ni las secuelas que podría tener, por lo que comenzó la rehabilitación en la pierna con incertidumbre. Pero, con el paso del tiempo, vio que sería posible volver a la competición: “Nos centramos en la pierna y poco a poco nos fuimos dando cuenta de que la cosa iba funcionando bien. Estábamos volviendo a sala, podíamos hacer ejercicios poco a poco. Y dije ‘bueno, pues a ver hasta dónde llegamos’”.
Objetivo: Juegos Olímpicos de París
Los miedos a viajar en furgoneta no se fueron, siguieron acompañando a Joel: “Han aparecido muchos miedos. Los traslados todavía me cuestan un poco, son un poco difíciles, pero bueno, va pasando”. Sin embargo, estos miedos no han impedido que el gimnasta prepare los Juegos Olímpicos de París, su próxima gran cita. “La preparación ha sido muy bonita. Dura, evidentemente para cualquier deportista es un momento muy muy, muy exigente, pero lo pasas con mucha ilusión y disfrutando mucho, la verdad. Aunque pueda parecer que haya sido un momento trágico para mí, lo recuerdo con mucho amor”.
“Estamos trabajando todo el equipo muy duro y haciendo un rendimiento muy bueno. Queremos ir a París, mostrar lo que estamos entrenando y el resultado que venga será bienvenido”, concluye Joel. De cara a futuro, prefiere no pensar mucho en lo que vendrá. “Vamos a ir paso a paso. Todavía no lo sé, pero aparecerán nuevos retos, estoy seguro”.