Sara Andrés, atleta paralímpica: “El deporte me ha dado más motivación por la vida, por ilusionarme y emocionarme por algún objetivo”

Cuando el atletismo entró en su vida, nacieron también las ganas y la ilusión de intentar llegar a lo más alto. “¿Por qué no intentar ser una atleta paralímpica e ir a unos Juegos?”, se preguntaba. Dicho y hecho

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Sara Andrés, atleta paralímpica especializada en velocidad y salto de longitud.

Motivación por la vida”. Con estas palabras, Sara Andrés, atleta paralímpica, explica lo que significa para ella el deporte. La deportista tiene una gran cita agendada en su calendario en poco más de un mes: los Juegos Paralímpicos de París, un evento para el que lleva años preparándose. Ahora es una deportista de élite, pero hace tan solo 13 años, su vida era totalmente diferente a la actual. Hace 13 años, el atletismo no formaba parte de su vida, el tartán no era uno de sus escenarios favoritos. Hace 13 años, el deporte estaba presente en su vida de una forma muy diferente a la actual.

En el año 2011, Sara sufrió un accidente de tráfico en el que perdió los pies. “Al principio no dices ‘lo voy a asumir’. Es lo que te ha tocado y ves cómo lidiar con esas emociones o esos sentimientos que tienes de tristeza, de duelo, de pena”, explica la atleta a Infobae España. Con la ayuda de psicólogos y psiquiatras, poco a poco volvió a estructurar su vida nuevamente. “Lo bueno es que es como un lienzo en blanco (la vida) y empiezas a dibujarla como tú quieres. Es como volver a empezar”. La nueva realidad que le tocaba vivir le sirvió a Sara para darse cuenta “de las cosas que importan”. “Me focalicé solo en lo que de verdad me hacía bien, en lo que quería, y pues poquito a poco avanzando”, detalla.

Ese foco, entre otras cosas, acabó siendo el deporte, aunque no llegó de forma inminente. Primero tuvo que aprender a andar de nuevo, después volver a su vida anterior, a las clases, dado que Sara es profesora; pero aún sentía que le faltaba algo. A partir de ese momento, el atletismo entró en su vida y nacieron las ganas y la ilusión de intentar llegar a lo más alto. “¿Por qué no intentar ser una atleta paralímpica e ir a unos Juegos?”, se preguntaba Sara. Dicho y hecho. “Tengo el deporte que me gusta, tengo el sueño y voy a intentarlo”.

Y finalmente lo consiguió. Los Juegos Paralímpicos de Río 2016 fueron los primeros en los que participó. “Fue para mí como un regalo después de todo el sufrimiento. De repente llega algo bueno y tenía que aprovecharlo y disfrutarlo”. Y lo cierto es que una vez allí los nervios no cesaron: “Estaba emocionada constantemente. Fue muy bonito. Es lo más grande que me ha pasado”. De Brasil se volvió sin medalla, pero tan solo un año después consiguió colgarse dos de bronce al cuello en el Mundial. “Al final mi sueño se ha hecho realidad. Y, oye, parece que soy buena. Parece que puedo dedicarme a esto. Parece que lo puedo pelear y lo puedo conseguir”, considera.

La atleta Sara Andrés. (Helena Margarit Cortadellas)
La atleta Sara Andrés. (Helena Margarit Cortadellas)

Tras ello llegó Tokio y ahora París, y asegura que no será la misma de 2016, dado que ahora tiene más experiencia, aunque añade: “Creo que justo en París voy a recuperar esa inocencia o esa ilusión que tenía en Río, porque vengo con muchas ganas, porque va a venir mucha gente a verme al estar tan cerca. Y ese apoyo que en Tokio no tuvimos, lo vamos a tener”. Pero a la cita olímpica también acude una Sara que ya sabe lo que es competir en unos Juegos: “Tengo la experiencia y el bagaje de muchas competiciones y eso te da más sabiduría y te da más fortaleza para enfrentar una competición”.

Proyectos a futuro

Respecto a los retos de cara a futuro, Sara asegura que a nivel profesional no tiene la mira puesta más allá de París. Su foco ahora está centrado en la cita olímpica. A nivel personal sí cuenta con varios proyectos que quiere llevar a cabo: “He escrito cinco cuentos infantiles, he publicado dos que tratan de personajes con discapacidad y ahora estoy trabajando para que esas historias lleguen a los niños a través de una serie de animación”. Se trata de un “proyecto personal muy bonito que quiero que se haga realidad dentro de poco y que sirva de referente para los niños”.

Un proyecto que servirá para dar visibilidad a las personas con discapacidad, dado que, aunque se ha avanzado mucho en este aspecto, sigue habiendo personas que nunca han visto a alguien con discapacidad y eso les choca. Una cuestión que se acrecienta en los niños: “Si su entorno no les facilita la información o no han visto a nadie, les va a sorprender. Por eso, desde pequeñitos hay que hacer un trabajo de concienciar y de ver natural lo que para nosotros es natural”.

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